Lecciones que se deben aprender

El desarrollo de la elección presidencial, como la parlamentaria y de consejeros regionales, en esta oportunidad, tal vez más que en ocasiones anteriores, si se considera el mayor desarrollo de las comunicaciones, así como el más amplio acceso a la información y a los bienes de la cultura, ha dejado de manifiesto que hay lecciones del sistema de vida democrática en una sociedad que se considera a sí misma culta e informada, que aún no hemos aprendido, quizás por no haberle prestado la debida atención o bien por que dichas lecciones no han sido transmitidas de la forma más adecuada, sin el convencimiento ni el énfasis necesario para anclarlas en el comportamiento ciudadano. Si bien se podría afirmar, y con razón, que la importancia que tiene un proceso eleccionario en la vida de un país, donde se eligen las autoridades del más alto nivel, que recogen, canalizan y dan respuesta a las inquietudes, necesidades y propuestas ciudadanas, unido al calor, la efervescencia y la pasión que provoca la defensa y difusión del programa de modernización y cambios que se ofrece a la ciudadanía para reparar injusticias que permitan una mejor calidad de vida, hace que las palabras superen la realidad y se conviertan en un mensaje que produce una mezcla de esperanzas e incertidumbres en un escenario político y social donde los fantasmas del pasado son sacados desde las sombras para aumentar en la ciudadanía la desconfianza en las verdaderas intenciones que guían a unos y otros. Así, apremiados los candidatos por responder a las demandas de las distintas visiones políticas y necesidades sociales los lleva a cometer errores al sobredimensionar las posibilidades de responder a las ofertas que se ofrecen en un afán de demostrar ser los más idóneos para desempeñar el cargo al que postulan.

No hemos aprendido que la educación de las nuevas generaciones requiere con urgencia, para desarrollar su creatividad, espíritu cívico y de formación ciudadana, así como su capacidad de autocrítica y crítica constructiva que los capacite para sentirse parte y actores responsables de la sociedad en que viven, incorporar de manera sistemática en la educación materias y actividades prácticas y evaluadas de formación humana y social que resultan ser tanto a más importante que la sola adquisición de conocimientos cuando la función del ser ciudadano así lo requiere. Ciudadano que debe conocer el país donde vive, sus potencialidades y oportunidades, así como sus carencias y debilidades; asumir sus deberes y conocer los límites de sus derechos. Así formado, los procesos electorales, serán una oportunidad para debatir ideas con altura y proponer objetivos posibles de alcanzar de manera tolerante y respetuosa.

Chile ha elegido un nuevo Presidente de la República. Que la educación, el bienestar y la paz social cumplan su objetivo.

Los procesos electorales serán una oportunidad para debatir ideas con altura y proponer objetivos posibles de alcanzar de manera tolerante y respetuosa. Chile ha elegido un nuevo Presidente de la República. Que la educación, el bienestar y la paz social cumplan su objetivo.