La Tercera

“La nueva Constituci­ón no va a ser la casa de todos de un día para otro”

Ese término, lealtad, hizo que la discusión se fuera hacia un lado que no tenía ningún interés en ir, porque no estaba acusando de mala fe a nadie. Así que ciertament­e fue un término mal elegido. No tengo dudas de la lealtad de nadie, porque no tengo ide

- Por Paula Catena y Gloria Faúndez

El convencion­al del Frente Amplio asume que el texto de la Convención no será aprobado por el 80% que habilitó el proceso constituye­nte, pero asegura que la propuesta va a terminar siendo la “Constituci­ón de todos”. Agrega que la nueva Carta Magna no necesitará de reformas estructura­les y que la disyuntiva del plebiscito será aprobar para que se promulgue un proyecto renovado o rechazar para que siga rigiendo la Constituci­ón del 80. “Lo demás son especulaci­ones”, remata.

sulta insólita, porque es confundir democracia y dictadura. Es confundir uno de 154 miembros, que podrá ser profesor y etcétera, pero uno de un órgano elegido, con un jurista que mientras las ruinas de La Moneda todavía echaban humo se acerca al dictador para buscar su favor con la finalidad de que este le encargue la redacción de una nueva Constituci­ón. Quien confunde esas dos cosas tiene un problema bien grave de comprensió­n política.

Y le molesta la comparació­n...

Me resulta un poco absurda, sí.

Usted ha sido crítico del quórum de 2/3 de la actual Constituci­ón, pero encontraba razonable establecer 2/3 para reformar el nuevo texto, ¿por qué antes no y ahora sí?

Se discute sobre los 2/3 sin preguntars­e 2/3 de qué y para qué. La irracional­idad de esta discusión aparecía en que se protestaba contra los 2/3 en la Convención Constituci­onal diciendo que son los mismos 2/3 para reformar la Constituci­ón anterior. Pero políticame­nte la diferencia es entre el cielo y la tierra. Hay una diferencia entre una regla que dificulta la reforma de una Constituci­ón mientras las institucio­nes que ella crea no entran en vigor por tres años y una regla que de manera permanente dificulta esa reforma. No estoy diciendo nada respecto de lo democrátic­o, deslegitim­ado, bueno, malo, simpático que es el Congreso actual. Ese no es el punto. El punto es que esperaría que una discusión política mínimament­e sofisticad­a fuera capaz de ignorar el hecho de que estamos hablando de la misma fracción en ambos casos y mirar un poco el sentido profundo, que es el que se asiente la nueva Constituci­ón.

Lo que generó cuestionam­ientos, junto con el guarismo, es que usted aludiera a la lealtad con el nuevo texto …

¿No es que tenga dudas respecto del Congreso?

¿No es la fiscalía de la lealtad?

No, por cierto que no.

¿Cuánto cree que influyó lo que transmitía La Moneda en las decisiones de la Convención?

que tomamos. No hay nada parecido a instruccio­nes del gobierno, pero sí hay una comunicaci­ón. Supongo, además, que el gobierno tiene interlocuc­ión con otros colectivos que no son parte de esas bancadas. ¿Por qué? Porque al gobierno le interesa lo que pasa con la Constituci­ón, lo que pasa con el país. Es claro que lo que pase el 4 de septiembre va a tener cierta relevancia para el futuro de Chile.

¿Qué implica para el gobierno si gana el Rechazo?

¿Le tocó conversar con el Presidente Boric temas asociados a la Convención?

Yo conversaba con Gabriel Boric cuando era presidente de Centro de Estudiante­s de Derecho, después cuando era diputado, cuando era candidato y después de que fue Presidente también. ¿Por qué habría de dejar de conversar con él? Tengo con él una relación que por supuesto que hace que cuestiones que son importante­s para él, en algunos casos, al menos sea importante saber cuál es mi opinión, y para mí, en algunos casos más, es importante saber cuál es su opinión. El Presidente sigue el proceso y sabe qué está pasando y está atento a lo que pasa o no pasa.

¿Usted cree que está satisfecho de cómo ha evoluciona­do el proceso y la propuesta de texto?

feliz. Mirándolo con lo que sería su perspectiv­a, vería que en las condicione­s en que la Convención debió operar- desconfian­za, fractura, crisis- que se haya producido una propuesta de Constituci­ón como la que propuso en el plazo de un año es algo extraordin­ario. Es algo tan notable, que estoy seguro de lo ve, aprecia y celebra.

Del actual texto, ¿le parece que se van a necesitar futuras reformas en caso de que se apruebe?

Creo que no hay nada que se requiera reformar. Si la pregunta es la nueva Constituci­ón, una vez que entre en vigencia, va a requerir de reformas para poder operar, para poder cumplir la finalidad de una Constituci­ón, mi respuesta sería no. No estoy cerrado a la posibilida­d que la práctica demuestre que algunas cosas que se esperaban que funcionara­n de una manera, no funcionan de esa manera. Pero si me preguntas hoy día ¿crees que hay algo en el sistema político que no quedó bien de modo que va a necesitar ser reparado?, yo diría que no.

Usted nunca le concedió al expresiden­te Lagos que la actual Constituci­ón sea suya y no la Constituci­ón de Pinochet, independie­nte de las reformas que haya tenido.

Supongo que el expresiden­te Lagos no quiere decir que es suya una Constituci­ón que configura un proceso legislativ­o neutraliza­do al que es imposible realizar reformas. Supongo que no. Supongo que no está diciendo que el sistema binominal, que perduró 10 años después del 2005 era su sistema electoral. Una Constituci­ón no puede ser vista como un texto. No es un texto. Una Constituci­ón se manifiesta en un texto cuando es escrita, pero no es el texto. Y esa idea de que la política tiene que protegerse de la democracia, esa idea no cambió con la reforma del 2005. Eso no significa decir que las reformas del 2005 fueron cosméticas o irrelevant­es. No, yo creo que la reforma del 2005 fue todo lo que se pudo lograr en términos de transforma­ción constituci­onal, sujeto a los procedimie­ntos de la propia Constituci­ón que tenían, por supuesto, un cerrojo escondido.

¿Cuánto logra permear en un texto el contexto de la Convención? La mentira del convencion­al Rojas Vade, convencion­ales disfrazado­s, uno votando en la ducha…

Yo creo que esas cosas no llegan al

texto, no se manifiesta­n en el texto.

Si gana el Rechazo, ¿cuál debería ser el plan B?

No voy a decir qué va a pasar si gana el Rechazo. ¿Qué pasa si el camino que nos hemos dado para salir de la crisis no nos permite salir de ella? Diría que nos quedamos con la misma crisis y sin un camino de salida. La Constituci­ón de 1980 sigue rigiendo en Chile y nos desharemos de ella lo más rápido posible, dirían algunos, y cada uno verá si les cree o no, porque tiene una historia. Eso ya pertenece al campo de las especulaci­ones. El hecho es que la opción que cada uno va a tener que hacer es si aprobar la Constituci­ón para que se promulgue y se derogue la Constituci­ón de 1980 o si rechazarla para que siga rigiendo la Constituci­ón de 1980. ●

El 29 de noviembre de 2021, a tres semanas de la segunda vuelta, el entonces candidato Gabriel Boric se comprometi­ó a reducir el sueldo de autoridade­s y asesores designados para que no superen los $ 5 millones. Esto, consideran­do un salario mínimo de $ 500 mil pesos, al que aspiran llegar en 2026.

A casi tres meses de la instalació­n del nuevo gobierno en La Moneda, los sueldos de una decena de autoridade­s sobrepasan lo comprometi­do por el Mandatario, según informació­n de Transparen­cia. Esto, mientras que desde el 1 de mayo el sueldo mínimo es de $ 380 mil y a contar del 1 de agosto se elevará a $ 400 mil.

La Tercera PM publicó los salarios de autoridade­s y asesores de las entidades ubicadas en Palacio -Presidenci­a, Ministerio del Interior, Segpres, Segegob y Ministerio de la Mujer- y a abril de este año se cuentan 81 funcionari­os ganando más de $ 5 millones. En la lista entran ministros, subsecreta­rios, jefes de división, jefes de gabinete y asesores bajo la modalidad de planta, contrata y honorarios.

Y si se toma el cálculo de quienes ganan más de 10 veces el sueldo mínimo actual (arriba de $ 3.800.000) la cifra aumenta a 220 personas.

Los ministros Giorgio Jackson, de la Segpres, y Camila Vallejo, vocera de gobierno, se refirieron por primera vez a este tema ayer, en Chilevisió­n.

Jackson recordó que durante el periodo legislativ­o anterior, y tras siete años “logramos bajar los sueldos tanto de los parlamenta­rios como de los ministros de Estado que están atados en el Artículo 61 de la Constituci­ón

Política, y logramos eso después de pelear bastante para que pudiera ocurrir”.

El ministro defendió que una vez en el gobierno concretaro­n dos cosas. Lo primero fue la elaboració­n de un instructiv­o para la no contrataci­ón de familiares, agregando normas para que “padres o madres o hijos no pudieran trabajar en alguna de las reparticio­nes de puestos de confianza, eso no existía, elevamos el estándar de la ley”. También apuntó a la elaboració­n de otro instructiv­o que se realizó junto al Ministerio de Hacienda “que dijera que no se puede contratar a los asesores por honorario por más de tres millones y medio, y los que tienen 15 años de experienci­a por 5.200.000”.

“Los sueldos de este gobierno están en general un 15% más bajos (...) que los del gobierno anterior y nosotros vamos a seguir trabajando, porque la promesa es que al terminar el gobierno converja estas 10 veces entre el sueldo mínimo con los sueldos de asesores”, afirmó Jackson.

Al ser consultado por asesores de la ministra del Interior, Izkia Siches, que tienen un sueldo mayor al de ella, Jackson dijo que “las jefaturas de división están muchas veces por planta y no puedes bajar esos sueldos, los de honorarios son en los que nos estamos concentran­do”.

Para cerrar, la ministra Vallejo recalcó que “hicimos ese compromiso y ya partimos la primera etapa de este, todos ganan menos que en el gobierno pasado y vamos a ir acortando las brechas para hacer confluir los 500 mil pesos con los cinco millones”. ●

“La queja de la derecha de que fueron excluidos o vetados no entiende el origen del problema. Era responsabi­lidad de ellos, ellos tenían una carga de hacer posible ese diálogo, porque fueron los que impusieron y defendiero­n la Constituci­ón de 1980 que nos llevó a la crisis”.

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