Sergey Shoigu El ministro que se perfila como sucesor de Putin
El titular de la cartera de Defensa se ha hecho un espacio como el segundo político más popular de Rusia.
Aún después de más de 20 años en el poder, Vladimir Putin no da signos de querer retirarse. Debido a cambios en las leyes rusas sobre la reelección, el Presidente podría postularse dos veces más: en 2024, y en 2030. “Aún no decido si iré a la carrera presidencial en 2024”, declaró en una conferencia televisiva el año pasado.
A pesar de eso, ya hay quienes especulan respecto a un posible sucesor, debido a que para ese año Putin ya habría cumplido 70 años. Uno de los más sonados ha sido el actual ministro de Defensa Sergey Shoigu, considerado uno de los hombres fuertes del Kremlin.
Shoigu es, después de Putin, el político más popular de Rusia, y su lealtad al mandatario está avalada por casi 10 años como ministro de Defensa, junto con una más que anecdótica cercanía: son amigos íntimos, y pasan a menudo las vacaciones de verano juntos en Tuvá, donde se les ha visto pescando a ambos sin camisa.
Nacido en 1955, Shoigu es originario de la República de Tuvá, región fronteriza con Mongolia, y una de las más pobres de la Federación Rusa. La religión más profesada en el sector es el budismo, y aunque se rumoreaba que esta era la fe del ministro de Defensa, él mismo aseguró en 2008 haber sido bautizado en la Iglesia Ortodoxa.
Ingeniero civil de profesión, dio sus primeros pasos en la política como funcionario del Partido Comunista, integrando el Comité de Construcción Nacional. Pero fue después del colapso de la Unión Soviética cuando su nombre empezó a sonar con más fuerza, al ser nombrado ministro de Situaciones de Emergencia. Desde 2001 milita en el partido Rusia Unida, el mismo de Putin.
“Shoigu creó el ministerio, y ganó popularidad porque después del colapso de la Unión, los accidentes e incendios se volvieron frecuentes, y los empleados del nuevo ministerio salían a menudo en la televisión. Shoigu le dio mucha atención a las relaciones públicas, y creó un gran equipo encargado de promover el Ministerio de Situaciones de Emergencia en los medios. Ese equipo ahora trabaja con él en Defensa”, dijo a La Tercera, Vadim Kozyulin, analista del PIR Center, organización especializada en estudios de seguridad global.
Bajo ese cargo se ganó el apoyo de los rusos entre 1994 y 2012. Por lo mismo, ha estado en el ojo público desde antes que Putin. En 1999 fue premiado con la más alta condecoración de su país, siendo declarado “Héroe de la Federación Rusa”.
En 2012, después de un breve paso por la gobernación de Moscú, fue nombrado ministro de Defensa, cargo que mantiene hasta el día de hoy. Desde entonces, ha liderado los momentos más conflictivos del Kremlin: la anexión de Crimea en 2014 y la campaña militar de apoyo al gobierno de Bashar Assad en Siria. “Shoigu usó las operaciones en Siria como entrenamiento práctico y testeo del equipamiento militar ruso, incluyendo sus prototipos. Esto le permitió al Ejército ruso ganar experiencia rápidamente, conduciendo operaciones localizadas contra el terrorismo organizado”, indicó Kozyulin.
Casado y con dos hijas, el ministro con rango de General del Ejército es conocido por cultivar una serie de pasatiempos, entre los que destacan el pintar acuarelas, coleccionar espadas japonesas y antigüedades de madera. Además, toca guitarra “a un alto nivel” y habla con fluidez nueve idiomas, “incluyendo el inglés, el japonés, el chino y el turco”, según Siberian Times.
Respecto a su amistad con Putin, esta no solo se limita a las vacaciones. “Han ido a la caza del tigre (pero con dardo sedante) y de pesca; han jugado en el mismo equipo de hockey; han comparecido juntos en ruedas de prensa; han presenciado desfiles militares; y han diseñado la política militar rusa respecto a Ucrania y Siria”, señala XL Semanal.
Sin embargo, la popularidad de Shoigu se ha visto apocada por escándalos relativos a la adquisición de una mansión “de inspiración oriental, con cúpulas como pagodas”, en las afueras de Moscú y puesta a nombre de su hija Ksenia.
Por otro lado, puede que esta misma popularidad le juegue en contra. “Sería demasiado independiente si se lo pusiese en el cargo más alto. Debido a su carrera, no está tan comprometido con Putin”, señaló a la BBC, Tatiana Stanovaya, analista en el Carnegie Center de Moscú y fundadora de R. Politik.
Algunos analistas creen que el hecho de que no pertenezca al grupo étnico ruso, sino al tuvano, reduce sus posibilidades de ser Presidente del país. “Los grupos étnicos en Rusia están muy mezclados, y lo que es considerado una debilidad, puede volverse un punto fuerte para Shoigu”, señala Kozyulin.
De llegar a retirarse, se espera que Putin ocupe el cargo de presidente del consejo de Estado, un panel consejero de la presidencia que será consagrado en la Constitución rusa, y que estaría dotado de poderes como “determinar de manera general las direcciones en política interior, exterior y socioeconómica”.
De todos modos, es sabido que el jefe del Kremlin tiende a dejar este tipo de decisiones para el final. “Putin es suspicaz y reservado. Incluso si llega a elegir a alguien como sucesor, no lo revelará antes de tiempo”, señaló Sergei Bizuikin, un líder de oposición en el exilio, a Al Jazeera.
Para el mismo medio, el investigador de la Universidad de Bremen Nikolay Mitrokhin aseguró sobre Shoigu que “tiene altas posibilidades (de ser el sucesor de Putin), muchos más altas que nadie hoy en día”.
“Shoigu es bastante popular entre los rusos, y su éxito en modernizar las Fuerzas Armadas es ampliamente conocido debido a su popularización activa en los medios de comunicación. Escribió un libro que lo revela no solo como líder, sino como una persona de interesante biografía y gran experiencia en lugares de construcción en distintas partes de Rusia”, señala Kozyulin.