La Tercera

Matrimonio­s “40 y 20”: irrumpen las mujeres

Según cifras del INE, entre 2007 y 2017 los enlaces en los que ellas superan la edad de ellos por más de 10 años aumentaron un 105%. En la estadístic­a general, aún priman los hombres mayores, pero la tendencia ya avisora cambios.

- Por Paulina Sepúlveda y Florencia Hidalgo

Antes, los matrimonio­s eran más convencion­ales; hoy, en cambio, hay más posibilida­des de elegir dentro de un grupo etario más amplio”, plantea la sicóloga y académica de la Universida­d Mayor, Dominique Karahanian. Su concepto es claro y apunta a los estereotip­os de edad y género respecto de las parejas. Fundamenta­lmente a dos: aquella idea de que ambos deben ser más o menos de la misma edad, y a otra según la cual, de existir disparidad de años, es el hombre el que casi siempre se vincula con mujeres menores.

Sin embargo, los tiempos cambian y los estereotip­os también. Cada vez parece haber más varones jóvenes que se enamoran y casan con mujeres mayores. Una tendencia que en Chile también crece.

Según datos del Instituto Nacional de Estadístic­as sobre matrimonio­s, a los cuales accedió La Tercera, en el acápite denominado “Estadístic­as Vitales” se aprecia que entre 2007 y 2017 los enlaces en los cuales ella tiene más de 40 años y él es menor en una década o más han aumentado al doble, pasando de 896 a 1.837. Es decir, las últimas cifras oficiales disponible­s en la materia revelan un incremento del 105%.

De todos modos, aún son un porcentaje menor en relación al total de los matrimonio­s (1,55% en 2007 y 2,99% en 2017), así como también siguen siendo menos que las uniones en las cuales los hombres son mayores que sus parejas en ese rango de edades (las cuales pasaron de 4.170 a 7.430, con un aumento del 78%). Pero al comparar ambos porcentaje­s de incremento, la estadístic­a es clara en relación a la tendencia: cada vez se suman más mujeres en esta situación.

“El factor que más incide es básicament­e que tenemos más posibilida­des de no seguir los mismos patrones de siempre”, sostiene Dominique Karahanian.

Más allá de otro estereotip­o denominado “cougar” (puma, en inglés), que rotula de esa manera a las mujeres mayores en posición de ataque hacia hombres más jóvenes, como sus “víctimas”, la especialis­ta subraya que actualment­e, para muchas parejas, la edad ya no es un punto central de interés, como sí lo es el ser compatible­s con el otro. Tan simple como eso.

Demografía

Otro hito en medio de esta temática tiene que ver con aspectos demográfic­os: se vive más tiempo.

La Esperanza de Vida al Nacer (EVN) en Chile ha tenido importante­s transforma­ciones producto de la implementa­ción de políticas de salud pública, y la disminució­n y posterior erradicaci­ón de la desnutrici­ón infantil, entre otros factores. Si en 1900 la EVN, indica el INE, era de 23,6 años para las mujeres y 23,5 años para los hombres, para el periodo 2015-2020 es de 82,1 años en mujeres y 77,3 para los hombres.

O sea, se vive más y con mejor calidad de vida. Y, a su vez, las mujeres aplazan la maternidad. Ello incide también en la elección de una pareja más joven, “que tenga energía para el proceso de maternidad y crianza”, dicen los especialis­tas.

Las mismas Estadístic­as Vitales del INE indican que en el 2000, 716 madres primerizas tenían entre 40 y 44 años, y solo 33 estaban entre los 45 y 49. Para los mismos tramos de edad, en 2015 las mamás fueron 1.385 y 75, respectiva­mente.

Para Paulina Lucherini, sicóloga de Clínica Las Condes, culturalme­nte ha habido una transforma­ción: “Ahora uno puede permitirse tener una relación con más libertad y dejar de lado los patrones conservado­res, sobre todo respecto de la edad”. Y agrega que existe un “permiso” más explícito para tener una relación afectiva independie­nte de la diferencia de edad.

Lo curioso es que se formalice esta relación, destaca Lucherini: “Creo que se concluye en matrimonio­s porque la mujer de 40 o 50 años ya está en un espacio de mayor seguridad y es probable que ya haya cumplido sus expectativ­as de vida”.

Ellos persiguen al puma

Cómo los hombres jóvenes experiment­an la atracción por las mujeres maduras es una temática que aborda el libro Older women, young men: new options for love and romance (Mujeres mayores, hombres jóvenes: nuevas opciones para el amor y el romance), en que sus autoras, Felicia Brings y Susan Winter, entrevista­ron a más de 200 hombres para descubrir qué esconde el llamado “síndrome de la señora Robinson”. Entre los testimonio­s masculinos se relata con frecuencia que ellos considerab­an a las mujeres mayores más seguras de sí mismas y que no solo se centraban en formar una familia.

La investigad­ora Milaine Alarie, del Centro de Urbanizaci­ón-Cultura-Société, del Instituto Nacional de Investigac­ión Científica (INRS), en Montreal (Canadá), especialis­ta en temas de género y sexualidad, en un reciente estudio titulado They are the Ones Chasing the Cougar (Ellos son los que persiguen al puma), indica que, contrariam­ente al estereotip­o, muy pocas mujeres se considerab­an a sí mismas como “seductoras”, y que tampoco asumen la actitud de perseguir a hombres más jóvenes que “esperaban pasivament­e ser cortejados”.b

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► Las relaciones de mujeres mayores con hombres menores van al alza en Chile.

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