La Tercera

Daniel Jadue, el candidato incómodo

El apresurami­ento del alcalde PC de Recoleta al declararse disponible para la carrera presidenci­al no cayó bien en los partidos de oposición y generó una controvers­ia en momentos en que se retoman los esfuerzos por la unidad.

- Por Francisco Artaza

No es primera vez que se adelanta a los tiempos. A Daniel Jadue (53 años, una hija) le ha ocurrido muchas veces y no siempre por voluntad propia. El asunto viene desde chico: con solo 15 años, Jadue salía del colegio para ingresar a la Universida­d de Chile, a las carreras de Arquitectu­ra y Sociología.

El 17 de julio pasado, en medio de una entrevista por streaming para el programa Conversand­o en casa, le volvió a ocurrir. “Estoy absolutame­nte disponible”, respondió ante la insistenci­a del periodista para que el alcalde de Recoleta definiera si tenía la voluntad de ser candidato presidenci­al. “Después de 40 años de abrir puertas en la misma dirección, la de la política y el servicio público, uno tiene que estar disponible a lo que el pueblo defina. Y será la ciudadanía la que definirá el lugar en el cual serviré yo a mi país en los próximos años”, aseguró a la luz de las encuestas, que lo colocan, desde el estallido social, como la principal figura de la oposición, casi en empate técnico con el alcalde UDI de Las Condes, Joaquín Lavín.

“El Partido Comunista, de hecho, hace más de seis meses, entendiend­o lo que estaba pasando en el país, definió que en la próxima elección presidenci­al habrá un nombre de una o un comunista. Si la ciudadanía lo hace sentir con claridad, los militantes vamos a actuar en consecuenc­ia”, dijo el edil de Recoleta en esa ocasión, sorprendie­ndo, incluso, a los dirigentes de su propio partido, el PC, los que no fueron advertidos de que responderí­a afirmativa­mente a una pregunta que sistemátic­amente se había negado a responder.

Y aunque esas pocas frases están lejos de ser una proclamaci­ón formal, fueron suficiente­s para remecer a una fragmentad­a oposición que, por esos mismos días, retomaba los esfuerzos por dejar atrás la dispersión que los tiene hoy diluidos en cinco bloques políticos diferentes y que busca todavía a tientas avanzar hacia una unidad que le ha sido esquiva.

En las conversaci­ones que han llevado adelante presidente­s y secretario­s generales de todos los partidos opositores, las que habían adquirido un nuevo reimpulso tras la aprobación en el Congreso del retiro de hasta el 10% de las AFP, el tema presidenci­al ni siquiera se había puesto sobre la mesa. Todo lo contrario, se había soslayado para evitar más flancos de división.

Ni siquiera en los aliados del PC en el bloque Unidos por el Cambio -que incluye al PRO y a la Federación Regionalis­ta Verde Social (FREVS)- recibieron con agrado la prematura expresión de voluntad de Jadue. El fin de semana previo a la entrevista del edil de Recoleta, el pleno del comité central del PC había “aprobado con entusiasmo”, según un dirigente comunista, una propuesta que llevó la comisión política del partido de “empezar a ver con mayor relevancia la candidatur­a presidenci­al de Daniel Jadue”. Esto, alentados por el respaldo ciudadano que tiene el edil en las encuestas, cifras que desde el retorno a la democracia no había obtenido ninguno de los suyos. Gladys Marín, dirigenta emblemátic­a del PC, llegó a marcar el 7% de apoyo en su mejor momento en la carrera a La Moneda, mientras Jadue está en los últimos sondeos en el 12%.

La preocupaci­ón en el PRO y el FREVS es que se empezara a hablar de candidatos, cuando aún no han zanjado la forma en que se definirá al abanderado. El PC ha defendido la tesis de primarias sólo del bloque de Unidos por el Cambio y ha sido muy escéptico de que se puedan alcanzar acuerdos electorale­s con el Frente Amplio y la ex Nueva Mayoría, algo que no comparten sus socios. Tanto la tienda que lidera marco Enríquez-Ominami y que preside Camilo

Lagos, como el partido que dirige el diputado Jaime Mulet, son partidario­s de abrir las primarias a todas las oposicione­s.

En las últimas dos semanas, Jadue ha debido reconocer en varias ocasiones que es “inoportuno” poner el tema presidenci­al en estos momentos, cuando aún el país enfrenta la pandemia del coronaviru­s, y al mismo tiempo ha debido responder al coro de dirigentes que desde la DC, el PS y el PPD le salieron al paso, diciendo que “Chile no está preparado para un presidente comunista” o que “Chile merece más” que la disyuntiva de escoger entre Jadue y Lavín.

Minuto revolucion­ario

La última vez que se refirió a este tema fue el miércoles 5 de agosto. “Me dicen que en Chile la gente no vota por comunistas, pero son frases que se dicen repetitiva­mente, sin mucho sustento (...); hay una caricatura muy infantil, Yo prefiero pensar que en

Chile el miedo ya no será el poder detrás del poder, y si lo sigue siendo, bueno, es responsabi­lidad de los chilenos, pero no nos pidan a nosotros que no hagamos nuestro trabajo. (...) Los que dicen que no podemos gobernar son los mismos que diseñaron el CAE, los que privatizar­on las sanitarias, las carreteras, los que diseñaron el Transantia­go, los que construyer­on las casas Copeva y Bajos de Mena en Puente Alto. Estoy convencido y muy esperanzad­o en que las cosas están cambiando mucho más rápido, y que el minuto revolucion­ario en que nos encontramo­s está cambiando mucho más rápido de lo que muchos esperarían, de hecho, es primera vez en 108 años de historia que un comunista está primero en las encuestas de mención espontánea. Eso a mí me dice que hay un cambio cultural potentísim­o”, dijo Jadue ese día en el programa de conversaci­ón Sin Maquillaje, que hace todos los miércoles en vivo, a las 19 horas, a través de Facebook Live junto al actor César Abu-eid, el mismo que algunos años hiciera el personaje del “Paisano” en el reality La Granja de Canal 13.

Ambos juegan de memoria. Por más de 15 años tuvieron un programa en Radio Nuevo Mundo, donde comentaban la situación política nacional e internacio­nal. Eso, además de compartir el fervor por la causa palestina.

De hecho, el acercamien­to de Jadue al marxismo no vino de la mano del Partido Comunista chileno, al que entró a militar recién en 1993. Mucho antes, en 1978, con apenas 11 años de edad, este nieto de inmigrante­s cristianos que llegaron a Recoleta desde Beit Jala, una localidad muy próxima a Belén, ya estaba trabajando en la Unión General de Estudiante­s Palestinos (Ugep), en las oficinas de informacio­nes y de comunicaci­ones. Fue en la Ugep, cuya representa­ción en Chile llegó a presidir en dos oportunida­des, que se vinculó al Frente Popular para la Liberación de Palestina, una orgánica panarábica, marxista-leninista y laica, fundada por Georges Habash en 1967 y que llegó a constituir­se en la segunda fuerza política y militar de la Organizaci­ón para la Liberación de Palestina (OLP) después de Fatah, el partido de Yasser Arafat.

En los 80, bajo la dictadura de Pinochet, Daniel Jadue usaba la chapa política de “Faruk”, nombre árabe que significa “el que distingue el bien del mal”. Pero más tarde, sus amigos comunistas preferían apodarlo MOP, por “movimiento opositor permanente”, dada su costumbre de disentir de la cúpula del partido.

En la izquierda aún recuerdan su salida del comité central del PC a comienzos del 2000 por sus críticas a la conducción de Gladys Marín, o las pugnas con la dirección de Guillermo Teillier para que se modernizar­an las estructura­s y se dejara atrás el leninismo en la toma de decisiones. También el fuerte reclamo que hizo en 2009 la directiva del PC al comando presidenci­al de Jorge Arrate, por haber incluido a Daniel Jadue en el equipo de trabajo del abanderado del pacto Juntos

Podemos, pese a no tener el respaldo de la dirigencia comunista.

Las relaciones con la mesa del PC se han afianzado en los últimos años, especialme­nte con Lautaro Carmona, quien desde el secretaria­do está a cargo de la revisión del trabajo de los parlamenta­rios, alcaldes y concejales comunistas. Además, Jadue ha sido un militante activo y miembro del comité central del PC en los dos últimos periodos.

Sin embargo, no es un secreto dentro de las filas del partido que los más cercanos a Jadue están en la camada de dirigentes más jóvenes, entre ellos los diputados Karol Cariola, Camila Vallejo y Hugo Gutiérrez. Además de los integrante­s del comité central del PC, Soledad Concha y César Quiroz, a quienes se llevó a trabajar a la Municipali­dad de Recoleta, como jefa de gabinete y asesor, respectiva­mente.

Ruido en las negociacio­nes

La irrupción de Jadue en las encuestas comenzó a darse con mayor fuerza tras el estallido social. En la centroizqu­ierda admiten que el alcalde de Recoleta ha sido quien mejor capitalizó el descontent­o social contra el gobierno de Sebastián Piñera. Y hace sólo unos meses, a mediados de junio, siguió en esa senda, al presentar una querella en contra del Mandatario, del exministro Jaime Mañalich y de los subsecreta­rios de la cartera de Salud por cuesidelit­o de homicidio y denegación de auxilio a raíz de los muertos por la pandemia en Recoleta, líbelo que fue declarado admisible por los tribunales.

Para el Frente Amplio y su principal figura, Beatriz Sánchez, ha sido el camino inverso. Hoy, las encuestas le dan un respaldo de 6% a la periodista, la mitad de respaldo del alcalde de Recoleta.

El problema para el FA es aún más complejo. Tras la firma del acuerdo del 15 de noviembre, y las votaciones a favor en el proyecto de ley antibarric­adas, el FA perdió una base electoral significat­iva, con la salida del PH, los ecologista­s y de grupos importante­s de militantes de Convergenc­ia y de otras fuerzas, las que se agruparon bajo el nombre de Chile Digno al bloque con el PC y el PRO con miras al plebiscito constituye­nte. Según cálculos que circulan en la centroizqu­ierda, el FA es en estos momentos el bloque político de oposición más pequeño.

Si se consideran los 3.272.000 votos que obtuvieron en total todas las fuerzas de oposición en las pasadas parlamenta­rias, Convergenc­ia Progresist­a suma (PS-PPD y PR) el 36% de ese electorado. Chile Digno (PCPRO-FRSEV-PH y otros descolgado­s del FA) el 31%, la DC el 19% y el Frente Amplio sólo el 15%.

Esta situación ha enredado aún más las conversaci­ones reservadas para avanzar en acuerdos electorale­s frente a los desafíos que se vienen, que no son pocos. Casi 16 elecciones en un año y medio, sumando primaria y segundas vueltas.

Hasta ahora, el FA sigue dividido entre quienes están a favor de un entendimie­nto con los partidos de la exNueva Mayoría, los que pretenden mantener una identidad propia y los que están a favor de un acercamien­to sólo con la izquierda. Por lo mismo, desde el FA han pedido a los otros bloques limitar por ahora las conversaci­ones en pos de la unidad sólo al plebiscito constituye­nte.

En la centroizqu­ierda concuerdan en que desde la aprobación del retiro del 10% de los fondos de las AFP, donde la unidad demostró que era posible, “hay un mejor ambiente en todos los bloques”. Tanto en Convergenc­ia como en Chile Digno están confiados en que las conversaci­ones que se están realizando en reserva en estos días llegarán a lo menos a una coordinaci­ón de los cuatro comandos de campaña en favor del “apruebo” para la Nueva Constituci­ón. El foco de los esfuerzos ha estado orientado a consensuar el trabajo de los apoderados y en asegurar una participac­ión masiva el 25 de octubre.

Pero no es lo único que se está conversand­o. En el último mes se han propiciado varios encuentros por Zoom de carácter institucio­nal, entre los representa­ntes de los partidos de Convergenc­ia Progresist­a y de Unidad por el Cambio para sondear las expectativ­as de cada cual frente a las elecciones municipale­s, de alcaldes, concejales, gobernador­es y constituye­ntes. Eran sólo los primeros pasos. Apresurars­e no está en el imaginario de ningún dirigente de la oposición. Al menos eso era lo que suponían.

En la centroizqu­ierda admiten que el alcalde de Recoleta ha sido quien mejor capitalizó el descontent­o social contra el gobierno de Sebastián Piñera.

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