HACIA UNA NUEVA NORMALIDAD CLIMÁTICA
SEÑOR DIRECTOR
La década pasada fue la más calurosa desde que existen registros, según un informe de la NASA. Esto se debe a que el planeta absorbe más calor que el que puede disipar por la acumulación de gases de efecto invernadero. El principal efecto que esto tiene sobre el clima es el incremento de los eventos extremos como olas de frío y calor, sequías, huracanes e incendios. En los próximos años, estos eventos se darán con mayor intensidad y frecuencia.
Los científicos ya advirtieron que si no detenemos el aumento de temperatura en 1,5°, lo que sucedió en Australia podría extenderse a todo el mundo a fines de esta década. Hoy llevamos entre 1,2 y 1,3 grados de aumento.
La disminución de temperatura debe comenzar antes de que los problemas de escasez se generalicen. Por ejemplo, en el caso del agua, no debemos esperar el racionamiento para desarrollar nuevas formas de reutilización y almacenamiento. Al mismo tiempo, debemos exigir que sea considerada un bien natural de uso público.
En mi opinión, el colapso civilizatorio dará paso a una nueva civilización. Lo que está en juego no es la continuidad de la vida en sí, sino la continuidad de muchas especies. Entonces, ¿realmente hay lugar para la esperanza? Como dice Jem Bendell, “sinceramente no puedo esperar un futuro mejor, así que en su lugar espero un presente mejor”.
Manuel Baquedano Presidente del Instituto de Ecología Política