Campillai prepara lanzamiento y tensiona la senatorial en la RM
La emblemática víctima del estallido pelea uno de los cinco cupos. Tiene un incipiente equipo que planea un despliegue inusual para su condición de salud.
“Carta al corazón de mi pueblo”. Así se titula el texto que Fabiola Campillai (37) leerá a través de Zoom para lanzar oficialmente su candidatura al Senado por la Región Metropolitana. Una arremetida electoral que miran con nerviosismo desde la oposición.
Aunque casi no tiene equipos, no ha hecho campaña y en el Servicio Electoral aún no registra aportes, la emblemática víctima del estallido social, que en 2019 quedó ciega tras el impacto de una bomba lacrimógena de Carabineros, aparece puntera en las mediciones que han tomado el pulso a la competencia en la capital. En esta se juegan cinco cupos y tiene la particularidad de que ya no corren dos figuras emblemáticas del sector: Carlos Montes (PS) y Guido Girardi (PPD).
En la izquierda no hay quién no considere el factor Campillai en sus cálculos de noviembre. Aunque corre con la desventaja de no ir en una lista, amenaza con disminuir el caudal de votos al que apelan Karina Oliva (Comunes), Sebastián Depolo y Rocío Donoso (RD), y los PC Guillermo Teillier y Claudia Pascual. En Apruebo Dignidad también creen que la joven de San Bernardo provocará daño a las cartas de Nuevo Pacto Social: Gabriel Silber (DC), Eugenio Ortega (DC), Paulina Vodanovic (PS) y Natalia Piergentili (PPD).
Pero su batalla no es fácil. Por un lado le favorece que se elegirán cinco senadores y no cuatro como antes, pero el sistema electoral le exige que como independiente tenga solo ella más votos que otras listas que van con más nombres que suman adherencias. “Campillai para estar dentro tendría que alcanzar el techo que en teoría sería entre el 12 y 15% de los votos. Si ella fuera primera mayoría con ventaja respecto del resto estaría en el Senado, pero si quienes le siguen están en un rango similar, entre 12 y 13%, podría quedar fuera”, afirma el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. Autónoma, Tomás Duval.
Su proyección es que “en la derecha habrá una lucha entre Jaime Mañalich y Manuel José Ossandón, y en Apruebo Dignidad, Oliva será el sustento del pacto más el aporte del PC de hasta un 8%; podrían sacar dos candidatos. El quinto puede ser un trade off entre Apruebo Dignidad o Campillai”.
Cuando en julio se inscribió para recolectar firmas e iniciar la carrera al Senado, Campillai tuvo el apoyo de la Lista del Pueblo. Pero un mes después se alejó con una escueta declaración. Fue un desmarque oportuno. En esos días el colectivo que irrumpió en la Convención se comenzó a erosionar con disputas internas, como la fallida nominación de Cristián Cuevas como presidenciable y el posterior escándalo por las firmas falsas de Diego Ancalao.
“Ella tuvo la percepción antes de que se acercaba la descomposición de la Lista del Pueblo, que su responsabilidad era más allá de un solo movimiento”, comenta el coordinador del equipo de comunicaciones del comando de Campillai, Ricardo Candia.
Desde entonces, personas y grupos, como Illapu y organizaciones de víctimas de DD.HH., se han acercado para colaborar en la campaña. Ahora su entorno está promoviendo la creación de comités de apoyo en distintos territorios.
El despliegue de Campillai, sin embargo, dista mucho del resto de los aspirantes al Senado por la RM. Su campaña será sin volanteo, conversatorios en la feria o puerta a puerta. En su entorno explican que su condición de salud se lo impide, pues aún no es autovalente. Está contemplado que visite poblaciones de la zona sur, donde ya la han invitado. También está programado que una vez a la semana aparezca en redes sociales o con discursos escritos refiriéndose a un tema contingente para dar a conocer sus principios y directrices ante la coyuntura. “Ella pasa gran parte del tiempo escuchando gente sobre distintos temas, porque es la única forma que tiene para aprender los contenidos; aún no ha tomado clases de braille, porque es muy costoso”, dice Candia.
Respecto del financiamiento, aseguran que no recibirá fondos. “No hay personas contratadas y no se prevé pedir donaciones o hacer actividades financieras. Nuestra idea es demostrar que la campaña se puede hacer con convicción y solidaridad”, insiste su vocero. ●