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Mientras, gremios y economistas se mostraron poco receptivos a la idea anunciada por el Ejecutivo de no perseverar con la integración.
Luego que el nuevo ministro de Hacienda, Ignacio Briones, se abriera a revisar el denominado “corazón” de la reforma tributaria, varios expertos entraron al debate y propusieron la creación de un sistema tributario mixto, el cual contemple un régimen integrado para las pequeñas y medianas empresas -con tope máximo de ventas hasta 100 mil UF-, pero que, para las grandes corporaciones, mantenga el sistema semiintegrado vigente.
En esta línea, para el especialista en materia tributaria y socio fundador de Guerrero Valle Garcés, Sebastián Guerrero, una de las opciones más viables que tiene el Ejecutivo hoy día sobre la mesa es precisamente llegar a un acuerdo político, para establecer una mixtura del régimen tributario según el tamaño de las empresas. En este sentido, apunta que lo ideal también “es llegar a un acuerdo en bajar el impuesto corporativo a 25%, ya que no debe olvidarse que se debe reactivar la inversión”. Una visión similar entrega el
también tributarista y director de Puente Sur, Ignacio Geep, quien además plantea otras dos alternativas: sobre la primera, y si bien reconoce que no ha sido bien acogida por la oposición, propone retomar la idea de desintegrar completamente el sistema para que “todos los que obtengan rentas del capital (dividendos) tributen distinto a quienes tengan rentas producto del trabajo”, también sugiere mantener la integración pero “generar otros tramos de impuesto a la renta como el global complementario superior a los que tenemos hoy día”.
A nivel macroeconómico, en cambio, la idea de mantener semi integrado el sistema tributario, no fue bien acogida. Para el economista de Gemines, Tomás Izquierdo, renunciar a la integración del sistema solo “va a desincentivar la inversión y se traduce prácticamente, en la idea de solo subir los impuestos y sepultar la única esperanza que se tiene para reactivar la economía. En esta misma línea se mantuvo el economista jefe de Bci Estudios, Sergio Lehmann, pero
aclaró que “en vista del nuevo escenario, no existe viabilidad política para avanzar en la reintegración del sistema tal como se había definido inicialmente”.
La poca precisión respecto de cuánto más y qué régimen se utilizará para beneficiar a las pymes si es que el gobierno decidiera finalmente poner a un lado la integración del sistema tributario, no dejó muy contentos a los gremios. Desde la Cámara Nacional de Comercio, su presidente, Manuel Melero, criticó la medida e hizo un llamado al Ejecutivo “para que se mantenga la integración para las pymes”.
Por su parte, el dirigente de los emprendedores, Juan Pablo Swett, aunque valoró que “la discusión por la reforma tributaria se esté planteando en otros términos”, indicó que “lo más importante es hacer una auditoría al gasto público y ver en qué se está gastando el dinero, porque si solo nos centramos en los impuestos y no en qué se está gastando el presupuesto, solo estamos haciendo la mitad del trabajo”.