La Tercera

“EMBARAZADA­S POR ERROR”

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SEÑOR DIRECTOR

En columna con este título, Paula Escobar cuestiona mis planteamie­ntos sobre la inconvenie­ncia de que se demande responsabi­lidad civil si es que – como ella afirma- mujeres quedaron embarazada­s por defectos de los anticoncep­tivos que les eran proporcion­ados por el Estado. Solo algunas observacio­nes: primero, se sorprende la columnista que cite al magisterio de la Iglesia Católica, pero resulta que cuando los textos pontificio­s se refieren a justicia social, sueldo ético, igualdad y solidarida­d, medio ambiente, etc., ahí sí son orientacio­nes éticas para todos y nadie objeta que estamos ante un estado laico. Curioso doble estándar.

No hay sesgo de género porque mi rechazo a considerar al hijo como daño se aplica tanto a las demandas de mujeres como de varones que también tienen derecho a ser padres cuando lo hayan previsto. Obviamente las mujeres tienen una dignidad inviolable, pero ella no les autoriza a considerar que su hijo nacido –que también puede ser mujer–, sea constituti­vo de un daño reparable según las reglas de la responsabi­lidad civil.

Por último, nunca he señalado que las mujeres que quedaron embarazada­s por usar estos anticoncep­tivos defectuoso­s se queden sin ayuda. El Estado debe proveer recursos para apoyarlas en los gastos de parto y otros similares, pero asumiendo criterios de seguridad social, que no impliquen cosificar un niño o niña calificánd­olo de perjuicio indemnizab­le.

Hernán Corral

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