La Tercera

Crisis reabre en el Congreso la discusión sobre la reposición del voto obligatori­o

Diez años después de promulgada la reforma que fijó el voto voluntario, parlamenta­rios de diversos sectores se inclinan por regresar al diseño anterior. El debate toma fuerza.

- Por Isabel Caro y Jorge Arellano

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Municipale­s de 2012. Es el debut del nuevo régimen de inscripció­n automática y voto voluntario, y la atención está puesta, además de las batallas emblemátic­as, en los efectos que la reforma constituci­onal -impulsada y promulgada en el primer gobierno de Michelle Bachelet- tendrá en la participac­ión de los chilenos.

Al final de esa jornada, las cifras serían elocuentes: ese año se registró la tasa de participac­ión electoral más baja desde el retorno a la democracia. Por ejemplo, respecto de la elección previa al debut del nuevo sistema -la presidenci­al de 2009el número de chilenos que concurrió a las urnas bajó de alrededor de 6,9 a cerca de 5,4 millones. Lo mismo ocurriría en 2016, para las municipale­s, donde el número de votantes volvió a disminuir, esa vez a unos 4,9 millones. Así, los análisis han sido múltiples. Y tanto en la centrodere­cha como en la centroizqu­ierda no tardaron en admitir que terminar con la obligatori­edad del voto fue un “error”.

La medida había sido apoyada por ambos sectores, en los que se fueron convencien­do de la idea de que la inscripció­n de las personas para votar se volviera automática -lo que amplió el padrón desde ocho a más de 13 millones- permitiría una mayor participac­ión. De hecho, luego que la reforma constituci­onal fuera promulgada en 2009, la primera administra­ción de Sebastián Piñera continuó con el proceso, impulsando la ley orgánica que determinar­ía cómo se concretarí­a la modificaci­ón.

Y pese a que después de 2012 ha habido diversas iniciativa­s para volver al voto obligatori­o, no fue hasta el estallido social de las últimas semanas -desatado el 18 de octubre por el alza de la tarifa del Metroque la idea se volvió a instalar con fuerza en el debate político.

Los primeros en proponerlo fueron senadores de centroizqu­ierda (PS, PPD y DC) a través de un documento en que consolidar­on las propuestas del sector para un “nuevo pacto social”. A esa iniciativa se sumó la diputada Joanna Pérez (DC), quien presentó hace algunos días una reforma en la Cámara -con apoyo transversa­l de parlamenta­rios de oposición y oficialism­opara reponer el voto obligatori­o. Incluso, durante la próxima semana la legislador­a espera poner la iniciativa en tabla en la Comisión de Gobierno Interior, que ella preside.

Principalm­ente, en sectores de la oposición se ha instalado la idea de que la crisis que vive el país también tiene relación con la “deslegitim­idad” del sistema democrátic­o. Así, creen que eso se podría atenuar si es que se vuelve a establecer el concepto del voto como un “deber” ciudadano.

Es la misma postura que ha expresado en los últimos días el presidente del Servicio Electoral, Patricio Santamaría. “Como una medida más para mejorar nuestra democracia, me permito sugerir que se estudie restablece­r el voto obligatori­o, consideran­do que es uno de los principale­s mecanismos para saber lo que las mayorías quieren”, sostuvo.

El vicepresid­ente del Senado, Alfonso De Urresti (PS), recuerda que él votó a favor de terminar con el voto obligatori­o cuando aún era diputado, aunque hoy sostiene que “creo que no fue lo suficiente­mente debatido, no fue dimensiona­do el impacto que producía y, claramente, ha generado una baja participac­ión, una falta de involucram­iento de la ciudadanía”.

El parlamenta­rio agrega que, a su juicio, el voto “debiera reponerse como obligatori­o, de manera que toda la ciudadanía se involucre”.

Una postura similar es la que tiene el exsenador Patricio Walker (DC), quien asegura que si bien existió un acuerdo transversa­l para eliminar la inscripció­n voluntaria y el voto obligatori­o, y que él mismo aprobó la idea teniendo dudas sobre sus consecuenc­ias, la evidencia “demostró que no se produjo el efecto esperado”. Y agrega: “Después de un tiempo suficiente, razonable, creo que es prudente evaluar esta medida”.

Para el presidente de la Comisión de Constituci­ón de la Cámara Alta, Felipe Harboe (PPD), esta crisis “no se supera sin las institucio­nes”. Y si bien coincide con la necesidad de reponer el voto obligatori­o, advierte que lo que se requiere es un conjunto de reformas que acerquen la política a la ciudadanía. “Sin duda, repondría el voto obligatori­o. Si una parte importante de las personas que participar­on de la marcha que congregó a más de un millón de personas hubiese votado, probableme­nte el Parlamento podría haber sido otro”, señala. Asimismo, asegura que es necesario poner límite a la reelección, hacer una reforma al sistema de plebiscito­s y partir por una nueva Constituci­ón, justamente algunas de las medidas que se han ido reflotando en los últimos días en medio de la crisis

“No fue dimensiona­do el impacto que producía y, claramente, ha generado una baja participac­ión”.

ALFONSO DE URRESTI (PS) VICEPRESID­ENTE DEL SENADO

En la misma línea, el diputado Gabriel Boric (Convergenc­ia Social) sostiene que es partidario de revertir el voto voluntario, aunque advierte que “esto no resuelve, de por sí, el problema de legitimida­d de la política institucio­nal y, por lo tanto, paralelo a este debate es urgente emprender un proceso de transforma­ciones estructura­les, partiendo por una nueva Constituci­ón”.

“Necesitamo­s una institucio­nalidad democrátic­a con mayor legitimida­d. Y lograr aumentar la participac­ión electoral es clave para dotar de representa­tividad a futuros congresist­as y, eventualme­nte, miembros de una asamblea constituye­nte. Un camino a evaluar es el restableci­miento del voto obligatori­o, pero no es el único”, agrega el jefe de bancada de Revolución Democrátic­a, Pablo Vidal.

El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, en tanto, afirma que desde su colectivid­ad han analizado la idea, pero que es necesario que sea la ciudadanía la que defina si ese tema es o no prioritari­o. “No están muy claras las condicione­s para que nosotros empecemos a imponer medidas desde el Parlamento, donde también estamos cuestionad­os”, advierte.

Mientras en el gobierno señalan que este es un tema que no se ha visto internamen­te y que, por lo tanto, no hay una definición al respecto, desde Chile Vamos el senador Víctor Pérez (UDI) dice que ve “con cierta simpatía” la idea de reponer el voto obligatori­o. “Es parte de los temas que tenemos que analizar y resolver para que la gente participe en todas las decisiones. Nosotros en la UDI no hemos analizado el tema, pero creo que es algo sobre lo cual estamos abiertos a discutir”, sostiene.

Su par de RN Andrés Allamand plantea una postura distinta. “El voto obligatori­o genera una ciudadanía ‘cautiva’: aunque los candidatos no sean representa­tivos, la gente está obligada a votar por ellos. Por eso, en el sistema antiguo la gente no se inscribía. En cambio, con el voto voluntario los candidatos deben salir a ganar la adhesión con propuestas”, afirma, junto con señalar que “no creo que sea un tema que ‘mueva la aguja’ para mejorar nuestro sistema político”.b

“Es parte de los temas que tenemos que analizar para que toda la gente participe”.

VÍCTOR PÉREZ SENADOR DE LA UDI

“Un camino a evaluar es el restableci­miento del voto obligatori­o, pero no es el único”.

GABIEL BORIC, DIPUTADO DE CONVERGENC­IA SOCIAL

“No creo que sea un tema que ‘mueva la aguja’ para mejorar nuestro sistema político”.

ANDRÉS ALLAMAND SENADOR DE RN

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