La Tribuna (Los Angeles Chile)
El silencio del servidor público
Conozco los avatares de campañas y por ello, comprendo a los candidatos que hacen todas clases de esfuerzos, en medio de una adversidad enorme, para que se conozca su mensaje y si ello no es posible, al menos su nombre y mejor aún, su rostro. Los Ángeles ha crecido mucho, pero todavía está esto de “a esta persona yo la conozco” y eso, naturalmente que ayuda. Y si a eso sumamos el “susto” por ayuda económica, y más delicado, el desprestigio público de la actividad política, sólo me queda expresar un homenaje a las docenas de candidatos, muchos muy buenos, que se disponen entregar sus capacidades y visiones para una comuna mejor.
Concordemos que “se les pasó la mano”, a los legisladores con esto de la propaganda pública. Es cierto que lo anterior se había transformado en una suerte de “Feria de las pulgas” repleta de carteles y complicaciones de tránsito. Pero conocíamos a los que postulaban. Hoy lo tienen prohibido todo, salvo algunos lugares dispuesto por un organismo, el Servel, que está ubicado en la calle Esmeralda de Santiago y una oficina frente a los Tribunales en Concepción. A la autoridad local, el municipio, nada. Todo es desconfianza. Vale la pena ver algunos absurdos. De partida, “queda prohibido bajo multas y eventual dejación del cargo”, el incumplimiento previsto en la ley para los efectos publicitarios. Así de violento es la cosa. Ningún candidato puede poner una paloma en la vereda, menos afirmada en los árboles. Sin embargo, Los Ángeles está repleto de “palomas” que anuncian: “Compra de baterías, fierro, cobre, (ahí está el incentivo para robarse los cables de la luz rural), aluminios”, más adelante otro, figura una mujer, de senos descomunales, anunciando que se va a desnudar a partir de las 23 horas en (anuncia el lugar)”. La lista es larga y diversa. Todos aprovechan la calle, pero la democracia no. Está penada por la ley y desprestigiada. ¿Qué ocurriría si un candidato retira brevemente el letrero que anuncia las prietas y por breves minutos instala su rostro? Lo acusarán, multa y si persiste, fuera de la competencia. Triunfaron las Prietas. Siguen ahí. El candidato, al olvido. ¿Qué tendrán las prietas que no tiene la democracia? ¿Y la vulcanización? ¿Y el abogado que anuncia divorcios y testamentos? Los árboles de nuestras calles, han servido para afirmar anuncios y no para el paisaje urbano, esa es la verdad.
Ni tanto ni tan poco. Los silencios extremos, no sirven. Las imágenes, que a veces reemplazan las palabras, también ausentes. ¿Qué porcentaje de los ciudadanos tendrán definido su voto?. Otro misterio. ¿Y tendremos un debate de los candidatos a alcalde? ¿Qué dicen de esto los medios de comunicación? Sigue el misterio. Realmente, candidatos y candidatas, los admiro. Y más aún, si para poner un letrero, sólo es posible hacerlo desde el patio de un adherente. ¿Por qué vamos a involucrar a personas si este es un evento político de ideas?
“Se les pasó la mano” a los legisladores con esto de la propaganda pública. Es cierto que antes se había transformado en una suerte de “Feria de las pulgas”, pero conocíamos a los que postulaban.