Ejército y policía habrían usado municiones letales contra manifestantes
A través del análisis
de videos y audios recopilados durante los momentos más sangrientos de las protestas, entre diciembre y enero, el periódico neoyorquino reveló que las fuerzas de seguridad habrían empleado fuerza excesiva contra civiles desarmados. Conclusión a la que se llegó al peritar los registros con expertos y compararlos con informes oficiales.
La policía lanza gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes en Lima, el 28 de enero de 2023.
Poco más de tres meses han pasado desde que Dina Boluarte, la actual Presidenta de Perú, asumiera el poder. El fallido intento por disolver el Congreso y gobernar por decreto de parte del entonces mandatario Pedro Castillo, el 7 de diciembre de 2022, inició la caída de piezas de dominó que llevó a la muerte de al menos 48 civiles -en el marco exclusivo de las manifestaciones y protestas-, número que crece a 59 si se suman los 11 decesos producto de cortes de carretera y la imposibilidad de trasladar pacientes entre recintos de salud-, y dejó a 970 civiles heridos, según datos de la Defensoría del Pueblo de Perú.
Una investigación del periódico estadounidense The New York Times asegura que la mayoría de esas muertes de civiles fueron causadas por armas de fuego, afirmando que
militares y policías no respetaron sus propios protocolos relativos al uso de fuerza razonable y proporcionalidad ante los disturbios y enfrentamientos ocurridos en diciembre y enero.
El reportaje mezcló el peritaje de videos y audios recopilados desde cámaras de seguridad y registros subidos a redes sociales, los que fueron analizados por expertos en armamentos de instituciones como el FBI. En él, comprobaron el uso de escopetas con munición letal y rifles de asalto contra civiles que huían, o personas desarmadas que se encontraban a cientos de metros de distancia.
Durante las manifestaciones, 363 agentes de las fuerzas de seguridad fueron heridos, según datos del Ministerio de Salud, mientras que un policía murió quemado en su vehículo al ser atacado por una turba de manifestantes.
Las pruebas del Times
La crisis política y de seguridad desatada en Perú luego de la llegada al poder de la exvicepresidenta y ahora mandataria, Dina Boluarte, se dio inicialmente y con mayor fuerza en el sur de la nación vecina, sector indicado como uno de los bastiones de Pedro Castillo. Allí ocurrieron los momentos más sangrientos del conflicto, por lo que la Fiscalía se encuentra investigando a la Presidenta por posibles delitos de “genocidio, homicidio calificado y lesiones graves” en el marco de las protestas. Hasta la fecha, no se ha acusado ni detenido a ningún militar o agente policial por las muertes ocurridas desde el inicio de las manifestaciones.
Fue precisamente en las manifestaciones ocurridas en tres ciudades del sur de Perú -Ayacucho, Juliaca y Macusani- donde el periódico neoyorquino se centró para su análisis. En la primera locación, el medio logró acreditar que 10 personas murieron o fueron heridas por armas de fuego durante el 15 de diciembre, un día después de que Boluarte decretara estado de emergencia nacional para contener las manifestaciones. La medida entregó a las policías mayores atribuciones, como lo son el poder detener a personas e ingresar a propiedades privadas sin la necesidad de órdenes judiciales previas, además de permitir la intervención del Ejército para el control de disturbios civiles.
La fecha también marcó el inicio de una tónica que se repetiría en los próximos días: la toma (o el intento de ocupación) de aeropuertos.
El escenario del primer análisis del Times ocurrió en dicho espacio. Cerca de las 14:00 horas, la policía y el Ejército se concentraban en el aeropuerto de Ayacucho para dis
persar a los cerca de 150 manifestantes utilizando bombas lacrimógenas, mientras algunos en la turba lanzaban piedras como respuesta. Minutos después, se observa en un registro visual a una fila de soldados del Ejército avanzar con fusiles de asalto Galil en mano. Dicha arma fue por años destacada como el principal fusil de infantería utilizado por el Ejército de Israel y el de Colombia. El medio estadounidense tuvo acceso a un registro militar donde se confirma que más de 80 efectivos recibieron dicha arma ese mismo día.
Sin embargo, no fue en el aeropuerto donde se dieron los incidentes más graves, sino en las calles aledañas al lugar. Tras hacer retroceder a los manifestantes, los soldados los persiguieron disparando proyectiles letales “de manera indiscriminada”, aseguró el medio. Un video grabado a las 18:30 muestra a numerosos miembros del Ejército en