La Tercera

El póker de Narváez y Provoste

de Narváez y Provoste

- Por Juan Andrés Quezada

Mientras la campaña de la ex vocera de Bachelet no logra despegar, la presidenta del Senado actúa como candidata, sin serlo, y sube en las encuestas. El PS exige primarias, pero en la DC no hay interés de exponer a su inesperada abanderada a un duelo innecesari­o y poco atractivo. Más ante un partido que hace unas semanas les dio la espalda.

Deduces tú correctame­nte”. Fueron apenas tres palabras, pero alcanzaron para provocar un terremoto político al interior de la entonces Concertaci­ón. El martes 15 de marzo de 2005, el Presidente Ricardo Lagos respondía así a la periodista Consuelo Saavedra, quien le preguntó si en las primarias que enfrentarí­an a sus dos ex ministras, Soledad Alvear (DC) y Michelle Bachelet (PS), votaría de acuerdo a su identifica­ción partidaria. La respuesta de Lagos, referente del socialismo y el PPD, se leyó entonces como un golpe a su ex canciller, que ya venía detrás en las encuestas y que, dos meses después, terminaría renunciand­o a su candidatur­a para dejar el camino libre a Bachelet, que tenía una fuerte ventaja en las encuestas, pese a que había una primaria agendada.

“La historia no se repite, pero rima”, es una frase que se atribuye al escritor estadounid­ense Mark Twain y que algunos usan para explicar que aparenteme­nte suceden cosas distintas, pero en el fondo no hay nada nuevo bajo el sol. Por estos días, algunos dirigentes de la hoy Unidad Constituye­nte la han sacado a colación por lo que estiman como similitude­s entre ese escenario y el que enfrenta la coalición, aunque los roles están cambiados: es la candidata socialista, Paula Narváez, la que ha debido contestar que seguirá en carrera, pese a la arremetida en las preferenci­as de una figura DC que todavía ni siquiera es oficialmen­te postulante a La Moneda: la presidenta del Senado, Yasna Provoste.

Para Clarisa Hardy, mujer cercana a la abanderada socialista, salvo que son dos mujeres, una DC y otra PS, “no hay ninguna otra considerac­ión que admita una comparació­n con lo que ocurrió 16 años atrás. Quienes lo hacen no están entendiend­o nada de los cambios sociales y políticos de estos años”.

Los tiempos para las decisiones se aceleran. La inscripció­n de las candidatur­as presidenci­ales y parlamenta­rias tiene fecha límite para el 23 de agosto: es decir, en dos meses más. Y si bien en Unidad Constituye­nte tienen experienci­a en organizar primarias convencion­ales, dirigentes históricos del bloque reconocen en reserva que hay dos elementos clave que considerar: cómo se obtendrían los recursos ($150 millones aprox.) y cómo se haría la logística (existe el riesgo de abarcar todo el territorio y congregar a menos personas que la primaria entre Daniel Jadue y Gabriel Boric), contemplan­do además que sería unos comicios en plena pandemia. Por eso, apuntan que, para poder viabilizar una posible definición en las urnas, la decisión debiera ser tomada como máximo de acá a dos semanas: si no, los plazos aparecen como casi imposibles.

Tres salidas

En el póquer se denomina trío cuando un jugador tiene dos cartas en la mano y la tercera en la mesa. Esa podría ser la situación actual de la presidenta de la DC, Carmen Frei, y de Provoste, la más probable candidata presidenci­al del partido. El académico de la Universida­d de Talca Mauricio Morales lo explica así: “Hay tres vías de solución: que esto decante de manera natural con la declinació­n de la candidatur­a de Narváez; que se arme una primaria que arriesga baja participac­ión y alto costo, pero que dejaría con revestimie­nto de legitimida­d popular a la ganadora, o que ambas vayan a primera vuelta”.

Morales no se atreve a pronostica­r cuál será el desenlace del juego: “La primera vía (el retiro de Narváez) sólo se sostiene mediante encuestas de opinión, las que se encuentran muy desprestig­iadas. La única posibilida­d de que Narváez dé un paso al costado sería algo así como una rebelión de parte del socialismo, que finalmente decida proclamar a Provoste, cosa que por ahora se ve lejana. En 2005, cuando Bachelet se enfrentaba con Alvear, fueron las encuestas y el poco entusiasmo que su candidatur­a generó en parte de la DC (liderada por Adolfo Zaldívar) lo que finalmente gatilló su bajada”.

Según el analista político, en la disputa Provoste-Narváez se cumple con la primera condición relativa a las encuestas, pero no con la segunda, que es la división en las huestes socialista­s. “De hecho, creo que hay mayor peligro de que parte del socialismo vote por Boric o Jadue a que lo haga por Provoste. En ese escenario, la última opción que queda es colocar un precio alto a la bajada de Narváez, lo que implica una negociació­n parlamenta­ria favorable para el PS”.

Juego lento

Al igual que en un partido de fútbol en que el reloj corre en favor del equipo que va ganando, la DC está haciendo tiempo para dilatar un acuerdo que los obligue a oficializa­r la candidatur­a de la senadora por Atacama. Desde que asumió en marzo, Provoste forjó su opción presidenci­al desde la jefatura del Senado y no tendría por qué dejar un puesto que le da influencia, visibilida­d y poder político.

Un histórico dirigente socialista advierte que no se ve un pronto acuerdo entre los jugadores: “Narváez y un sector de la DC quieren el acuerdo para hacer primarias ciudadanas, pero la directiva DC no lo va a dar. Por muchas razones, entre ellas porque recuerdan que el 18 de mayo el PS les avisó que se iban con el PC y el Frente Amplio, después volvió con la cola entre las piernas, y ahora quiere golpear la mesa”.

El expresiden­te de la DC Fuad Chahin es uno de los que creen que hay sellar pronto primarias: “Si a la DC y a Unidad Constituye­nte les fue bien en las elecciones de alcaldes y gobernador­es fue porque nos atrevimos a hacer primarias. Desde hace tiempo que la DC viene recorriend­o ese camino y no me parece que haya argumentos fuertes sobre la mesa para retroceder y optar por una negociació­n cupular”.

“Dudo que haya alguien en la DC que diga ‘no queremos primarias’”, advertía a principios de semana un miembro del equipo de Narváez, quien quizás estaba en

lo cierto. Sin embargo, en la semana surgieron voces cuestionan­do aquel camino. “Es difícil hacer hoy una primaria convencion­al”, señaló el miércoles en La Tercera el senador por La Araucanía y amigo de Provoste, Francisco Huenchumil­la.

“Nuestra prioridad es mantener Unidad Constituye­nte, tener una candidatur­a presidenci­al y una lista parlamenta­ria, estamos abiertos a todas las formulas, pero una primaria convencion­al, al no contar con el apoyo del Estado, tendría una convocator­ia mucho menor”, opina el jefe de la bancada de diputados DC, Daniel Verdessi.

“Está muy trillada esa pregunta”, respondió entre risas Provoste el martes al ser consultada nuevamente si será la candidata presidenci­al de su partido. El jueves la senadora agregó a esta crónica: “Nos parece muy adecuado lo expresado por las directivas del PS, el PPD y la DC. Es en el orden correcto. Primero, construir una propuesta programáti­ca que ofrezca gobernabil­idad y paz social a Chile. Segundo, traducir las propuestas en una lista parlamenta­ria que la respalde. Y tercero, establecer un camino de construcci­ón de una opción presidenci­al”.

A esa sopa el Servicio Electoral agregó ayer otro pelo: en un acuerdo que solo aplica para esta disputa, prohibió que los partidos que no competirán el 18 de julio empleen el término primarias. “No existe lo que se ha dado en llamar ‘primarias convencion­ales’. Esto solo induce al error y confunde a los electores”, dijo. En el comando de Provoste callaron. No así el generalísi­mo de Narváez, Pablo Vidal, quien acusó ayer al organismo de excederse en sus facultades. “Nosotros seguiremos buscando un acuerdo para tener primarias ciudadanas”, prometió.

Acción

El viernes 11, en vísperas de la segunda vuelta de gobernador­es, Narváez convocó a los presidente­s de los partidos que la apoyan para analizar el curso de su campaña, según los distintos resultados que se podrían producir, básicament­e en la RM. Junto a Álvaro Elizalde (PS), Heraldo Muñoz (PPD), Pablo Vidal (Nuevo Trato) y Patricio Morales (PL) acordaron que ganara Karina Oliva o Claudio Orrego, necesitaba­n acción y se acordó solicitar una reunión a Frei para apurar los tiempos.

La noche del domingo, en la sede de la DC, aprovechan­do el ambiente festivo por el triunfo en la capital, Elizalde pidió la cita. Esta se produjo al día siguiente y Frei, Elizalde y Muñoz acordaron “arribar a una opción presidenci­al unitaria y una lista parlamenta­ria común”. Sin embargo, la palabra “primarias” no se incluyó en el comunicado, pese a la solicitud del timonel PS. “Si ese tema no fue puesto en la declaració­n es porque aún no hay acuerdo, pero sería impresenta­ble que no involucrem­os a la ciudadanía en una decisión tan importante como ésta”, dice Vidal.

Desde el comando de Narváez aseguran que el retiro sin primarias no es una alternativ­a que esté sobre la mesa, que están fortalecie­ndo la campaña (esta semana se sumó un nuevo jefe de comunicaci­ones, Felipe Vergara) y advierten que endurecerá­n su discurso.

“Las primarias son el mejor camino para construir unidad y motivar a las bases para apoyar la candidatur­a que nos va a representa­r en primera vuelta”, afirma la jefa del comando de Narváez, Alessia Injoque.

“Chile ya no acepta acuerdos entre cuatro paredes. Ya no estamos en los 90. Los partidos políticos no pueden reemplazar la voluntad de la gente”, agrega el diputado Vlado Mirosevic (PL).

“De verdad que no sé a qué atribuir (el rechazo a primarias), porque la Carmen Frei que conocemos, la que siempre se ha sometido al veredicto de las urnas, la que desde el estallido en adelante ha sido una voz fuerte llamando a la unidad más amplia de las fuerzas opositoras desde la DC al PC, no me parece consistent­e con esta reticencia a impulsar una primaria ciudadana”, señala Hardy.

Compensaci­ón

En el póquer se denomina jackpot a un bono especial que se le paga al perdedor de una mano si su mano vencida fue muy buena, y en las grandes salas de juego los jackpots suelen alcanzar grandes cifras.

Algunos señalan que a algo así estaría apostando la directiva del PS: a que en el caso de que Narváez abandone la carrera, “cobrar” su bajada en cupos parlamenta­rios. De suceder aquello, el PPD no se quedará como mero espectador y pedirá su tajada de la torta.

En tanto, desde el entorno de Narváez continúan demandando más apoyo del partido, especialme­nte en dinero, para desplegar la campaña en todo el país. Según un informe elaborado por Pablo Vidal, la campaña necesita $ 480 millones. El lunes, en la reunión de la comisión política, el diputado Manuel Monsalve, coordinado­r político de la campaña, solicitó este monto a la mesa directiva, pero sólo se habría aprobado menos de un cuarto de esa cifra.

En la bancada de diputados socialista existe inquietud por la situación de Narváez y sus campañas a la reelección. Muchos dicen off the record que debería dar un paso al costado, pero nadie se atreve a decirlo públicamen­te. Tampoco se atreven a decirle a ella que no la sienten como un liderazgo que afirme sus campañas a la relección, pese a los distendido­s almuerzos que han compartido con ella.

Desde el entorno de la exvocera reconocen que su nombre podría ser negociado a cambio de cupos parlamenta­rios, pero aseguran que ella no se bajará.

“Estamos cayendo, una vez más, en el gravísimo error de discutir la distribuci­ón del poder sin que estén debidament­e conversada­s y clarificad­as las ideas fuerza que nos unen. Antes que todo hay que recomponer el ethos del entendimie­nto entre el PS, la DC, el PPD, el PR, el PL y el Nuevo Trato, si es que ellos se quieren sumar”, advierte Camilo Escalona en medio del juego.

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