HOTEL PUNTA PIQUEROS: LA VERDAD
Y la marea de ataques, mentiras, errores, imágenes maliciosas y falsos intereses con los que se ha tratado por todos los medios de ocultar a la ciudadanía que es un proyecto viable.
“Hotel Punta Piqueros” es un proyecto seguro, viable, cuya construcción sólo se ha realizado tras obtener los permisos habilitantes, emplazado en la zona costera de Concón y que se ha visto afectado por una campaña mediática de la Corporación Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar basada en desinformar a la opinión pública. Hoy, sus dueños, cansados de tanta injusticia y manipulación, hemos decidido hacer ver la verdad sobre este proyecto, que busca otorgarle a Concón un hotel 5 estrellas, operado por una empresa de prestigio mundial y que sea una fuente de trabajo para alrededor de 300 familias. Quienes sostenemos el proyecto somos familias con antiguo vínculo y arraigo con Valparaíso, Viña del Mar y Concón y que llegamos a él en 2008, tras adquirir un terreno que contaba con un novedoso plan de arquitectura y paisajismo y con todos los trámites municipales previos que se requerían para avanzar en un proyecto definitivo. Tras un largo proceso, que incluyó la aprobación unánime del Concejo Municipal de Concón por aplicación de la Ley Lorca que protege al borde costero, se le otorgaron los permisos pertinentes y basándose en éstos, se inició la construcción. Ya en esa etapa, por primera vez enfrentamos a nuestro contradictor, que en un principio se presentó como una entidad ambientalista, pero que a poco andar al carecer de argumentos, fundamentos técnicos y respaldo, fue cambiando su objeto de resguardo, acomodándolo a su estrategia hostil. Con la obra gruesa casi terminada, la Corte Suprema (tras fallos en primera instancia y en la Corte de Apelaciones de Valparaíso favorables al proyecto) ordenó que la construcción se paralizara “mientras” no se aprobara un Estudio de Impacto Ambiental, lo que fue inédito para un proyecto de este tipo (pues no se encuentra dentro de los enumerados en los artículos 10 y 11 de la Ley General de Bases del Medioambiente). Por lo anterior, paralizamos la construcción y llevamos a cabo un Estudio de Impacto Ambiental. Sólo cuando éste fue aprobado, de forma unánime por las autoridades pertinentes, y después que la I. Municipalidad de Concón dictara un decreto restableciendo en todos sus términos los efectos el permiso de edificación, reanudamos las obras, cumpliendo con lo ordenado por la Corte Suprema, puesto que ella había señalado que el permiso de edificación quedaba sin efecto “mientras” (o “durante el tiempo en que”, según la RAE), no se obtuviera la aprobación ambiental. Pero el antagonismo seguía y con el hotel a 6 meses de su apertura, con nuevos argumentos, la obra fue otra vez atacada, logrando que la Corte Suprema suspendiera su avance. Esta vez explicitando que “mientras” para ella significaba “anular”, por lo que la inmobiliaria debía obtener un nuevo Permiso de Edificación, que contara con el requisito previo de una Resolución de Calificación Ambiental favorable. La estrategia de la confusión había tenido un éxito que mostrar. De buena fe pensamos que este era un fallo en el que se nos planteaba un camino a seguir, con un requisito que ya habíamos cumplido (aprobación de Estudio de Impacto Ambiental). Pero había un grave problema: la Corte no había considerado que, en el intertanto, el Plan Regulador Comunal de Concón había sido modificado, cambiando la constructibilidad en la zona, por lo que lo ya edificado sobrepasaba lo permitido… Hemos resumido la situación legal sólo en sus hitos principales, pero los largos años de disputas y diversos frentes que nos ha hecho enfrentar este opositor en diversos tribunales de la República (muchos con derrotas para ellos) no sólo ha retrasado el proyecto sino que ha encarecido la inversión en casi un 90% y se ha privado mezquinamente de fuentes de trabajo a un gran número de familias que veían en Punta Piqueros una esperanza para una zona donde, lamentablemente, las cifras de desempleo no son alentadoras. Hoy nos vemos enfrentados a un nuevo ataque: la solicitud de demolición. Y la verdad, frente a la falta de certeza jurídica que nos ha tocado enfrentar, ya no sabemos qué esperar… Lo que sí sabemos es que esta solicitud de demolición confirma que no hay, ni ha existido nunca, una preocupación ambiental en la postura contraria, sino que, tal como lo ha hecho con diversos proyectos de la zona, con medias verdades, busca entorpecerlos sin medir sus consecuencias, como las que serían, en este caso, el gravísimo impacto ambiental que tendría su demolición. Hemos tenido que soportar grandes perjuicios, pero siempre hemos perseverado en el trabajo, pues tenemos la convicción de que es un gran proyecto para la región de la que provienen nuestras familias. Esa certeza la han sostenido profesionales y técnicos de reconocido nivel. Se nos ha recomendado ejercer acciones legales contra la Municipalidad, ya que siempre actuamos, de buena fe, amparados en permisos otorgados por ella. Pero hemos seguido adelante, convencidos de que este es un proyecto que dará un impulso a la zona y que será un atractivo para sus visitantes, los que podrán alojarse en un hotel con altos estándares de construcción, servicio y seguridad, el que incluso ha sido el primero aprobado bajo la norma #3363 del Minvu, sobre construcción en zonas expuestas a sufrir tsunamis y sometiéndose, de forma exitosa, al examen simulado del mayor evento que se tiene registrado de este tipo, el terremoto y tsunami de 1730. Es más, la última marejada fue soportada por la construcción sin sufrir ningún perjuicio, lo que le consta hasta a la Superintendencia del Medio Ambiente que inspeccionó el hotel una vez que éstas finalizaron. Somos los primeros interesados en tener un proyecto seguro y en que los atributos naturales de la zona se preserven para difundirlos a quienes todavía no los conocen. Nos motiva además que exista un plan concreto que preserve y difunda los atractivos que la bahía de Valparaíso tiene para ofrecer a sus habitantes y visitantes. Pero también nos interesa, de sobremanera, que en Chile se cumpla la ley, se respeten las condiciones que se plantean a los inversionistas y emprendedores y que no siga creciendo el clima de incertidumbre que le ha tocado vivir a muchos que, como nosotros, han confiado en las autoridades y la legislación chilena, pero que, en los hechos, han sido sometidos a un camino de incertezas que no hace más que desincentivar a quienes quieren ofrecer iniciativas de progreso y desarrollo a las regiones y personas que, en estos tiempos más que nunca, tanto lo necesitamos. Inmobiliaria Punta Piqueros S.A.