VUELVE LA SERIE THE KINGDOM: “CON LARS VON TRIER TIENES UNA SENSACIÓN DE TOTAL LIBERTAD”
Los médicos no son los héroes del día. Tampoco son un grupo con el que se puedan tejer grandes historias de romance o amistad o arcos de redención. No lo son bajo la lógica de Lars von Trier, quien en los años 90 decidió crear una serie en que el hospital
esa maldición.
Demencial y terrorífica, la ficción de culto regresó este año con su tercera y última temporada (bajo el título The Kingdom exodus), nuevamente con el cineasta danés como principal cerebro pero con un elenco mayoritariamente nuevo. Uno de los principales es Mikael Persbrandt, actor sueco de larga experiencia (Sex education, El Hobbit, Héroes invisibles) que se pone en la piel del hijo del difunto neurocirujano Stig Helmer (ErnstHugo Järegård en los dos primeros ciclos).
“Creo que deberíamos estar felices de no conocer a un médico así en la vida real, eso sería un desastre”, señala a el intérprete sobre su papel, un neurótico profesional que en el primer episodio debuta en la jefatura
Culto
de The Kingdom.
“Es muy divertido encarnar a un tipo con este lado disfuncional. Me reí mucho frente a las cámaras y detrás de las cámaras. Pero nos lo tomamos en serio. Yo realmente siento pena por él. Tiene que ser un infierno en la Tierra ser él”, dice entre risas.
La historia del regreso de la producción se detona cuando una sonámbula de nombre Karen (Bodil Jørgensen, repitiendo su personaje de Los idiotas, de Von Trier) ingresa a las instalaciones del recinto hospitalario de la trama. Mediante ella es que el portal que separa a los vivos de los muertos podría volver a abrirse, mientras los trabajadores viven toda clase de raras e insólitas experiencias. Así inician cinco episodios (desde mañana, uno nuevo cada nuevo domingo en la plataforma Mubi) admiten tantas lecturas como el espectador que esté frente.
“Puedes buscar algunas pistas sobre lo que significa con respecto a la humanidad. O simplemente puedes mirar las partes divertidas. Si eres sacerdote, puedes buscar todos los símbolos religiosos de la serie”, sostiene Persbrandt.
También revela que, a pesar de que la historia juega con que el estreno de los dos primeros ciclos dañó la reputación del hospital, detrás de escenas no conversaron demasiado sobre la continuidad entre una y otra encarnación.
“Tal vez soy demasiado racional, pero como actor tienes que aprender tus líneas y hacer el trabajo, y tratar de hacerlo bien. No pensé mucho en las temporadas anteriores. Estaba concentrado en esta tercera”, afirma.
Cuenta una anécdota de su trabajo junto al cineasta de Europa (1991). “Lars me dijo en el set en el primer día de rodaje: todo esto es para ti. Probablemente para ponerme nervioso, no lo sé”. Y agrega: “Cuando filmas con Lars tienes una sensación de total libertad. Puedes moverte en la habitación en la que se supone que debes estar y los camarógrafos te siguen. Es una manera muy agradable de hacer películas”.
“Ha sido el mejor trabajo cinematográfico que he hecho hasta ahora; he estado en como 90 o 100 producciones”, plantea. “Tengo que hacer otra película con él, supongo, espero hacerlo”. ●