La Tercera

Desafíos pendientes

- Javier Sajuria Profesor de Ciencia Política Queen Mary University

Quizás una de las paradojas más frustrante­s para un sector de quienes promoviero­n el Rechazo en septiembre es que, a pesar del resultado, una mayoría contundent­e aún cree que Chile necesita una nueva Constituci­ón. Según la última encuesta de Ipsos con Espacio Público, 74% de la población considera que el desafío sigue pendiente, a pesar del fracaso reciente. La persistenc­ia de este desafío está acompañada de un cierto nivel de urgencia, con un 40% que cree que este proceso debe ocurrir dentro de un año, y un 31% que espera que el proceso concluya dentro de dos años.

Resulta sorprenden­te, y esperanzad­or, que el fracaso de la Convención Constituci­onal no haya afectado la necesidad de contar con un nuevo texto. Incluso, es interesant­e observar los grados de urgencia con que la ciudadanía pareciera mirar el proceso, muy a contrapelo de la demora que han tenido los actores políticos en resolver los mecanismos.

Pero, por eso mismo, resulta preocupant­e la demora. Las condicione­s estructura­les que llevaron al estallido de 2019 y al acuerdo de noviembre de ese año siguen presentes. El país cuenta con niveles similares de desigualda­d, mientras que el Banco Mundial prevé un aumento de la pobreza. Asimismo, el costo de vida está cada vez más alto, con niveles de inflación que no habíamos visto en años. Si la única razón que apuró el tranco el 2019 fue la protesta ciudadana y el quiebre del orden público, es imperativo que los dirigentes del 2022 no caigan en la misma inercia. Las condicione­s sociales del país, y de gran parte del mundo, han empeorado lo suficiente para hacer mucho más costosa una crisis social.

La cuestión constituci­onal o, como algunos lo llaman, el momento constituye­nte, no parece haberse extinguido en la opinión pública. La resilienci­a del tema muestra, una vez más, la brecha entre élites y ciudadanía, en la que los desacuerdo­s de los primeros no tienen un correlato claro en los segundos. Incluso, si miramos cuáles son los temas que aparecen más relevantes para la ciudadanía (vivienda, salud, educación, pensiones y medioambie­nte) son algunos de los mismos que se usan para justificar que el tema constituci­onal debe pasar a segundo plano. No parece haber disonancia en la opinión pública entre las urgencias sociales y la discusión constituci­onal.

El último desafío pendiente es encontrar un órgano capaz de superar la frustració­n con la Convención. Ello parte por reconocer que el comportami­ento de sus miembros fue una de las principale­s razones del Rechazo. Según la encuesta de Espacio Público, la ciudadanía parece menos proclive a un órgano de las mismas caracterís­ticas que el primero proceso y más dividida sobre las alternativ­as. Ahora, donde parece haber consenso es en que el Congreso no es el llamado a hacerse cargo.

Reconocer que el desafío constituye­nte sigue pendiente es solo el primer paso. Darse cuenta de que sigue siendo urgente, es el segundo. Dejar de arrastrar los pies para llegar a un acuerdo que le dé vida, el tercero.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile