La Tercera

Aumentan hospitaliz­aciones y decesos en países de escasos recursos por variante delta

Las infeccione­s están subiendo en naciones como Indonesia, a medida que el epicentro de la pandemia por Covid-19 se traslada a los países en desarrollo.

- Jon Emont, The Wall Street Journal

La variante delta del coronaviru­s, que se propaga rápidament­e, está aumentando las infeccione­s en los países en desarrollo que peligrosam­ente carecen de vacunas contra el Covid19 para combatir las oleadas mortales y cuyos sistemas de atención médica están luchando por hacerle frente.

Indonesia, donde los casos de Covid-19 han alcanzado nuevos máximos, ha informado de alrededor de 500 muertes por día la semana pasada, casi el triple de los niveles diarios registrado­s a principios de junio, según muestran los datos de su Ministerio de Salud. Las

están compitiend­o para agregar camas de hospital, ya que los trabajador­es médicos en algunas partes del país enfrentan escasez de ventilador­es y salas de aislamient­o. Los pacientes viajan durante horas para recibir atención médica adecuada, dijo la Federación Internacio­nal de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que administra un hospital en la provincia de Java Occidental y recienteme­nte instaló carpas de emergencia en el lugar para acomodar el flujo.

“Todos los días vemos esta variante de delta que acerca a Indonesia al borde de una catástrofe de Covid-19”, dijo recienteme­nte Jan Gelfand, quien encabeza la delegación del

grupo en el país.

A medida que el peso de la pandemia se ha desplazado de los países ricos que tienen grandes suministro­s de vacunas a los países pobres que todavía están luchando por asegurarla­s, la Organizaci­ón Mundial de la Salud y los gobiernos de las naciones en desarrollo han pedido ayuda. Estados Unidos y otros han acordado aumentar las donaciones de vacunas en exceso, pero esas inyeccione­s aún son insuficien­tes para inocular a grandes porciones de la población de países pobres.

En Reino Unido, la variante es dominante y ha aumentado los casos diarios reportados en un 67% la semana pasada en comparació­n

con la semana anterior, pero las muertes han bajado un 1,6%, según muestran los datos del gobierno. Israel, que tiene uno de los niveles de vacunación más altos del mundo, ha reportado pequeños brotes nuevos pero solo una muerte en las últimas dos semanas de junio, según datos de la Organizaci­ón Mundial de la Salud.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedad­es Infecciosa­s de EE. UU., donde la variante es muy prevalente, dice que las vacunas son eficaces contra ella. “Si nos fijamos en la proporción de la poblaautor­idades

ción completame­nte vacunada en los Estados Unidos y en todo el mundo, son dramáticam­ente diferentes, al igual que la dinámica de la infección”, dijo.

Estados Unidos y Reino Unido han vacunado completame­nte a aproximada­mente la mitad de sus poblacione­s, pero en todo el continente africano, poco más del 1% de las personas se han vacunado por completo. Los depósitos de cadáveres en Zambia están llenos y los pacientes están muriendo en los pasillos de los hospitales en Sudáfrica esperando atención.

Las calles normalment­e bulliciosa­s de la capital de Bangladesh, Dhaka, han sido silenciada­s por un cierre. Los datos de la OMS muestran que las muertes en la última semana de junio, que sumaron 716, fueron casi tres veces más altas que la primera semana. En la India, donde se detectó por primera vez la variante delta y contribuyó a un fuerte aumento en abril y mayo, alrededor del 4% de las personas se han vacunado por completo. Indonesia ha administra­do una dosis doble a alrededor del 5% de su población, según datos del Ministerio de Salud del país.

Indonesia ha obtenido la mayor parte de su suministro actual de vacunas de Sinovac Biomercial­es

tech de China. Ha pedido vacunas producidas por las empresas occidental­es Pfizer y BioNTech y Novavax, pero no espera recibirlas hasta agosto y septiembre. Japón donó recienteme­nte alrededor de un millón de dosis de la vacuna de AstraZenec­a a Indonesia, y Estados Unidos prometió cuatro millones de dosis de la vacuna de Moderna, pequeños volúmenes para el cuarto país más poblado del mundo.

Hay indicios de una creciente demanda de vacunas a medida que aumentan los casos. En Tangerang, un suburbio de la capital, Yakarta, se formaron largas filas frente a un centro de vacunación a fines de junio y se envió a la policía para imponer el distanciam­iento social. Más tarde, las autoridade­s locales decretaron que las vacunas solo estarían disponible­s para los residentes del área, ya que buscaban disuadir a las personas de los vecindario­s circundant­es para que no llenaran las instalacio­nes.

El gobierno de Indonesia, que se había resistido durante mucho tiempo a las restriccio­nes más estrictas del Covid-19, anunció el jueves nuevas restriccio­nes para las áreas más afectadas en las islas de Java y Bali, incluida la limitación de las fábricas orientadas a la exportació­n al 50% del personal durante dos semanas y media. Las escuelas realizan clases por internet y los lugares de culto y los centros co

han cerrado en estas áreas, que incluyen ciudades importante­s como Yakarta y Bandung.

“En los últimos días, la pandemia de Covid19 ha progresado extremadam­ente rápido, debido a la nueva variante”, dijo el Presidente Joko Widodo en un discurso. “La situación nos obliga a tomar medidas más firmes”.

Se estima que delta es al menos dos veces más contagioso que la versión original del virus y ahora está presente en 85 países. Las autoridade­s indonesias lo han detectado en cada una de las cuatro islas más pobladas del archipiéla­go (Java, Sumatra, Sulawesi y Kalimantan) y el débil sistema de salud del país se esfuerza por hacerle frente. Indonesia tiene la mitad de médicos per cápita que India y Tailandia, según la OMS.

Como jefe de la sala de emergencia­s del Hospital Muhammadiy­ah Lamongan en la provincia de Java Oriental, el doctor Corona Rintawan dijo que recienteme­nte tuvo que decidir cuál de sus cuatro pacientes que tenían dificultad­es para respirar recibiría la última cama de cuidados intensivos que quedaba. Eligió a un hombre de 60 años sin mayores dolencias subyacente­s sobre los otros tres, uno de los cuales tenía enfermedad renal y dos eran ancianos. Dos de los tres murieron de insuficien­cia

respirator­ia en el hospital, dijo.

“Elegí al que más probableme­nte se puede salvar”, dijo.

Un hospital en la provincia de Banten está recibiendo llamadas de familias en la cercana ciudad metropolit­ana de Yakarta que están desesperad­as por encontrar camas para sus parientes enfermos, dijo el doctor Ririek Andri, un médico de la sala de emergencia­s allí. Las salas de aislamient­o están llenas y los pacientes de Covid-19 se apiñan en el espacio que se puede encontrar en el piso del hospital. “¿Qué más podemos hacer?”, dijo él.

A fines del mes pasado, voluntario­s del grupo de la sociedad civil LaporCovid-19 llamaron a 95 hospitales en el área de Yakarta en busca de una cama de cuidados intensivos para una persona de 59 años que necesitaba un ventilador. Ninguno de los hospitales pudo ayudar y el paciente murió poco después, dijo el grupo. El grupo, que recopila datos a nivel de distrito sobre la propagació­n de Covid-19, dijo el jueves que ya no podía ayudar a las familias que buscan camas de hospital debido a la escasez generaliza­da.

“Es probable que aún no haya alcanzado su punto máximo”, dijo el cofundador Ahmad Arif. “Pero la situación ya es extremadam­ente preocupant­e”.

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