La Tribuna (Los Angeles Chile)
Instalemos orgullosamente nuestras banderas
Hoy, se requiere de un simple gesto. Abrir el cajón de abajo de aquella vieja cómoda, sacar la bandera e instalarla a la vista de todos. “Soy orgulloso de ser chileno, de vivir en esta patria y agradezco a todos quienes han construido su historia”.
Se acercan las Fiestas Patrias, aquellas que sacan a relucir el esfuerzo de nuestros antepasados por tener una patria independiente y libre. Gracias a ellos, pudimos zafarnos de la corona española y sentar los cimientos de la sociedad que somos actualmente. Mucha sangre se derramó en esta lucha independentista, pero sea cual sea la visión que se tenga de la historia, hoy somos un hermoso país, llamado Chile.
Por ello, resulta de gran relevancia, que durante el fin de semana que se acerca, todos puedan instalar su bandera en el patio de sus casas, en las oficinas públicas, en los departamentos y en todas partes.
Qué mayor muestra de unidad que un acto tan simbólico y de respeto como este. No es necesario que la ley contemple multas a quienes no lo hagan, porque no debería ser una obligación.
Muy pocas veces tenemos oportunidad de compartir acciones que demuestran nuestro amor a la patria que se repliquen desde Visviri en la provincia de Parinacota, hasta la villa Las Estrellas en el territorio antártico chileno y, una de ellas, es realizar este gesto de reconocimiento y amor al territorio que nos vio nacer y donde seguimos construyendo el futuro.
Muchas veces criticamos el compromiso y la dedicación de organizaciones o de los poderes del Estado frente a la nación, pero cuando nos toca a nosotros demostrar nuestro compromiso con Chile, muchas veces, tampoco estamos a la altura.
Hoy, se requiere de un simple gesto. Abrir el cajón de abajo de aquella vieja cómoda, sacar la bandera e instalarla a la vista de todos. “Soy orgulloso de ser chileno, de vivir en esta patria y agradezco a todos quienes han construido su historia”.
Los colores de nuestra bandera son nuestro blasón, ya que el azul representa el hermoso cielo azulado, el blanco la profundidad y magnificencia de nuestra cordillera nevada y el rojo, es precisamente un homenaje a toda la sangre que se derramó en este camino a la independencia.
En estos tiempos, nos hemos preocupado en demasía de buscar lo negativo de nuestra sociedad, de nuestros políticos, de nuestra forma social y cultural de vivir, y con ello se ha perdido parte del sentido patrio, el cual únicamente aflora cuando tenemos deportistas destacados disputando finales internacionales. Sin embargo, ser chileno es más que eso. Creemos conciencia en los valores patrios, entendamos nuestro escudo y el lema y busquemos en los libros de historia, las teorías que le dan el nombre a nuestro país. Eso, es básico y no cuesta nada. ¡Viva Chile!