El COCh vende sus cenizas
Tras dos incendios en la Casona Schneider, el Comité Olímpico formó una comisión que ve la opción de comercializar el inmueble que arrienda la UPV.
La Casona Schneider, considerada como edificio patrimonial, era un tradicional lugar arquitectónico de Santiago. Durante muchos años funcionó ahí el Comité Olímpico de Chile hasta que se fue a Ñuñoa.
Después del estallido social, diversos incidentes han ocurrido en el inmueble, los que causaron graves daños en la estructura que hoy es administrada por la Universidad Pedro de Valdivia, la que pagaba un arriendo al COCh, pero que ya había avisado que daría fin a ese contrato.
La situación llevó al órgano que rige al deporte federado en el país a plantearse la posibilidad de vender la propiedad. En diciembre pasado, el timonel Miguel Ángel Mujica solicitó un mandato a la asamblea de presidentes para negociar una futura venta. La opción fue seguida con atención por los dirigentes, quienes sugirieron una comisión y el nombre de David Jiménez, presidente de la Federación de Esgrima y diplomado en políticas públicas y gestión urbanística. Esto fue aceptado y ambos dirigentes más el directorio COCh trabajan en una salida.
“Cuando vino el primer incendio, se conversó que todo seguiría igual. Sin embargo, al ocurrir el segundo, se determinó buscar una salida”, cuenta Jiménez. En ese sentido, añade: “Hoy estamos viendo qué posibilidades hay. También estamos esperando que la Municipalidad de Providencia autorice la demolición de un muro que está en peligro de caerse, ya que es un edificio patrimonial”.
En el COCh no hay consenso sobre qué destino se le puede dar ni tampoco qué hacer con lo que se recaude. Una de las opciones es formar una ciudad deportiva. Para eso todavía restan pasos. “Se debe hacer la tasación y buscar un interesado. Obviamente para nosotros el edificio tiene un tratamiento especial, porque hay mucho sentimentalismo involucrados”, afirma Jiménez.
Difícil venta
Pedro Pablo Rivas, socio y director ejecutivo de GPS Property, relata que las cosas no están sencillas a la hora de vender en esa zona. “El Palacio Droguett se lo teníamos vendida a la Municipalidad de Providencia. Después de lo que ocurrió con el estallido social, se usaron esos fondos a otros proyectos. Teníamos la oferta aceptada, pero se echaron para atrás. Es complicado hacer negocios allí, sobre todo porque las manifestaciones no se han detenido”, explica.
En ese contexto, añade que hay diversas ideas para darle uso a este tipo de edificios. Y pone un ejemplo: “Hay de todo. Hay cosas que funcionan y otras cosas que no. Ha habido algunas personas como por ejemplo uno que busca instalar una cervecería en la zona cero”.
El Comité Olímpico analiza las posibilidades y la comisión espera tener una respuesta para la asamblea de presidentes de marzo. “Esperamos tener una solución y ver todas las posibilidades”, sentencia Jiménez, quien dice que todavía no hay interesados, aunque eso, asegura, puede variar pronto.