Chile y Bolivia acuerdan agenda para normalizar relaciones
Se acordó una “Hoja de ruta” y después de 11 años se retomarán las consultas políticas. El canciller, Andrés Allamand, dijo que se trata de “un compromiso recíproco de ambos países para dejar atrás una etapa particularmente conflictiva”.
34 POLÍTICA
Una reunión sostuvieron el pasado 30 de abril en La Paz representantes diplomáticos de Chile y Bolivia. Por parte de Chile asistieron el director de América del Sur, embajador José Miguel Capdevila; el director de Fronteras, Carlos Dettleff, la jefa de la División Sudamérica de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Karina Cánepa, y el cónsul general de Chile en La Paz, embajador Roberto Ubilla.
El resultado de ese encuentro fue comunicado ayer por el canciller Andrés Allamand, quien desde La Moneda anunció la “normalización” de las relaciones entre ambos países.
El ministro calificó el hito como “un compromiso recíproco de ambos países para dejar atrás una etapa particularmente conflictiva, cuyo punto más álgido fue la demanda rechazada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) e iniciar una etapa de la relación bilateral pensando fundamentalmente en el futuro. Ese es el objetivo que tiene esta normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países, ser capaces de dejar atrás las diferencias del pasado”.
En 2013, el gobierno del entonces Presidente Evo Morales, presentó ante La Haya una demanda solicitando a la corte que “falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le dé, que le otorgue, una salida plenamente soberana al océano Pacífico”. La ofensiva concluyó en 2018, cuando la CIJ -por 12 votos contra 3-, estipuló que Chile no estaba obligado a negociar con Bolivia una salida soberana al mar.
Ayer, Allamand también destacó que la agenda conjunta no implica un restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Las relaciones entre Chile y Bolivia se rompieron en 1962, cuando el Presidente boliviano, Víctor Paz Estenssoro, quebró el diálogo debido al desvío de las aguas del río de Lauca.
No se restableció hasta 1975, tras el denominado “abrazo de Charaña” entre Augusto Pinochet y Hugo Banzer, acuerdo que duró tres años. La relación se ha llevado a través de consulados, y no de embajadas.
“El tema de las relaciones diplomáticas es una materia que podrá abordarse más adelante y corresponderá, por cierto, a una decisión conjunta de ambos países. No está en la orden del día, lo que está en la orden del día es avanzar en la normalización y poner a trabajar estos distintos mecanismos que hemos establecido y el resto podrá verse más adelante”, detalló el canciller.
“Hoja de ruta 2021”
En concreto, para la “normalización” bilateral, los gobiernos de Chile y Bolivia acordaron celebrar la XXIII Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas — cuya última reunión tuvo lugar en 2010, hace 11 años—, la XV Reunión del Comité de Fronteras e Integración, así como el restablecimiento de Grupos de Trabajo y Mesas Técnicas para abordar materias de interés común.
También se concordó avanzar en una “Hoja de ruta” para este año, que contempla los siguientes temas: Comité de Fronteras e Integración; Complementación Económica; Libre Tránsito; Límites; Integración Física; Culturas; Medio Ambiente; Turismo; Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación; Cooperación; Temas Consulares; Cooperación Policial; Contrabando; Control de comercio ilegal y drogas, y Recursos Hídricos Transfronterizos.
Lo pactado en la cita diplomática de abril quedó plasmado en un documento de acuerdo.
En el comunicado que envió ayer la Cancillería, además, se explicita que “se dejó constancia de que sin perjuicio de las posiciones de ambos países respecto a la demanda resuelta —obligación de negociar acceso al océano Pacífico— y la que está en trámite en la Corte Internacional de Justicia —estatus y uso de aguas del río Silala—, las delegaciones constataron significativas coincidencias y exploraron diversas iniciativas de interés recíproco”.
Se agrega que “la delegación boliviana hizo ver sus puntos de vista respecto de tales materias, y la delegación chilena reiteró a su contraparte que la aspiración marítima boliviana era una materia definitivamente resuelta por el Tratado de Paz y Amistad de 1904, plenamente vigente, y el fallo de la Corte Internacional de Justicia de 2018, que determinó que Chile no tenía la obligación de negociar un acceso soberano al mar con Bolivia” y que “las delegaciones coincidieron en que el diálogo constructivo es el instrumento idóneo para el entendimiento e integración”.
De modo casi paralelo al anuncio de Allamand, desde Bolivia el canciller de ese país, Rogelio Mayta, se refirió también al nuevo camino bilateral.
El ministro aseguró que el proceso de diálogo con Chile se realizará “manteniendo nuestra posición histórica e irrenunciable por la reivindicación marítima; pero también comprendiendo la necesidad de desarrollar un relacionamiento bilateral con nuestros vecinos y con la finalidad de iniciar un diálogo orientado a la construcción de confianza mutua, nosotros el Estado Plurinacional de Bolivia y la República de Chile, hemos venido explorando una diversidad de iniciativas de interés recíproco”.b