La Tercera

Los votos imposibles y difíciles que tendrá que buscar La Moneda por el estado de excepción

- José Miguel Wilson

A pesar de que la derecha reaccionó con reparos ante el anuncio del gobierno de extender la presencia militar en La Araucanía y el Biobío, las principale­s dudas están en los grupos políticos aliados del Presidente. Hay al menos cinco diputadas del PC, el PS y Frente Amplio que no apoyarán la medida, y otros trece legislador­es oficialist­as, con visiones disidentes. En el Senado, en tanto, la principal detractora es Fabiola Campillai.

Un pronóstico de marejadas también dentro del Congreso maneja el gobierno para el próximo miércoles 29 de junio, cuando las salas de la Cámara y el Senado deban pronunciar­se nuevamente sobre la prórroga del estado de excepción constituci­onal de emergencia en La Araucanía y el Biobío.

Si bien hasta el momento el Presidente Gabriel Boric contaría con los votos para extender esta disposició­n por 15 días más -que permite que fuerzas militares resguarden la seguridad y el orden público-, según el análisis del mismo Ejecutivo los ministros que viajarán a Valparaíso no tendrán una tarea fácil para tratar de alinear al oficialism­o, especialme­nte en la Cámara de Diputadas y Diputados.

El 14 de junio pasado, dentro de los grupos oficialist­as, solo la mitad de los integrante­s de la bancada del Frente Amplio (10 de 20 diputados) se apersonó ese día en la sala para apoyar la primera prórroga que el Presidente Boric solicitaba al Congreso. Dentro de la otra mitad hubo ausencias (algunas justificad­as por licencias médicas como el caso de Camila Rojas y Maite Orsini), también abstencion­es y un voto en contra.

En el caso del comité PC-Frevs-Independie­ntes no acompañaro­n la propuesta presidenci­al seis legislador­es por razones variadas. Mientras que en el PS hubo una disidencia y en el comité del PPD-Independie­ntes dos detractore­s y una ausencia. La única bancada oficialist­a que tuvo un alineamien­to completo detrás del estado de excepción fue el grupo compuesto por liberales y radicales.

Aunque los votos de derecha -que mayoritari­amente estarían a favor-, más el Partido de la Gente (PDG) y la DC le dan un piso al gobierno para no sufrir una derrota, la tensión y las disidencia­s dentro del oficialism­o son los factores que dificultar­án más la tramitació­n.

Según el análisis que existe en las fuerzas afines al Ejecutivo, dentro de la Cámara hay cinco legislador­as con un rechazo tajante, que es casi imposible que cambien su postura. Se trata de las diputadas comunistas Lorena Pizarro y María Candelaria Acevedo (ambas víctimas de violacione­s a los derechos humanos en dictadura). También hay dos diputadas del Frente Amplio que representa­n a La Araucanía, cuyo rechazo se da por descontado: Clara Sagardía (Indep-Convergenc­ia Social) y Ericka Ñanco (RD y descendien­te mapuche). En el PS, el único voto divergente es Emilia Nuyado, también mapuche y representa­nte de Los Lagos.

“Los estados de excepción no van en la línea de generar diálogo, no son la solución a un conflicto histórico. No queremos estado de excepción, queremos diálogo sobre todas las cosas”, señaló la diputada Ñanco (RD).

A ellas se suman otros 13 disidentes, que cuestionan los estados de excepción, al menos tal como los propone el Presidente. Ellos, sin embargo, figuran en una posición un poco más flexible. Se trata de los comunistas Marisela Santibáñez (quien votó a favor la última vez), Carmen Hertz (también víctima de la dictadura, que se ausentó por razones de salud) y Matías Ramírez (quien tampoco se presentó a esa sesión). Además hay dos independie­ntes del comité PCFrevs, Ana María Gazmuri y Tomás Hirsch, quienes se abstuviero­n el 14 de junio.

El diputado Ramírez (PC), sin anticipar su voto, comentó que los estados de excepción deben entenderse como medidas provisoria­s y agregó que es prioritari­o avanzar en reformas, por ejemplo, a la Ley de Inteligenc­ia. “Cualquier análisis requiere conocer los antecedent­es que tiene el gobierno para analizar su prórroga. Es indispensa­ble saber si los hechos que revisten el carácter de delito han disminuido en la zona y particular­mente la implementa­ción del Plan Buen Vivir”.

En tanto, en el Frente Amplio hay seis votos en duda: los RD Jorge Brito y Andrés Giordano; la militante de Comunes, Claudia Mix; y las independie­ntes Mercedes Bulnes, Marcela Riquelme y Lorena Fries. Todos ellos se abstuviero­n la última vez, salvo Fries, quien no concurrió a votar.

“Renovar el estado de emergencia y encargar a los militares el control de los asuntos policiales es una mala política. En este sentido, reitero que el tema debe tratarse como un problema policial y no un problema de seguridad nacional”, dijo la diputada Bulnes (Indep. RD).

En el comité Independie­nte-PPD, el diputado Jaime Araya es el mayor crítico. Votó en contra la vez pasada, pero por razones distintas. Él se opone a que se trate de un estado de excepción acotado y, tras el anuncio, informó que mantiene la misma postura. El otro disidente en esa bancada es Carlos Bianchi, quien, en rigor, no es un parlamenta­rio oficialist­a, pues es parte del grupo PPD por razones administra­tivas en calidad de independie­nte.

En el caso del Senado, el panorama aparenteme­nte es menos complejo para el gobierno. No obstante, la vez pasada, algunos

senadores socialista­s, como Alfonso de Urresti y Fidel Espinoza, aprovechar­on de criticar al ministro Giorgio Jackson a pesar de dar su voto a favor.

En la Cámara Alta, la principal detractora es la senadora Fabiola Campillai. No obstante, las bancadas oficialist­as (incluyendo a los dos senadores PC) aprobaron la prórroga. También se abstuviero­n con argumentos distintos Yasna Provoste (DC) y José Durana (UDI).

Advertenci­a opositora

En la oposición, en tanto, mayoritari­amente habrá votos a favor para mantener la predo sencia militar, según adelantan legislador­es de Chile Vamos.

No obstante, dentro de la estrategia que seguirá la derecha existe el ánimo de subir las exigencias al gobierno y criticar con mayor dureza incoherenc­ias y la falta de disciplina de legislador­es oficialist­as.

“Nos parece del todo necesario analizar nuestra próxima votación de una manera mucho más detenida que la vez anterior, evitando así que el gobierno siga creyendo que el Congreso Nacional actúa como un buzón legislativ­o, pero principalm­ente como una forma de advertirle al Ejecutivo que si no logran alinear a sus propios diputados cuanse trate de iniciativa­s de exclusiva responsabi­lidad del Presidente de la República, no necesariam­ente podrán contar con el subsidio de la oposición”, dice un documento interno de los diputados de la UDI

“Si la violencia en La Araucanía no es acotada, ¿por qué la respuesta del Estado tiene que ser acotada?”, dijo el jefe de la bancada gremialist­a en la Cámara, Jorge Alessandri. “Que el gobierno no pretenda seguir contando con nuestros votos si no ordena al PC y al Frente Amplio”, comentó el jefe de senadores UDI, Iván Moreira.

“Esperamos que el estado de excepción no sea acotado”, añadió el diputado RN Miguel

Mellado, mientras que su par de partido, Jorge Rathgeb, precisó que igualmente apoyarán la prórroga a pesar de los reparos a la fórmula restringid­a que ha usado La Moneda para disponer la fuerza militar.

La senadora y subjefa del comité RN-Independie­nte, Carmen Gloria Aravena, dijo que respaldará la solicitud presidenci­al. Incluso agregó que “este estado de excepción acotado ya no es tal. El gobierno ha comprendid­o que no solo hay que cuidar la Ruta 5 Sur o las rutas principale­s. Estuve en zonas rurales y hay presencia de militares y carabinero­s bastante evidente. Hay que reconocer cuando las cosas se hacen bien”.b

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