La Tribuna (Los Angeles Chile)
Los botones de pánico, cámaras y alarmas que se instalarán en Tucapel
Cinco proyectos de Seguridad Pública se aplicarán en la comuna de la provincia de Biobío, entre los que se incluyen la implementación de 100 botones de pánico.
La municipalidad de Tucapel ha dado a conocer la instalación de botones de pánico, cámaras de vigilancia y alarmas en diversos puntos de la comuna como una forma de reforzar las medidas de Seguridad Pública.
Estos elementos disuasivos y preventivos son parte de los cinco nuevos proyectos de Seguridad Pública que se ejecutarán en esta comuna precordillerana de la provincia de Bíobío.
Para el alcalde de Tucapel, Jaime Veloso, “se trata de iniciativas que potencian la seguridad en la comuna y benefician a nuestros vecinos, los que sin duda mejorarán su calidad de vida gracias a estas acciones públicas que son gestionadas por el municipio, pensando siempre en ser un aporte para la comunidad”.
ALCANCE Y COSTOS DE LA INICIATIVA
Entre los proyectos adjudicados destaca “Tucapel más seguro”, el cual consiste en la instalación de 100 botones de pánico y 30 alarmas que beneficiarán directamente a 100 familias, teniendo un costo de $4.977.600.
El segundo proyecto es “Prevención de la violencia escolar” y busca, a través de talleres para alumnos y sus padres o apoderados, prevenir factores de riesgo en los establecimientos municipales de la comuna con un costo total de $4.129.500.
El tercer proyecto consiste en la instalación de cuatro cámaras de vigilancia en Polcura; mientras que el cuarto se trata de la exhibición de tres obras de teatro, además de dos talleres para niños sobre 13 años con la temática de la prevención de drogas y se asignaron en $4.610.000.
PREVENCIÓN A TRAVÉS DE ÁREAS VERDES
El último proyecto es la recuperación de áreas verdes a través de la construcción de una plaza en el sector Villa Nuevo Amanecer de Tucapel. Este proyecto busca mejorar el espacio público abarcando la prevención situacional del delito, ya que el sitio se encontraba eriazo.
Los fondos, superiores a los 60 millones de pesos, corresponden a proyectos postulados y ganados por el municipio ante el Gobierno Regional y la Subsecretaría de Prevención del Delito.
El alcalde Veloso destacó que todos estos proyectos están postulados y adjudicados, sólo se está a la espera de la firma de los convenios para concretar las iniciativas y tener fecha de aplicación de cada una de ellas.
REACCIONES EN LA CIUDADANÍA
María Cecilia Retamal es una vecina de Huépil y dice que el problema de seguridad en la comuna se debe a la falta de contingente policial. “Yo creo que hace falta más carabineros, porque hace 30 años que yo vivo aquí y estamos pasamos algo de susto, ya que el sector de Rosario Soto se está poniendo medio complicadito”, dijo Retamal. “Tener botones de pánico sería excelente”, añadió la vecina.
Con respecto a su percepción de seguridad en la comuna, comentó que “yo creo que nos falta una cámara de vigilancia en la intersección de la calle Independencia con Rosario Soto, porque ahí se está empezando a juntar la delincuencia. “A veces abandonan a los pueblos chicos y la seguridad está sólo para las ciudades grandes. Nosotros también necesi- tamos de apoyo”, expresó enfática.
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Gabriel Barriga también es de Huépil y quiso resaltar la responsabilidad que también cabe en la ciudadanía en temas de seguridad, argumentando que “es importante también que la gente sea protagonista de estos proyectos y coopere con la seguridad pública. Las autoridades están cumpliendo, pero es bueno también que la gente se empodere con estas iniciativas”.
“Hay que agradecer las gestiones del alcalde Jaime Veloso, ya que me parece excelente que podamos contar con estos botones de pánico para tener opciones ante situaciones imprevistas o de delincuencia”, dijo Barriga sobre los proyectos prontos a implementarse.
JOAQUÍN LAVÍN Y LOS BOTONES DE PÁNICO EN SANTIAGO
La iniciativa de los botones de pánico es conocida en otras comunas del país, especialmente en su capital, donde desde los años 90 fueron popularizadas por el entonces alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, quien en 1996 instaló botones de pánico al interior de casas del sector oriente con el objetivo de que los vecinos lo presionaran cada vez que se estaba cometiendo un delito para que la policía acudiera a retener a los delincuentes.
Sin embargo, el proceso no era tan simple. Cuando un vecino apretaba el botón, la señal de alarma llegaba a una casa del barrio que hacía de central. Desde aquí se avisaba a las camionetas de “Patrullando tu barrio”, y estas últimas llamaban a Carabineros.
Posteriormente, mientras era alcalde de Santiago, Lavín instaló botones de pánico en sectores concurridos de la comuna como, por ejemplo, en el paseo Ahumada.
De esta manera, si algún transeúnte era víctima de un delito u observaba la ocurrencia de uno, podía utilizar dichos botones para dar aviso a las autoridades. Una idea que hoy espera replicar en Las Condes, pero en coordinación con Lo Barnechea y Vitacura.
EXPERIENCIA EN EL EXTRANJERO
En la ciudad colombiana de Barranquilla se producen unos tres asaltos diarios, 66 por mes y casi 650 reportados en el último año, lo que llevó a la Gobernación local a implementar la estrategia “Botón de pánico”, un sistema que permite a la policía dar una respuesta más rápida frente a la delincuencia.
El botón se activó esta semana en 1.836 buses, de los cuales 821 prestan su servicio en el área metropolitana de Barranquilla y 565 transitan por las carreteras del departamento. Esto quiere decir que se ha cubierto el 38% del total del parque automotor de las empresas de transporte y se espera que en 2018 se pueda alcanzar el 100% de los buses.
Con el botón de pánico los conductores reportarán cualquier emergencia mediante el sistema GPS del vehículo. La plataforma central obtiene el reporte, identifica a qué cuadrante de la Policía pertenece y genera las notificaciones al más cercano. La plataforma web visualiza, mediante un mapa, la ubicación del vehículo y permite gestionar la respuesta inmediata a la emergencia.