LO QUE TIENES QUE SABER
Una semana en política –a veces- parece una eternidad. El pasado domingo se realizó la segunda vuelta para la elección de gobernadores, y ya las urgencias son otras. Para el registro va a quedar la estrepitosa jornada electoral del oficialismo: 15 regiones serán encabezadas por dirigentes de la oposición –incluida la Región Metropolitana- y solo en La Araucanía la derecha obtuvo un triunfo. Evidente que lo de la capital merece una reflexión aparte. Por primera vez chocan de manera frontal –sin presencia oficialista- los dos proyectos de izquierda que están en la cancha. El triunfo de Claudio Orrego (DC) representante de la Unidad Constituyente sobre Karina Oliva (Comunes) de la Alianza del Frente Amplio y el PC todavía atiza interpretaciones. Desde la más simplista –que la derecha dio la victoria al DC- hasta otras que se han evidenciado más certeras, como el despertar de un sentimiento de orgullo quizás generacional respecto a las bondades de los vilipendiados 30 años; la evidencia de que un candidato tenía mejores credenciales de gestión que la otra o que no se logró incentivar la participación de los partidarios y –particularmente- un hastío ciudadano con los intentos de polarización exacerbada de la izquierda más radical de un grupo de ciudadanos que sí estuvo disponible para marcar su rechazo en las urnas. La infame frase de la derrotada candidata del FA respecto a que “el miedo cambió de bando” parece resumir una lógica –enhorabuenaque no convoca al electorado. Nadie debería nunca votar con miedo o por miedo. La baja convocatoria de participación general merece –en todo caso- una reflexión profunda de parte de todos los incumbentes en el sistema político. En la Unidad Constituyente en tanto- comenzó el contrarreloj para el esperado duelo entre Paula Narváez (PS) y Yasna Provoste (DC) por la definición del candidato único de la centroizquierda. La carta socialista encara cuesta arriba la recta final, toda vez que la presidenta del Senado no muestra interés en dejar su vitrina y embarcarse en una primaria convencional. Y por el lado de Chile Vamos, Joaquín Lavín y Sebastián Sichel comienzan a delinear el duelo oficialista más candente. Súmele que esta semana el Tricel ratificó a los 155 constituyentes cuya misión será ofrecer un nuevo trato al país. Que estén a la altura.