La mala costumbre de no ceder el asiento

Hace algunos días se dio a conocer un hecho ocurrido al interior de una micro del transporte público en Concepción. El registro muestra a un hombre encarando a una pareja, al parecer, por no ceder el asiento preferente a una señora de la tercera edad. El video se hizo viral en las redes sociales en pocas horas, surgiendo diversas opiniones de la situación en torno a la falta de respeto por parte de los jóvenes, a quienes no les importó usar un lugar que está reservado para adultos mayores, minusválidos o embarazadas.

Y por otra parte, la reacción agresiva del pasajero, que para algunos estuvo de más.

El ceder el asiento, definitivamente, es algo que se perdió. En cambio ahora, estar dormido, hablar por celular o simplemente mirar por la ventana pueden ser las excusas perfectas para no dar el asiento en algún transporte público.

Lo que antes era visto como una obligación, en la actualidad es algo que pocas veces sucede.

Abuelos, embarazadas, mujeres con niños en brazos o personas con alguna discapacidad son los que más necesitan un asiento mientras viajan.

Muchas veces se ha visto cómo abuelitos, muchos de ellos cargados con bolsas, quienes seguramente andaban haciendo sus compras en la feria o el supermercado, deben viajar parados en la micro, mientras que los asientos reservados para ellos están ocupados por jóvenes que simplemente se hacen los tontos y no ceden el asiento.

Para qué decir lo que pasa con quienes están en los demás asientos, ellos ni aludidos se sienten, desinterés que para muchos es consecuencia de la falta de valores y una evidente carencia de la falta de educación cívica que hay entre los habitantes.