Suspensión a Guzmán por su formalización no logra consenso
Tras la propuesta de la presidenta del Senado, legisladores del oficialismo y oposición han respaldado la permanencia en el cargo del secretario de la Cámara Alta.
¿Podría su defensa ante la fiscalía afectar su rol? ¿Es suficiente una formalización para separar a un funcionario de su cargo? Esas son algunas de las preguntas que se instalaron en el Senado luego de que la presidenta de la Cámara Alta, Adriana Muñoz (PPD), propusiera suspender al secretario Raúl Guzmán horas antes de que el Ministerio Público solicitara su formalización por delitos contra la salud pública.
El exfiscal es indagado por la fiscalía tras haber violado la cuarentena el pasado 25 de junio, jornada en que concurrió a un local en San Miguel para encontrarse con el fiscal Patricio Rosas y el asesor de la Fiscalía Sur Roberto Contreras. Con ambos, Guzmán habría sostenido un almuerzo, sin cumplir las recomendaciones sanitarias y cuando había prohibición de funcionamientos de restaurantes.
Tras su inminente formalización, la Comisión de Régimen Interno de la corporación será la que defina el futuro del expersecutor. El tema ya fue abordado el lunes por los senadores que la integran, donde la propuesta de Muñoz
no tuvo mayor acogida.
El tema mantiene divididas a las bancadas de la oposición. En el PPD la mayoría no está por respaldar la propuesta de Muñoz. Es el caso de Jaime Quintana, Felipe Harboe, Pedro Araya y Guido Girardi.
“Una eventual formalización no es una sentencia. Hay mucho trecho entre ambos conceptos y entremedio habita la presunción de inocencia que siempre debe respetarse, más aún cuando el secretario está implementando (...) un proceso de modernización del Senado que no admite interrupción”, afirmó el senador Quintana.
El punto fue abordado en una reunión de comité el domingo, donde varios advirtieron los riesgos que una decisión así podría tener. Por ejemplo, se esgrimió que suspenderlo iba en contra de su debido proceso e, incluso, se planteó que Guzmán podría demandar al Senado.
Algunos legisladores de esa bancada también sostienen que la propuesta de Muñoz se ve como “una pasada de cuentas” a Guzmán, luego de los múltiples desencuentros que han marcado la relación.
Otro punto que destacan es
el caso del senador Manuel José Ossandón (RN), quien ya se encuentra formalizado por tráfico de influencias. Varios señalan que no se entendería que el legislador se mantuviera en su labor parlamentaria, mientras que el secretario, por una situación de menor gravedad, sea removido.
En el PS también hay visiones contrapuestas. Si bien algunos legisladores, como José Miguel Insulza o el presidente de ese partido, Álvaro Elizalde, no están por separarlo de sus funciones, otros como Carlos Montes advierten que en su calidad de ministro de fe, es necesario tomar medidas y suspenderlo.
Desde Chile Vamos, en tanto, sus representantes han advertido que no estarán disponibles para adelantar sanciones en contra del exfiscal. “No amerita una medida drástica como una salida”, afirma el senador David Sandoval (UDI).
En RN, en tanto, el senador Juan Castro sostiene que “la formalización no es culpabilidad. ¿Por qué crucificar a una persona por juntarse con sus amigos? No le veo ningún pecado. No estaría por separarlo de sus funciones”.