LA LUCHA POR EL CANAL BEAGLE
En su afán por operar en aguas más puras y frías, la salmonicultura ha puesto sus ojos en la zona austral de Chile, específicamente frente a la costa de la isla Navarino en el canal Beagle. En cierta medida, las ictiopatologías virales, bacterianas y parasitarias generadas por la propia industria en las regiones de Los Lagos y Aysén ha provocado este creciente interés por instalarse cada vez más al sur, y es por ello que Magallanes es considerado hoy como el polo de desarrollo de los centros de cultivo de salmónidos.
La comunidad local y las organizaciones ambientales están en estado de alerta, y entre otras cosas alegan la ausencia de una consulta ciudadana. De ahí surgieron las manifestaciones que a fines de marzo se realizaron en Punta Arenas y Puerto Williams con motivo de la visita de los reyes de Noruega, quienes llegaron acompañados por una una delegación de empresarios salmoneros, algunos presuntamente vinculados a la salmonera Cabo Pilar S.A., filial de la firma noruega Nova Austral, que contaba con cuatro concesiones para operar en la Reserva Mundial de la Biósfera Cabo de Hornos. El pueblo
yagán, que ha habitado la isla Navarino durante más de 7 mil años, entregó personalmente una carta a las autoridades noruegas, pidiéndoles que respeten sus derechos indígenas bajo el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo ( OIT) y reviertan los planes sobre los centros de cultivo en su territorio ancestral. “No podemos permitir actividades que podrían dañar nuestro patrimonio ancestral y nuestra manera de ver el mundo. Nunca estaremos de acuerdo con estas actividades”, fue parte de su declaración.
A principios de junio, la empresa sufrió un duro golpe luego que la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas confirmara la caducidad de aquellas concesiones. Sin embargo, Nova Austral presentó un recurso de protección en contra del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), acusando una “omisión arbitraria e ilegal” del organismo. La salmonera busca evitar la inhabilidad aprovechando que la Contraloría General de la República aún no toma razón de la resolución de la subsecretaría. La nueva disputa por el canal Beagle parece lejos de terminar.