INJUSTICIA INTERGENERACIONAL
SEÑOR DIRECTOR:
Mucho se ha dicho sobre la conveniencia o no de que el 6% de cotización adicional se destine a cuentas nocionales, las que no han sido explicadas realmente y han tratado de disfrazarse como una especie de ahorro individual.
Eso no es así: las cuentas nocionales son, en simple, un mero registro de los montos de cotización que ha hecho un trabajador, pero en caso alguno ese ahorro se mantiene en su cuenta, sino que puede ser dispuesto por el gobierno de turno para los proyectos, bonos u otros que estime conforme a sus políticas públicas e ideologías. La promesa es que -de momento- solo se utilizarían para mejorar las pensiones de los actuales jubilados.
Si, por el contrario, el ahorro se destinara a las cuentas individuales, la propiedad sería inmediatamente del cotizante y por tanto no podría utilizarse para fines distintos que financiar su propia pensión (o heredarse de ser el caso).
Dado el rápido envejecimiento poblacional, a futuro las reglas de otorgamiento de beneficios de este fondo común se deberán ajustar para poder mantener la solvencia financiera del fondo -así lo plantea el mismo proyecto de ley-, por lo que dichos ajustes harán todavía más difícil que, al jubilar en unos años más, los cotizantes obtengan una pensión igual o superior a la que obtendrían si las cotizaciones hubiesen sido suyas.
En simple, quienes hoy son jóvenes financiarán beneficios de quienes ya jubilaron, sin tener certeza de si en el futuro podrán gozar de iguales condiciones. Esto no es solidaridad, sino injusticia intergeneracional. El camino de la solidaridad debiese ser a través de la Pensión Garantizada Universal, financiada con impuestos generales, y no por esta vía engañosa que nos trata de imponer el gobierno.
Karol Fernández
Centro de Políticas Públicas Facultad de Economía y Negocios Universidad San Sebastián