DESAFÍOS DEL PRÓXIMO PRESIDENTE DE LA CPC
SEÑOR DIRECTOR
Intensa ha resultado la búsqueda del nuevo presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio. La persona que resulte elegida deberá representar al mundo empresarial en uno de los momentos más álgidos en las últimas décadas, en que estarán en discusión aspectos esenciales del orden público económico.
En paralelo, la economía chilena se habrá enfriado –en el escenario más probable- al menor ritmo en 11 años, y el panorama externo -que hasta hace un tiempo parecía favorable-, hoy se oscurece ante la amenaza de epidemias y riesgos geopolíticos, con efectos evidentes en el corto plazo para nuestra economía. De materializarse un escenario de cuasi estancamiento, es posible anticipar un recrudecimiento del descontento social y mayores críticas al rol de la empresa.
En síntesis, discusión sobre los pilares económicos de largo plazo y un panorama de corto plazo exigente. Solo pensar en la difícil labor que le espera al próximo líder del mundo empresarial puede resultar en un elemento que desanime a quienes podrían asumir esta responsabilidad. Sin embargo, su tarea no parte de cero. Al igual que la frase atribuida a Bernard de Chartres, el próximo presidente de la CPC podrá mirar más lejos porque estará sentado sobre hombros de gigantes.
La determinación de Juan Claro, la visión estratégica de Rafael Guilisasti, la mirada perspicaz y analítica de Andrés Concha – cuya triste partida le impidió asumir- o la convicción sobre el rol de la buena política pública y la capacidad de acercar mundos del actual presidente de la CPC, Alfonso Swett, son algunos ejemplos de los gigantes que sirven de sustento para el trabajo que tendrá el máximo líder empresarial en el futuro.
El empresario o empresaria que asuma esta labor tendrá la misión de conectar al mundo empresarial con una ciudadanía más exigente y con mayor escrutinio sobre la actividad privada, destacar el rol de la empresa en la sociedad y ser capaz de anteponer el bien común por sobre intereses corporativos. El legado que recibe de sus antecesores será esencial para emprender esta desafiante tarea.
Javier Vega Economista