Alejandro Magno, el camino de un rey, un dios y una serie documental
Alejando Magno: la
creación de un dios, se llama la serie de Netflix que revive la historia del joven rey de Macedonia que conquistó un extenso imperio. En seis episodios, se narra su fulminante ascenso mezclando dos formatos: dramatización y documental. La producción audiovisual aborda puntos como su aparente homosexualidad y el camino que le llevó a pensarse como un dios viviente.
al mando de ejército de Darío. Memnón era un griego al servicio de Persia, lo mismo que una gran parte de su ejército, compuesta por mercenarios helenos. Lo derrota y Alejandro manda matar a los mercenarios griegos apresados buscando dar un mensaje. “¡Los griegos pelean por los griegos!”.
Así recupera, entre otras, las ciudades griegas de Mileto, Halicarnaso y Efeso. Un avance sorpresivo y rápido que hace que el rey Darío III en persona salga a su encuentro. Por ello, lleva a su familia junto a él, lo cual aseguran los expertos era una costumbre persa. Terminará lamentándolo.
Tras ser derrotado por Alejandro en la batalla de Issos (Turquía), en el 333 a. C., Darío decidió huír antes que su vida se viera expuesta. Los griegos, muy inferiores en número, lograron derrotar a los persas haciendo una jugada casi de ajedrez: dividieron a los persas y lograr crear el espacio para atacar directamente al rey, lo cual lo puso en peligro y obligó a arrancar. Ello causó el desbande de los persas. Incluso, los expertos aseguran que ambos monarcas se vieron frente a frente. Como sea, en su apuro por el escape Darío olvidó un detalle: resguardar a su familia.
Alejandro capturó a toda la familia de Darío III y los mantuvo como rehenes respetándoles su integridad. Entre otros, se encontraban la esposa de Darío, la reina Estatira (Agni Scott) y su hija Barsine (Nada El Belkasmi). Con la primera, se forma un vínculo ya que la monarca termina entendiendo que su única opción para sobrevivir es ponerse al servicio de Alejandro. Incluso se convierte en su amante y se embaraza del rey macedonio, pero muere al dar a luz junto a su vástago.
Un elemento importante que aborda la serie es el hecho de que Alejandro poco a poco se forma la convicción de que él es un Dios en la tierra. Su madre, Olimpia, le asegura que su verdadero padre es Zeus, el mayor dios de la cosmogonía griega, y lo confirma tras un arriesgado viaje a visitar un oráculo. Por ello, tras la victoria de Issos en vez de ir a Babilonia y tomar la capital persa, Alejandro sorprendió a su generales avisándoles que irían a Egipto.
En Egipto, logró conquistar el país negociando con el gobernador persa y se ganó las simpatías de los egipcios, quienes lo proclamaron como faraón. Así, Alejandro adquirió definitivamente un carácter divino, puesto que los faraones eran considerados hijos de Amón Ra, por ende, dioses vivientes. Es ahí cuando decidió emplazar una nueva y florenciente ciudad, Alejandría.
Luego, Alejandro se encaminó a Babilonia. Volvió a enfrentarse a Darío, esta vez en la batalla de Gaugamela, y nuevamente lo derrotó. Desesperado, el rey persa huyó y Alejandro entró a Babilonia. Darío fue asesinado por uno de sus generales, y este a su vez muerto por Alejandro, ello le permitió coronarse rey de persia.
Ahí termina la serie, sin abordar el viaje de Alejandro a la India ni su extraña muerte en Babilonia, a los 33 años de edad en el 323 a.C., en circunstancias no del todo claras. ●