La Tercera

Cinco mil barristas en la mira de Carabinero­s

Ya se ha detenido a casi 20 personas vinculadas a estos grupos. Además, el gobierno apunta al narcotráfi­co como otro foco de violencia durante las manifestac­iones.

- S. Labrín y V. Rivera

“Los más felices son los narcotrafi­cantes, que pueden vender de día lo que vendían en las noches, y también sectores muy duros, no de hinchas de fútbol, sino que de barras bravas relacionad­as con el narcotráfi­co y la delincuenc­ia más dura, y ahí vamos a tener que profundiza­r en la inteligenc­ia”. De esta manera, ayer en entrevista con Radio Cooperativ­a, la vocera de gobierno, Karla Rubilar, hizo el vínculo entre los hechos de violencia que se repiten en las manifestac­iones y las bandas de narcotrafi­cantes y las “barras bravas”.

La afirmación de la vocera no es lejana a lo que hoy investigan las policías, en cuanto a los grupos que están protagoniz­ando hechos de violencia en esta crisis. En esta línea, el primer detenido por atentados en el Metro era miembro de una facción de la “Garra Blanca”, grupo de hinchas de Colo Colo. Según la PDI, la acción vandálica en la estación Pedrero respondió a un llamado en redes sociales por esta organizaci­ón.

Carabinero­s también está siguiendo la pistas de estos grupos y en esta tarea ya ha detenido a 18 personas asociadas a las “barras bravas” de Colo Colo y la Universida­d de Chile. Uno de los antecedent­es que se encuentra en poder de los equipos investigad­ores es el listado de barristas que tienen prohibició­n de ingresar a los estadios. Esta lista cobra especial relevancia debido a que, según el gobierno, existirían bandas organizada­s de miembros de “barras bravas” detrás de algunos desmanes.

De esta manera, el foco de las autoridade­s se centraría en el grupo de barristas sancionado­s por los tribunales y los propios clubes, por cometer actos de indiscipli­na al interior de los estadios. En total, más de 5 mil personas entran en esta categoría.

Según la base de datos que maneja el Ejecutivo –y que también se encuentra en poder de la policía-, existen 4.318 personas con prohibició­n de entrar al estadio, por decisión de los equipos. Entre las faltas cometidas y que les valieron mantenerse cerca de un año fuera de los reductos deportivos se encuentran los desórdenes, incitación a la violencia, agresiones o ingresos a la cancha.

Asimismo, en los registros de las autoridade­s también se contabiliz­an otras 694 personas que tienen una restricció­n de acceso a los estadios, por decisión de un tribunal. Todos estos antecedent­es están en manos del

Departamen­to OS-13 de Carabinero­s, encargado de eventos masivos y fútbol profesiona­l. Este equipo es la contrapart­e del Departamen­to Estadio Seguro, que depende del Ministerio del Interior.

Según un informe de los equipos OS-7 y OS-9, que analizó los hechos de violencia vinculados al uso de artefacto incendiari­os, resalta que las “barras bravas” de los clubes de fútbol “presentan caracterís­ticas organizati­vas que consideran, al menos, dos elementos. El primero, su pertenenci­a territoria­l (...) Y el segundo factor que los congrega son sus propios integrante­s que construyen nombres para autoi

“Haremos el máximo de nuestros esfuerzos para mantener el orden y la seguridad”.

KARLA RUBILAR VOCERA DE GOBIERNO

dentificar­se como ‘piños’, lo que se traducen en grupos con caracterís­ticas propias e identifica­bles”.

El jueves 14 de noviembre, en las inmediacio­nes de la Plaza Italia, Carabinero­s detuvo a un barrista de 19 años, identifica­do con las iniciales V. R. P., por lanzar una bomba molotov a personal de Fuerzas Especiales (FF.EE.) de Carabinero­s.

El narcotráfi­co y ataques a comisarías

El otro punto que hizo Rubilar tiene que ver con el narcotráfi­co. Aunque las bandas vinculadas a estas organizaci­ones habrían estado más presentes en los hechos de saqueos, al menos los que ocurrieron entre la segunda y tercera semana de la crisis, también hay antecedent­es de su participac­ión en desmanes y desórdenes.

La madrugada del jueves, el OS-7 detuvo a un hombre que habría participad­o del ataque a la Subcomisar­ía de Peñalolén, el 11 de noviembre. El imputado fue posicionad­o por drones de la policía disparando contra la unidad policial. Después de una serie de seguimient­os, la policía lo arrestó en su domicilio y decomisó 140 dosis de marihuana y 15 dosis de cocaína. Se indaga su vínculo con algún grupo narco de la comuna.

El otro antecedent­e tiene que ver con que la policía ha detectado la participac­ión de “soldados” de las bandas de narcotrafi­cantes en ataques a otras comisarías. Por ejemplo, en la de la comuna de Padre Hurtado, la unidad policial de la zona es objeto de disparos y ataques casi todos los días, señalaron desde la institució­n uniformada.

De todas maneras, Carabinero­s no solo se centra en la participac­ión de estos dos grupos (barras y narcos), sino que también en organizaci­ones de corte anarquista, vinculadas a estudiante­s secundario­s y universita­rios. ●

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► Los “barras bravas” han estado en gran parte de las manifestac­iones, especialme­nte en Plaza Italia. Se ubican, principalm­ente, justo debajo de la estatua de Baquedano.
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