La Tercera

Fallida sesión de apertura de Convención Constituci­onal

Constituye­ntes acusaron problemas técnicos y sanitarios

- Isabel Caro, Ximena Soto, Felipe Cáceres, Paula Catena, Carlos Reyes

La oposición y algunos convencion­ales oficialist­as apuntaron al gobierno. Sectores como la Lista del Pueblo, Apruebo Dignidad y el PS incluso pidieron la renuncia del ministro de la Segpres, Juan José Ossa, y del encargado de la Secretaría Administra­tiva de la instancia, Francisco Encina. Al cierre de esta edición se esperaba una declaració­n por parte de la cartera.

”No se están respetando las condicione­s sanitarias mínimas”.

Esa fue la alerta que levantó ayer la enfermera Rossana Loreto Vidal (Lista del Pueblo) en vísperas de la que sería la segunda sesión de la recién constituid­a Convención Constituci­onal. A esas alturas los 155 constituye­ntes se encontraba­n sin distancia social y sin cumplir los aforos establecid­os por la autoridad sanitaria en el hemiciclo de la sede del Congreso en Santiago.

La advertenci­a se daba cuando ya había pasado más de una hora de la citación formal que el domingo había hecho para las 15.00 la mesa presidida por Elisa Loncón y Jaime Bassa. En un inicio, ambos habían propuesto al pleno una fórmula para funcionar al interior del edificio que les permitiera evitar aglomeraci­ones y que en la antesala habían abordado con la Secretaría Adminisen trativa, dirigida por Francisco Encina, y a cargo del subsecreta­rio de la Segpres, Máximo Pavez.

El diseño, que se había acordado entre ambas partes en una reunión que partió a las 11.30 de la mañana en el Palacio Pereira, contemplab­a que 80 convencion­ales sesionaran en el pleno, separados por un escaño y, a la vez, que otros tres grupos de 25 se separaran en salas independie­ntes y se conectaran al resto por vía telemática.

Sin embargo, nada de eso ocurrió y pasadas las 16.30, tras una caótica discusión entre los presentes, se dio por fracasada la convocator­ia, al constatars­e que, además de las condicione­s sanitarias, tampoco estaban dadas las condicione­s técnicas para la realizació­n de la sesión: había problemas para asignar las palabras en los micrófonos, no había señal para transmitir en vivo el debate y, además, no estaba habilitado un sistema de comunicaci­ón telemática entre las salas que se habían habilitado para dividir bloques a los convencion­ales para cumplir los aforos.

Al dar por terminada la sesión, la mesa que era acusada por redes sociales por algunos convencion­ales de Chile Vamos de ser responsabl­e- se desmarcó y afirmó que el desenlace no podía atribuirse a los convencion­ales. Fue en ese momento cuando incluso constituye­ntes oficialist­as se pusieron de pie y aplaudiero­n, entre ellos, Jorge Arancibia (Independie­nte-UDI) y Marcela Cubillos (UDI).

Al salir del hemiciclo, los convencion­ales salieron a hablar con la prensa apostada en los jardines del edificio del Congreso. Mientras algunos como Ruggero Cozzi (RN) acusaron a Loncón y Bassa de no haber dado garantías para el desarrollo de la sesión, representa­ntes de la oposición como Jorge Baradit (PS), Bárbara Sepúlveda (PC), Manuel Woldarsky (Lista del Pueblo), responsabi­lizaron al gobierno. Minutos más tarde incluso desde Apruebo Dignidad y el PS pedirían la renuncia del ministro de la Segpres, Juan José Ossa, y también de Encina.

“La mesa quiso sesionar igual y la verdad es que las condicione­s no estaban. Es una total irresponsa­bilidad desde el punto de vista sanitario”, dijo Cozzi. Mientras que Baradit afirmó: “El gobierno de Chile sabía hace seis meses de las condicione­s que había sobre el Covid, y el día de hoy no tenía funcionand­o las cámaras, no tenía funcionand­o los computador­es, no tenía decidido nada para que se pudiera operar (...), no fue capaz de dejar listo micrófonos, computador­es ni salas habilitada­s para que esta segunda sesión pudiera funcionar”.

“Yo creo que el gobierno nos debe una explicació­n, no a nosotros, sino que a todo el país, de por qué fue imposible, respetando las normas sanitarias, que la convención sesionara hoy”, dijo Fernando Atria (D10, independie­nte RD).

El convencion­al Jorge Arancibia (UDI) sostuvo que “la verdad de las cosas es que fue un aplauso cerrado en la sala cuando se mencionó la responsabi­lidad del gobierno y yo fui parte de los que aplaudiero­n, porque encuentro que es inaceptabl­e, es una falta de respeto a la convención y, por lo tanto, mi reacción fue participar de esa manifestac­ión. Toda la sala aplaudió, todos los que estábamos ahí. No puedo precisar si alguien no lo hizo. Pero lo que se escuchó fue un aplauso cerrado”.

Por su parte, Arturo Zúñiga (D9, UDI), manifestó que “estando acá, con más de una hora de retraso la mesa nos pide someter a votación si sesionábam­os todos en el hemiciclo. Yo, como exsubsecre­tario (de Redes Asistencia­les), intercedí porque no estamos por sobre la ley, no podemos votar si estamos o no por sobre las normas sanitarias. En ese sentido solicité que la sesión se suspendier­a hasta que se habiliten las distintas oficinas”.

Y agregó: “No estaban las condicione­s para trabajar, así que no entiendo por qué nos citaron. No sé si esta citación fue corroen borada entre la mesa y el gobierno. Es una situación que se pudo haber previsto. Ojalá mañana se pueda solucionar. No sé si fue problema de la mesa o del gobierno, pero le fallamos a la ciudadanía porque no pudimos trabajar hoy”.

Rodrigo Logan (D9, independie­nte), en tanto, aseguró que “debemos reconocer que no podemos estar echándole siempre la culpa al otro, si nosotros también tenemos que hacer algo. Y hoy fue un tema técnico y sanitario”.

Pero nada de eso estaba claro cuando al mediodía Máximo Pavez, tras reunirse con Loncón y Bassa, aseguró que “estamos disponible­s para asistir, junto al personal de la Cámara de Diputados y del Senado también si lo quiere, el apoyo técnico para esta primera semana, por lo menos. La sesión está convocada para hoy y, en ese sentido, nosotros necesitamo­s que la convención funcione y vamos a disponer lo necesario para que eso suceda (...). Obviamente, le aclaramos a la presidenta, y ella lo entendió bastante bien, que no pueden funcionar los 155 porque la resolución sanitaria era excepciona­l el día de ayer y se va a disponer para que todo funcione bien hoy día el ex Congreso”.

En la Cámara de Diputados aseguraron que ni el Ejecutivo ni la mesa de la Convención Constituci­onal se contactaro­n para solicitar ningún tipo de ayuda técnica para la sesión de este lunes, lo que -aseguran las mismas fuentes- se podría haber resuelto si se les hubiese permitido cooperar en el proceso.

De hecho, según fuentes de esa corporació­n, el propio presidente Diego Paulsen (RN) se habría contactado con Loncón para ofrecerle ayuda técnica, entre otras cosas, respecto del soporte y votación telemática, pero no habría obtenido respuesta.

El fracaso de la segunda convocator­ia a la instancia generó distintas reacciones en La Moneda. Fuentes de Palacio aseguraron que en algunos sectores había profunda molestia con Ossa y Encina, por la forma en que se manejó el tema. Otros, en tanto, sostenían que desde ayer la responsabi­lidad del funcionami­ento de la Convención Constituci­onal estaba en manos de su mesa. “Lo más fácil es echarle la culpa al gobierno”, afirma una fuente.

Con todo, al cierre de esta edición, Pavez y Encina se encontraba­n reunidos en la sede del Congreso en Santiago y estaba previsto que la Segpres hiciera una declaració­n de prensa.

Indulto

Durante la fracasada sesión, los miembros de la Convención Constituci­onal habían resuelto redactar una declaració­n para solicitar al Congreso tramitar el proyecto que plantea un indulto a los detenidos en el marco del estallido social.

Antes de que la jornada se viera empañada por la suspensión, el asunto marcó el debate entre las distintas fuerzas políticas del órgano. Desde la derecha y sectores moderados de la Lista del Apruebo e independie­ntes había preocupaci­ón de que el tema terminara entrampand­o el arranque de la Convención Constituci­onal. De hecho, varios plantearon que esa solicitud excedía las potestades del poder constituye­nte.

Un dato que aumentó la inquietud de esos sectores fue el hecho de que ayer Bassa asegurara que, al no haber norma expresa, dicha declaració­n y otras que pudieran plantearse en el futuro debieran aprobarse por la mayoría simple de los convencion­ales constituye­ntes.b

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