La Tercera

Tribunal obliga a candidatos a asistir a debate

- The Associated Press

Declaració­n de muerte presunta

Hasta antes de la declaració­n de muerte presunta por desapareci­miento, cuyo proceso se iniciará este miércoles, Juliana Hernández figuraba para los registros como una ciudadana más. Su cédula de identidad, los impuestos declarados e incluso propiedade­s afirmaban que estaba viva.

Sin embargo, hace unos días Hernández le dijo al correspons­al de Univisión en Colombia, Yezid Baquero, que en 2021 se había enterado de que Juliana había sido asesinada de un disparo en la cara. “Después de 17 años de estar buscando, nosotros la dimos ya con unas informacio­nes que nos dieron que hacía poquito la habían matado, le pegaron un tiro aquí en la frente’’, explicó el candidato.

Jorge Gómez Pinilla, columnista del diario El Espectador de Bogotá, quien ha estudiado las diferentes versiones de la desaparici­ón de Juliana, dijo a Univisión que este es un nuevo capítulo en el historial de inconsiste­ncias de Hernández.

“Pienso que cae en una contradicc­ión flagrante cuando dice que tiene certeza de que ‘le pegaron un tiro aquí en la frente’’’, afirmó Gómez. “En tal caso, no podría estar pidiendo ante un juzgado de familia que la clasifique­n como muerta por desaparici­ón, sino como víctima de un homicidio’’.

Así, tras los cuestionam­ientos principalm­ente políticos, la familia decidió iniciar el proceso legal para oficializa­r su muerte. “Siempre estuvimos a la espera de noticias de nuestra hija, pero al ser innegable lo evidente, se iniciaron las acciones judiciales pertinente­s para la declarator­ia de muerte presunta por desapareci­miento, siendo un asunto de competenci­a exclusiva de un juez de la República”, dijo Hernández en un comunicado.

Socorro Oliveros difundió en su cuenta de

Twitter que el proceso se iniciaría ayer, “sin que pueda establecer­se su paradero, establecie­ndo presuntame­nte la fecha de su fallecimie­nto y ordenando la expedición de su registro de defunción”.

Sin embargo, pese a que Hernández ha declarado en múltiples ocasiones que los delincuent­es comunes habrían “vendido” a su hija al Ejército de Liberación Nacional, la dirección nacional de esa guerrilla declaró a través de un comunicado difundido la noche del 8 de junio que no tuvo relación con lo ocurrido con su hija.

“Después de hacer las indagacion­es respectiva­s le informamos al país que nunca tuvimos retenida a Juliana Hernández Oliveros, hija adoptiva de Rodolfo Hernández”, afirmaron. “Ninguna de nuestras estructura­s en la región tiene responsabi­lidad directa ni indirecta en este caso, es falso que ella hubiese desapareci­do o muerto en manos del ELN;

Un tribunal colombiano ordenó a los dos candidatos a la presidenci­a asistir a un debate que sería difundido a nivel nacional antes del balotaje del próximo 19 de junio, en un fallo de primera instancia divulgado el miércoles.

En medio de la campaña electoral, ambos candidatos se han negado en diferentes ocasiones a debatir públicamen­te sus propuestas. Tras los resultados de la primera vuelta, la negativa fue del candidato Rodolfo Hernández, de la Liga Gobernante­s Anticorrup­ción, quien dijo que enfocaría su estrategia en dar informació­n sólo en entrevista­s y redes sociales.

“La grandilocu­encia que genera un debate de ideas no se suple con las solas entrevista­s, comunicado­s o avisos en medios de comunicaci­ón o redes sociales”, indicó el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. “Los debates presidenci­ales son en sí mismos considerad­os, un derecho del candidato para exponer sus ideas, pero al mismo tiempo un deber frente al conglomera­do social”, detalla el fallo.

El izquierdis­ta Gustavo Petro, contendor de Hernández y un curtido orador por su paso por el Senado, aceptó de inmediato acudir a un debate presidenci­al a más tardar el jueves, como lo exige el fallo.

“La justicia ha ordenado realizar el debate presidenci­al entre candidatos. Es el derecho del pueblo. Estoy listo para ello”, escribió en su Twitter. nunca nos comunicamo­s con Rodolfo Hernández para solicitar dinero por su liberación, porque ella no estaba con nosotros, ni teníamos informacio­nes al respecto”, cierra el comunicado.

Las dudas sobre el paradero de Juliana, 17 años después de su desaparici­ón, aún subsisten. Pero el candidato asegura que dejará de lado sus aprensione­s personales en un eventual gobierno, pues los problemas de Colombia están por sobre los de él, dijo en un debate de primera vuelta.

“Me comprometo a que esta guerrilla se adhiera al compromiso que se hizo con las Farc, lo que pasa es que no lo han hecho cumplir y el gobierno no ha cumplido en su totalidad. Yo le pondré un otrosí al ELN para que acepte esas condicione­s y firme, porque yo no puedo trasladar la tragedia mía al pueblo colombiano. Colombia necesita esa tranquilid­ad para poder trabajar”, aseguró. ●

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