La Tribuna (Los Angeles Chile)
¿Por qué ir a votar? El mayor acto de rebeldía
En los últimos años se ha acumulado decepción, enojo, rabia, cólera y desconfianza por la clase política, pero estos sentimientos se han canalizado de dos formas total y absolutamente distintas en la sociedad. Primero: muchas personas han tomado la decisión (equivocada a mi parecer) de marginarse del simple, pero no menos engorroso, acto de ir y votar para elegir, me imagino que lo ven como un acto de rebeldía o de enfatizar cada vez más su descontento, dando una señal cada vez más clara a los políticos; segundo: otros, sin embargo, han decidido dar un paso al frente, asumiendo que no sólo basta con alzar la voz o presionar en las calles. Personas que hoy quieren demostrar que el remedio a la enfermedad no es alejarse de ella, sino que es remediarla desde dentro con manos limpias, y sin tantas promesas de campaña (no se asuste cuando vea a un candidato que no le promete nada, el vecino que quiere ser elegido por otro vecino busca en conjunto la solución al problema) sólo piden una oportunidad, una oportunidad para demostrar que sí se puede hacer buena política, que se puede actuar con transparencia y honestidad. Chile una vez más tendrá un momento democrático, la sola acción de ir a votar más que un acto cívico voluntario, es la oportunidad de elegir a quien dirigirá nuestra comuna y quien fiscalizará su trabajo por un periodo de 4 años, aproveche usted dicho momento.
Entonces ¿ por qué votamos? Por una esperanza renovadora de tener mejores representantes, los cuales sean capaces de comprender con mayor sentido a la comunidad y sus ciudadanos, pues supone que el individuo elegido denota un sentido de pertenencia del lugar, y de las personas que quiere representar. En estas elecciones hay personas que desean cambiar las vidas de otras, quizás la suya, individuos que sueñan con ciudades más limpias, más seguras, más inclusivas, más expeditas y con mayor cultura, votamos porque es posible la buena política, aquella que desafía a los malos políticos, que promueve el progreso individual y el de la comunidad, y en especial debemos votar porque al contrario de lo que se cree o piensa, este ‘sí’ es el mayor acto de rebel- día que podemos realizar como sociedad, debemos empoderarnos de los procesos democráticos de nuestro país, a través de ello, podemos dejar fuera a quienes no han hecho bien su trabajo, a quienes no nos han representado, a quienes no han cumplido sus promesas y a quienes han manchado la política, ensuciándola de la manera que usted y yo ya estamos aburridos de ver y escuchar. Lo invito a usted vecino, a usted vecina, a votar y elegir, no por mí ni por usted, sino que por el futuro de nuestros hijos e hijas.