Solidaridad dieciochera

Hace poco más de dos décadas funciona en el sector norponiente de Los Ángeles una gran feria de las pulgas, que cada sábado recibe a cerca de 500 comerciantes y miles de clientes. En el corazón de la población Santiago Bueras usted podrá encontrar un sinfín de productos: desde ropa a herramientas, pasando por antigüedades y útiles de aseo.

En la extensión de calle Santiago –entre Galvarino y Bombero Rioseco– usted encontrará de un cuanto hay, pero quizás, a simple vista, entre puesto y puesto, no alcance a descubrir a un grupo humano realmente notable, un grupo de feriantes, en cuyo sistema de vida en comunidad se destaca un espíritu solidario a toda prueba.

Hemos tenido la suerte de compartir con ellos en varias ocasiones y ahora fuimos invitados al lanzamiento de las actividades de Fiestas Patrias. La feria estaba entera adornada para la ocasión y cada uno de las y los feriantes lucía unos magníficos trajes típicos. Con aportes voluntarios, dieron vida a su propia ramada, la que contó con los infaltables pajaritos, empanadas, y la cueca de rigor.

Allí, al margen de la celebración, conversamos con algunos vecinos y comerciantes. Conocimos lo que no se ve. Supimos de penas y grandezas, de socios que tienen hasta dos hijos adultos postrados que se alimentan por sonda y cuyo único ingreso económico es el que reciben cada miércoles y sábado como resultado de sus ventas.

Y entonces aparece la maravillosa solidaridad y el compañerismo. Para la compra de pañales, suplementos alimenticios y leña en invierno, idearon un sistema de colaboración al que se suma el desarrollo de algunas acciones internas como rifas y donaciones. Así, consiguen entregar unas 15 canastas en las fiestas de septiembre y 50 en diciembre.

La organización también permite un ingreso extra a quien lo requiera y esté dispuesto a trabajar un poco más al término de cada de jornada. Y es que cuando la feria se levanta, el entorno debe quedar impecable, tarea que ejecutan 50 inscritos.

En el lugar se hace un aro en la celebración para reconocer a una vecina especial. Ella, una

“Nuestro homenaje a estos 348 socios estables y a los 110 itinerantes, y saludamos a toda su directiva, en la figura de la dirigente, señora María Zúñiga”.

mujer mayor, pese a la precariedad en que vive, facilita agua y luz a aquellos comerciantes que requieren mantener sus productos congelados o encender sus sistemas de audio. Hasta su escobillón y pala pone a disposición de ser necesario, siempre dispuesta a colaborar y a ser parte de este engranaje. Los comerciantes la distinguen como una de los suyos.

Los ciudadanos y ciudadanas que visitan esta feria saben que hay algo allí que les pertenece, algo que forma parte de un paisaje propio. Saben que La Feria de Santiago Bueras es parte de nuestro patrimonio como ciudad, porque aquí hay algo que va mucho más allá de un simple acto de comercio. Aquí hay hombres y mujeres organizados que, a pesar de las inclemencias del tiempo, siempre estarán prestos para atender, y para ayudar, porque todos trabajan para todos.

La directiva no se detiene, van y vienen ocupadas de todos los detalles y siempre haciéndole frente a todo, con el humor a flor de piel y a todo evento. Han sido cambiados de locación al menos en dos oportunidades, pero no aflojan. Pagan tasación al Servicio de Impuestos Internos, permisos anuales al Municipio de Los Ángeles y sus propios baños químicos. Lo único que exigen de las autoridades es respeto y que se les reconozca como parte de la idiosincrasia del sector y como un aporte en Santiago Bueras y, por qué no, a la comuna.

Nuestro homenaje a estos 348 socios estables y a los 110 itinerantes y saludamos a toda su directiva, en la figura de la dirigente, señora María Zúñiga, presidenta del sindicato número 6, quienes han sabido guiar y mantener con la cooperación de cada uno de sus colegas este sistema solidario del que deberíamos aprender… de todas maneras.