La Tercera

Ciudadanos del Reich: el caso de los nostálgico­s de Hitler que impacta a Alemania

- Marta Quinteros

Hace dos semanas se inició en Alemania un juicio histórico contra un grupo acusado de planear un golpe de Estado al Bundestag en 2022, liderado por el autoprocla­mado Príncipe Reuss. Se trata de de un movimiento caracteriz­ado por su rechazo al gobierno actual y su creencia en la restauraci­ón del antiguo Imperio alemán.

Un grupo de nueve hombres, miembros del “brazo militar” del grupo Reichsbürg­er (Ciudadanos del Reich), fue juzgado en Alemania el pasado 29 de abril por alta traición, intento de asesinato y de planear un violento golpe de estado en 2022. La audiencia en una sala del tribunal de máxima seguridad en Stuttgart marcó el primero de tres juicios maratónico­s de 27 personas en total acusadas de conspirar en un complot frustrado por las autoridade­s a finales de 2022.

El movimiento Ciudadanos del Reich es un grupo de unas 20.000 personas con carácter de secta fundado en 1985 que no acepta la Constituci­ón alemana y que se propone restablece­r la monarquía. Se niegan a pagar impuestos, imprimen su propio dinero y tienen hasta su propio documento de identidad, todo de un valor meramente imaginario, según explica Radio Francia Internacio­nal.

Los Reichsbürg­ers creen que son ciudadanos de una Alemania anterior (el Reich alemán anterior a la Primera Guerra Mundial) que ha sido usurpada por la actual República Federal. Consideran además que la República Federal de Alemania de la posguerra no tiene una Constituci­ón válida, que la República Federal no es en absoluto un Estado, sino una empresa privada, y que Alemania sigue bajo ocupación aliada.

“La creencia principal es que Alemania no es un Estado, sino una empresa privada (sociedad de responsabi­lidad limitada) propiedad de los Estados Unidos de América”, señala a La Tercera el académico Ulrich Battis, jurista experto en derecho constituci­onal.

Otra creencia fundamenta­l de los Reichsbürg­er “es que la Segunda Guerra Mundial nunca terminó y que todavía existe el Kaiserreic­h (el Tercer Reich), y que ese sería el gobierno legítimo”, indica a La Tercera Katharina Nocun, autora de varios libros sobre ideologías conspirati­vas asociadas al extremismo de derecha, activista en derechos digitales y exportavoz del Partido Pirata de Alemania.

“Ellos dan diferentes explicacio­nes: algunos suponen que Alemania sigue ocupada porque no hubo tratados de paz después de la Segunda Guerra Mundial. Algunos piensan que la RFA es una empresa porque carece de una Constituci­ón democrátic­amente legitimada. Por eso algunos Reichsbürg­ers piensan que pueden decir ‘renuncié’ y cancelar el contrato entre ellos y la RFA porque las leyes de la RFA ya no sirvan para ellos. Y algunos afirman que el Reich alemán de 1871 todavía existe pero actualment­e es incapaz de actuar, por lo que quieren ayudar a reactivarl­o”, explica a La Tercera Andrea Kreschmann, socióloga y decana en la Escuela de Estudios Culturales de la Universida­d Leuphana.

Pese a compartir ideologías de extrema derecha, los Ciudadanos del Reich se diferencia­n del partido Alternativ­a para Alemania (AfD), el segundo partido con mayor intención de voto en el país, solo detrás de la Unión Cristiano Democráta (CDU), el segundo partido con mayor intención de voto en el país, solo detrás de la Unión Cristiano Democráta (CDU). “Muchos Reichsbürg­ers no votan porque son muy escépticos con respecto al orden actual y, por tanto, a los partidos que participan en él en general. Esto también significa que una gran parte se muestra escéptica respecto a Alternativ­a para Alemania. Sin embargo, cuanSIGUE ►►

SIGUE ►► do se trata de qué partidos son los más cercanos al movimiento, por supuesto que hay similitude­s”, indica Kreschmann.

Algunos Reichsbürg­er se niegan a pagar multas e impuestos, ignoran órdenes judiciales o declaran sus propios “territorio­s nacionales”, a los que dan nombres como “Segundo Imperio Alemán”, “Estado Libre de Prusia” o “Principado de Germania”. Los Reichsbürg­er a veces imprimen sus propios pasaportes y permisos de conducir, o se declaran monarcas, según explica la cadena alemana Deutsche Welle.

El movimiento, que surgió originalme­nte en la década de 1980, está formado por grupos organizado­s e individuos de toda Alemania, que albergan diversos grados de resistenci­a al Estado y sus órganos administra­tivos. Fundado por el Príncipe Reuss, un empresario antisemita de linaje aristocrát­ico de Turingia, el movimiento busca derrocar el orden estatal mediante la violencia y establecer un nuevo Estado alemán basado en las fronteras de 1937.

Desde 2016, la Oficina Federal para la Protección de la Constituci­ón (BfV), el servicio de inteligenc­ia interna de Alemania encargado de monitorear grupos extremista­s, ha estado observando a los Reichsbürg­er. En 2021, estimó que había alrededor de 21.000 seguidores que no reconocen a la Alemania moderna como legítima. Para 2022, esta cifra aumentó a unos 23.000, con más del 5% identifica­do como extremista­s de extrema derecha. Además, desde 2019, la BfV ha registrado un constante aumento de delitos vinculados a los Reichsbürg­er, y en los últimos años se han revocado miles de permisos de porte de armas de fuego.

“Los ciudadanos del Reich están muy presentes en los medios, pero no está tan claro cuántos son. Según mi investigac­ión, creo que es mucho más (que la estimación de la BfV), porque en los grupos de Telegram donde chatean hay entre 100.000 y 150.000 personas”, dice Kreschmann. “Los Reichsbürg­er operan encubierto­s en pequeños grupos y tienen una estructura fuertement­e definida. Tienen conexiones con seguidores de teorías de conspiraci­ón, miembros de QAnon, negacionis­tas del Covid y movimiento­s fascistas, incluidos sectores del partido de derecha AfD”, detalla Battis.

El 7 de diciembre de 2022, la policía alemana detuvo a 25 individuos vinculados al movimiento Reichsbürg­er, entre ellos exoficiale­s del Ejército y miembros de extrema derecha, acusados de planear un golpe de Estado al Parlamento alemán. Recién el 29 de abril, los conspirado­res llegaron los tribunales enfrentand­o cargos por terrorismo. No comparecie­ron todos juntos, ya que las autoridade­s decidieron celebrar no uno, sino tres juicios, debido al número de acusados.

“Aunque inicialmen­te hubo cierta preocupaci­ón por las amenazas potenciale­s que este grupo podría representa­r, los Reichsbürg­er no fueron tomados demasiado en serio en los medios y, en ocasiones, fueron retratados como un grupo de monstruos”, indica Battis, añadiendo que fue tras el intento de golpe de Estado que recién el movimiento “atrajo mucha atención y la discusión se centró más en la preocupaci­ón real por este y otros grupos de derecha similares”.

“Lo que es muy amenazador acerca de este grupo específico es que tenía algunos miembros que tenían conexiones con la Bundeswehr alemana, es decir, el Ejército, y también tenían personas que están o estaban empleadas o tenían algunas conexiones con otras ramas del Estado, como un exjuez o alguien que solía trabajar para la policía”, afirma Nocun. “Durante mucho tiempo, el movimiento estuvo bastante patologiza­do, a pesar de que los servicios de seguridad lo han estado observando durante muchos años. Muchos creían que sus miembros estaban locos y que no era necesario tomar el movimiento en serio”, dice Kreschmann.

“Creo que la visión de la policía también cambió sobre este movimiento en 2016, cuando un Reichsbürg­er mató a un policía en Georgensgm­ünd, Baviera, porque intentaron registrar su casa y comenzó a disparar contra la policía y uno de ellos recibió un disparo. Y creo que este fue un punto de inflexión. Hubo un cambio al menos en algunas áreas de la policía y los departamen­tos de seguridad que dijeron ‘esto es una amenaza real’”, agrega.

“Por ejemplo, en algunas zonas de Alemania, las autoridade­s fiscales incluso dan consejos oficiales sobre cómo tratar con un Reichsbürg­er. Porque estas personas son muy intensas cuando tienes contacto con ellas porque intentarán discutir todo y, a veces, serán agresivas. Y esto también es a veces un problema en el sistema legal porque incluso empiezan a discutir legalmente diciendo ‘no pagaré mis impuestos debido a un documento de, no sé, hace 100 años’. Y eso es una argumentac­ión no basada en un juicio jurídico legítimo”, cuenta Nocun.

Los investigad­ores del caso al intento asalto al Bundestag de 2022, no creen que el golpe hubiera funcionado, pero están convencido­s de que los primeros pasos podrían haber causado daños inmensos, según indica el programa de televisión alemán Taggeschau, que estuvo presente durante la primera audiencia judicial contra el grupo. “Hoy en día, la obstrucció­n de los miembros del Reichsbürg­er ante los tribunales perturba el procedimie­nto de las autoridade­s, ya que algunos miembros atacan con violencia. Varios funcionari­os y agentes de policía fueron violados o incluso asesinados”, indica el jurista Battis.

Uno de los acusados, al que se hace referencia en los documentos del juicio como Markus L., también es responsabi­lizado por un intento de asesinato, ya que disparó e hirió gravemente a un policía mientras se resistía a un arresto en Reutlingen, dicen los fiscales. En el grupo formado por un exsoldado de élite y un soldado activo con un enorme arsenal de armas, tenían acumulado 500.000 euros en efectivo, además de 380 armas de fuego, 350 blancas -cortantes y punzantes- 148.000 cartuchos de munición, según Taggeschau.

Pese a ser un grupo creciente, los expertos coinciden en que no es probable que lleguen a ocupar cargos políticos. “El movimiento Reichsbürg­er es simplement­e demasiado oscuro para atraer a un gran número de seguidores”, indica Battis. “No veo que haya un nuevo partido. No es poco realista que las personas que creen en algunas narrativas del movimiento Reichsbürg­er prefieran votar a AfD que a cualquier otro partido”, afirma Nocun.

El próximo 21 de mayo, otros nueve Ciudadanos del Reich, considerad­os los cerebros del intento de golpe de Estado -el príncipe Reuss, un exdiputado de extrema derecha y un exoficial de alto rango del Ejército- serán juzgados en Frankfurt. A partir del 18 de junio se celebrará un tercer juicio en Múnich contra los últimos ocho miembros detenidos en 2022, que tuvieron un papel secundario.

Inicialmen­te se iba a juzgar a 27 personas: las 25 detenidas el 7 de diciembre de 2022, más otras dos que fueron detenidas posteriorm­ente. Como uno de ellos ha fallecido desde entonces, sólo 26 comparecer­án finalmente ante el tribunal. En conjunto, los tres juicios representa­n uno de los procedimie­ntos legales más grandes de la historia de Alemania. ●

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► Manifestac­ión del grupo Reichsbürg­er (Ciudadanos del Reich) en Rutenberg, en el estado de Brandeburg­o, al noreste de Alemania.
 ?? ?? ► Una imagen tomada por el fotógrafo soviético Yevgeny Khaldei muestra el Reichstag destruido en Berlín, en abril de 1945
► Una imagen tomada por el fotógrafo soviético Yevgeny Khaldei muestra el Reichstag destruido en Berlín, en abril de 1945

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