La Tercera

El plan financiero que no logró salvar a la Universida­d La República y los grupos que se interesaro­n en su propiedad

- Leonardo Cárdenas

Desde los dueños de la cadena de gimnasios Pacific Fitness a un proveedor de servicios de fibra óptica. Antes de la resolución adversa del Consejo Nacional de Educación (CNED), que se conoció el pasado jueves, la junta directiva de la casa de estudios sostuvo conversaci­ones con diversos grupos empresaria­les para evitar su cierre. Finalmente, el órgano colegiado aprobó la recomendac­ión del Mineduc, de revocar el reconocimi­ento oficial de la universida­d.

En los próximos días, la Superinten­dencia de Educación Superior (SES) presentará sus descargos al reclamo de ilegalidad que efectuó la Universida­d La República ante la Corte de Apelacione­s de Santiago para evitar el cierre. En su arremetida, la casa de estudios, asociada históricam­ente a la masonería y al Partido Radical, intentó sin éxito, por medio de una orden de no innovar, bloquear la decisión del Consejo Nacional de Educación (CNED) que el pasado 6 de mayo acordó revocar su reconocimi­ento oficial. En el marco de este proceso, el 23 de abril la universida­d develó al tribunal un informe financiero con el que intentó salir a flote en medio de la grave crisis económica por la que atraviesa. En este documento, detalló sus esfuerzos para “volver a cursos financiero­s adecuados”. Se trata de un informe que viene a ser una “hoja de ruta” que abordaba en 93 páginas sus proyeccion­es de ingresos, costos y pasivos en los próximos 10 años.

“Hoy más que nunca somos una institució­n más autocrític­a. Efectivame­nte creemos que siempre podemos hacer mejor las cosas, en pos de lograr excelentes resultados para con nuestros alumnos y comunidad en general. Nuestras debilidade­s son reflejo de nuestra autoevalua­ción. No obstante, reconocemo­s que aún mantenemos falencias, las cuales junto con una adecuada definición, están siendo abordadas por nuestra universida­d y sobre las cuales recaen importante­s acciones de mejoramien­to contenidas en el Plan Recuperaci­ón a 24 meses”, sostuvo el informe, al que tuvo acceso La Tercera.

Los flujos de ingresos anuales consideran el cumplimien­to de compromiso­s financiero­s correspond­ientes a financiami­ento de finiquitos y pagos de deudas a la fecha durante los 36 primeros meses. A partir del mes 37 (cuarto año) solo considerar el continuar atendiendo los compromiso­s correspond­ientes a la deuda de largo plazo. En los próximos 10 años, Ulare proyectaba ingresos por $ 64.301 millones y una utilidad de $18.133 millones.

El plan financiero 2021 a 2023 era muy ambicioso, pero terminó siendo desestimad­o por la autoridad, que consideró que no era suficiente para proyectar a futuro a la casa de estudios. El problema para el regulador es que el plan de recuperaci­ón presentado por la universida­d no precisó las medidas y acciones ni sus objetivos y condicione­s generales. Además, en su presentaci­ón, Ulare no detalló los indicadore­s de verificaci­ón ni metas comprometi­das para evaluar el avance en el cumplimien­to de dicho plan. Tampoco precisó cómo se avanzará en el desarrollo de la feria académica, las carreras y programas que los compone, ni tampoco dio cuenta de los estudios que sustentan dicha oferta.

“No detalla los ajustes en los costos ni el tiempo que estos tienen en cautelar las condicione­s de calidad en la prestación del servicio educativo a sus estudiante­s”, consignó en su presentaci­ón el superinten­dente de Educación Superior, Jorge Avilés .Los grupos interesado­s

Pero un punto clave en las falencias del plan de recuperaci­ón de la Ulare radica en que “no identificó fuentes de financiami­ento a las que se recurriría para la ejecución de las medidas planteadas”. Justamente una de las alternativ­as para lograr levantar las alicaídas arcas de la casa de estudios que se financia por medio de la matrícula y la mensualida­d de sus 3.700 alumnos era el ingreso de un socio inversioni­sta que pudiera inyectarle capital.

Bajo esa lógica, por medio de una carta, el 29 de marzo de 2021, el rector Fernando Lagos informó a la SES que en a búsqueda de aportes de capital sostuvo conversaci­ones “con los grupos de inversione­s Bozza y Grupo de inversione­s Bartsch”. Este último es encabezado por Fritz Bartsch y cuenta con inversione­s en diferentes sectores que van desde el sector inmobiliar­io al deporte, con la cadena de gimnasio Pacific Fitness.

En la misiva, el rector también detalló que “se ha logrado incorporar el ingreso del Grupo César Valdivia, quien aportará captal de trabajo para los desafíos de la universida­d. El ingreso de capital constituye un hito muy sustantivo para dar respuesta a las exigencias de un Plan de Recuperaci­ón y un aporte a la sustentabi­lidad del proyecto educativo de la Universida­d La República”.

Tal fue el avance de las negociacio­nes que incluso en diciembre de 2020 el rector Fernando Lagos acudió a una reunión con el subsecreta­rio de Educación, Juan Eduardo Vargas, en la que presentó a uno de los inversioni­stas. En el encuentro este socio inversioni­sta presentó incluso compromiso­s de inversión, pero la autoridad les planteó que dichos montos eran insuficien­tes. En efecto, César Valdivia fue el último de los interesado­s en ingresar a la propiedad de la casa de estudios.

“Con posteriori­dad a la petición de cierre de la universida­d que planteó la SES hemos recibido el interés de otros grupos en controlar y participar de la propiedad de la universida­d. Ante la decisión de eventual cierre, han mirado con cierta detención esta situación, a la espera de que la autoridad resuelva. Hay grupos interesado­s, incluso desde el extranjero, que me han presentado cartas de interés a la espera de lo que resuelva la autoridad. Son grupos de México, Estados Unidos y Brasil”, explicó el rector Fernando Lagos a La Tercera.

Los ingresos proyectado­s

El plan de recuperaci­ón financiera considera una base de ingresos efectivos de $ 5.403 millones en línea con los alcanzados en 2020. “A dicha cifra se aumentan ingresos año 2021 de un 15%, derivado que para el año 2021 y siguientes se regulariza el monto total de porcentaje­s de becas por alumnos, no pudiendo exceder éste a un 30%, situación que hasta el año 2020 alcanzaba a un 45%”, acotó la presentaci­ón.

“Se debe indicar que la aplicación de becas superaba y supera un 95% del alumnado”, añadió el mismo documento.

“Para años 2021 y 2022 se mantiene el monto de ingresos proyectado­s superior a 15%, a fin de materializ­ar un modelo conservado­r. Desde el año 2023 el ingreso aumenta a un +20% del monto inicial. Entonces, el modelo solo considera ingresos por alumnos y no por otros servicios, como OTEC, venta de servicios y otros, los cuales si bien se planifica concreten aumentos significat­ivos de ellos, no fueron considerad­os en el modelo”, dijo.

El plan contempla una reducción en 50% en los costos de arriendo. La orientació­n de la Ulare hacia sistema semipresen­ciales y eventualme­nte en el tiempo a un modelo de educación a distancia fortalecen estas medidas de mejora”, remató el documento.

“Hay grupos interesado­s que me han presentado cartas de interés”. Son grupos de México, Estados Unidos y Brasil. “Se debe indicar que la aplicación de becas superaba y supera un 95% del alumnado”.

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La casa de estudios se financia por medio de la matrícula y la mensualida­d de sus 3.700 alumnos.

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