BASTA DE BALCONEAR
SEÑOR DIRECTOR
Se supone que los más viejos tienen el deber cívico y moral de traspasar sus experiencias a las nuevas generaciones. Esto se puede entender como una ley natural que, de aplicarse bien , ayudaría a no tropezar con la misma piedra, siendo especialmente relevante para quienes vivimos la historia reciente de nuestro país.
Lamentablemente hay ejemplos que indican que vamos trastabillando.
Porque supimos con dolor hacia donde nos llevó la intolerancia y la enemistad, debíamos reforzar en los jóvenes la importancia de la amistad cívica y el respeto. Basta abrir los ojos y alertar el oído para darnos cuenta que fallamos.
Porque con dolor constatamos los costos de involucrar a las FF.AA. en la política y en tareas de control del orden interno, nos prometimos no involucrarla en esto y que debíamos fortalecer a las instituciones que sí les corresponden estas responsabilidades. Hoy pareciera que ello se está olvidando.
Es una promesa cumplida que de seguir como lo estamos haciendo, repetiremos inexcusables errores y duro será el reproche de los más jóvenes cuando nos digan ¿y tú por qué te quedaste callado y no hiciste más?
No permitamos que eso suceda, dejemos de balconear y salgamos de la zona de confort porque aún hay mucho por hacer con tal de prevenir aquellas consecuencias que ya sabemos son muy malas.
Comencemos cuidando el lenguaje y sugiero que los más viejos - civiles y militares-ayudemos a recordar la historia y pedir que las acciones que se emprendan tengan a la vista las lecciones aprendidas.