La Tribuna (Los Angeles Chile)
20 años de cárcel para hombre que robó y violó a mujer en hostal angelino
Maximiliano Andrés Manríquez Tobar fue declarado autor de los delitos consumados de robo con violación y robo con intimidación, en hostal de av. Alemania. El tribunal dispuso además que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para dete
Lejos de la sanción máxima que pretendía el Ministerio Público de 40 años efectivos de cárcel, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Ángeles condenó a Maximiliano Andrés Manríquez Tobar a la pena única de 20 años de presidio efectivo, en calidad de autor de los delitos consumados de robo con violación y robo con intimidación, tras la noche de terror vivida por cuatro mujeres, en un hostal de avenida Alemania en Los Ángeles.
En fallo unánime, el tribunal – integrado por los magistrados Paola Schisa- no Pérez ( presidenta), Juan Pablo Lagos Ortega y Christian Osses Baeza (redactor)– aplicó, además, a Manríquez Tobar las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que alrededor de las 23:30 horas del 27 de abril de 2016, Manríquez Tobar llegó hasta un hostal de Los Ángeles donde, tras amenazar con un arma cortopunzante a la recepcionista, se apropió de dinero efectivo, un notebook y un teléfono celular, especies con las que huyó del lugar.
Posteriormente, alrededor de las 4 de la madrugada del 28 de abril de 2016, el condenado reingresó al recinto, sorprendiendo a la recepcionista, la que se encontraba durmiendo en una habitación acompañada por una hermana y su madre. Con un arma cortopunzante amenazó a las tres mujeres, y también a una pasajera, adueñándose de dinero en efectivo, joyas, teléfonos celulares y un juego de llaves.
Luego, trasladó bajo amenazas a la hermana de la recepcionista hasta un lugar contiguo, donde la violó, antes de escapar con las especies en su poder.
DE TRUPÁN A LOS ANGELES
Maximiliano Andrés Manríquez Tobar, de 23 años, llevaba dos años en Los Ángeles al momento de cometer los últimos delitos, luego de trasladarse a esta ciudad desde Trupán. Ya estaba habituado a enfrentar cargos ante la justicia, con un abultado prontuario, que da cuenta de su paso por cuarteles policiales por robos con violencia, intimidación, en lugar habitado, porte y tenencia de arma de fuego y maltrato de obra a carabinero de servicio, entre otros.
Minutos antes de la medianoche del día 27 de abril de 2016,
el condenado llegaba solo al hostal, pidiendo la reserva de una habitación, pero transcurridos ya unos minutos, y cuando la recepcionista se gira de su puesto de trabajo, el hombre saca un cuchillo y la amenaza para luego escapar con dinero en efectivo, un notebook y un teléfono celular.
La joven ante el pánico por la situación vivida pide a su madre y a su hermana que la acompañen, y transcurridas unas horas, la pesadilla se repite pero con mayor violencia.
El condenado regresaba al hostal cerca de las 4 de la madrugada y nuevamente amenaza a las víctimas. A tres de ellas, las obligó a permanecer en la habitación, llevándose a tirones, a la hermana de la recepcionista, a la que violentó sexualmente.
Transcurrido un tiempo no determinado, las mujeres lograron ir en auxilio de la víctima de la violación, mientras el autor del ultraje escapaba.
En la huida, una patrulla de la Sección de Investigación Policial SIP de la Primera Comisaría, divisa al hombre que corría por la avenida Alemania, y se escabulle por los pasajes de la población “Domingo Contreras Gómez”, escondiéndose en una casa abandonada, en la intersección de los pasajes volcán Puyehue con Pemehue. Resistiéndose a la detención y luego de enfrentarse a los uniformados, finalmente fue detenido.
En su poder aún mantenía algunas de las especies robadas. Entre ellas una toalla de color rojo con el diseño bordado del hostal, siendo éste el primer indicio que lo vinculaba a los hechos.
Tras la captura, y cumpliendo con la ley, fue trasladado al hospital para constatar posibles lesiones, siendo de inmediato reconocido por las víctimas que a esa misma hora, se encontraban en estado de shock en el Servicio de Urgencia del centro asistencial.
Primero entró a robar y cuatro horas después regresó y violó a la joven que acompañaba a su hermana, que se encontraba en pánico. Con un cuchillo de 40 centímetros amenazaba a sus víctimas.