PROCESO CONSTITUYENTE
SEÑOR DIRECTOR
Desde América Solidaria saludamos el proceso constituyente que comienza en Chile. Como fundación, hemos podido aportar en la disminución de la desigualdad que afecta a millones de niños, niñas y adolescentes en el continente, pero sabemos que no ha sido —ni está cerca— de ser suficiente.
Ante eso, creemos fundamental que el proceso constituyente que se inicia debiese tener el horizonte de construir un país más equitativo y con plena participación de los más excluidos, especialmente de quienes tienen menos posibilidades de hacer llegar su voz.
Uno de estos grupos históricamente postergados son los niños, niñas y adolescentes. La Convención de Derechos del Niño, que ha demostrado ser un útil instrumento para promover y proteger los derechos de la infancia y adolescencia, estableció —¡en 1989!— que los estados deben “garantizar al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta sus opiniones, en función de la edad y madurez”. Esto debería considerarse para cualquier proceso legal y/o administrativo que busca representar a su sociedad y entregarle una vida digna a todos y todas.
Tomando en consideración nuestro compromiso como país, expresado hace casi ya 30 años en la firma de la Convención, debiéramos activar rápidamente un proceso constituyente que incluya las opiniones de los niños, niñas y adolescentes. Ellos y ellas fueron quienes comenzaron a despertar a Chile, demostrando conocer las desigualdades que vive nuestro país. Porque estamos convencidos de que la legitimidad del proceso es tan importante como el resultado, es hora de incorporar a quienes vivirán los cambios que estamos comenzando a construir. Con ellos y ellas sin lugar a dudas los resultados serán apropiados en sus vidas, con un compromiso real por un país que respete la dignidad de cada cual y que permita un desarrollo más libre de todas las personas.
Benito Baranda, vicepresidente Tomás Reyes, director ejecutivo
Waleska Ureta, directora social América Solidaria Chile