Las hostilidades que tienen a la DC al borde del quiebre
Esta semana, las tensiones reaparecieron por el debate entre el Apruebo y el Rechazo y por una resolución del Tribunal Supremo DC que ordenaba a la directiva iniciar acciones contra militantes.
El actual presidente DC, Felipe Delpín, y el extimonel Fuad Chahin.
Un plazo de 10 días dio la directiva de la DC para que sus militantes regularicen rendiciones de gastos partidarios pendientes y otras situaciones que afectaron patrimonialmente a la colectividad.
En caso contrario, la mesa -que preside el alcalde de La Granja, Felipe Delpín, junto a la vicepresidenta y senadora Yasna Provoste- iniciará las acciones administrativas y judiciales, incluyendo demandas civiles y querellas, tal como lo instruyó el Tribunal Supremo (TS).
Para algunos dirigentes, las medidas extremas obedecen a la “delicada situación financiera” que vive la tienda, luego de que el Servicio Electoral (Servel) detectara irregularidades en la contabilidad durante la presidencia partidaria de Fuad Chahin, específicamente en el año 2020. Ello derivó en que el Servel congelara los aportes fiscales al partido.
Sin embargo, para otros dirigentes, la resolución del Tribunal Supremo es una persecución a militantes que no son parte de la línea oficial de la colectividad, hoy cercana a la izquierda. Por lo tanto, es altamente probable que la facción disidente reaccione con una contraofensiva judicial.
La primera advertencia de ello fue un comunicado, firmado por 39 militantes de la actual disidencia -donde se contaban los senadores Ximena Rincón y Matías Walker y los diputados Joanna Pérez y Miguel Ángel Calisto, además de Chahin-, en el que piden la renuncia de todo el Tribunal Supremo. ¿La razón? En su resolución, aparentemente por error, el TS puso una lista de militantes contra quienes debían dirigirse las acciones. El problema es que la nómina detallaba a personas que sí rindieron al menos una parte de sus gastos.
Si bien los pasados comicios internos fueron conflictivos -de hecho, culminaron con acusaciones de fraude-, el partido había entrado en una suerte de tregua en vista de la fragilidad política y financiera.
La primera señal de la tregua fue la decisión de la bancada de senadores DC de postular a la presidencia de la Cámara Alta a
Francisco Huenchumilla. Ese acuerdo, que además fijaba un plan estratégico, dependía en gran medida de que las senadoras Rincón y Provoste disminuyeran su rivalidad.
No obstante, el diseño comenzó a resquebrajarse en las últimas semanas por la tensión interna y la inminente decisión que deberá tomar la DC frente al plebiscito de salida, que se realizará el 4 de septiembre.
Detrás está en juego cuál será el camino estratégico que tomará la colectividad, donde su primera definición será apoyar el Apruebo o el Rechazo.
El empate técnico en la bancada de senadores, con dos a favor (Huenchumilla y Provoste), dos inclinados a rechazar (Rincón y Walker) y uno en posición neutral (Iván Flores), podría ser un anticipo de la división que enfrentará la Falange. En el caso de los diputados, también se está empezando a configurar un fraccionamiento exacto con cuatro legisladores partidarios de la directiva de Delpín (por ende inclinados al Apruebo) y otros cuatro cercanos a la disidencia (que tiende hacia el Rechazo).b
“A diferencia de otros procesos latinoamericanos, esta Constitución no tiene nombre y apellido. Esta no es la Constitución de Boric”, dice Winter.