New Voices in Chile
Las nuevas voces en Chile
Las nuevas voces en Chile
Alcalde, 31, is a councillor-elect in Las Condes, a wealthy district in northeast Santiago, where she represents Revolución Democrática – part of Chile’s main opposition bloc. She studied journalism before gaining a master’s in Social Policy and Community Action at the Universidad Autónoma de Barcelona. Alcalde is a member of the Nuestra América Verde network, a project that seeks to promote a green recovery from the economic, environmental and health crises facing Latin America.
“The challenges for Las Condes are enormous. The district is not even certified under Chile’s municipal environmental scheme, nor is it part of the national network of municipalities against climate change – putting it a long way behind in terms of environmen
Alcalde, de 31 años, es una concejala electa de Las Condes, un distrito adinerado del noreste de Santiago, donde representa a Revolución Democrática, parte del principal bloque de la oposición de Chile. Estudió periodismo antes de obtener un máster en Políticas Sociales y Acción Comunitaria de la Universidad Autónoma de Barcelona. Alcalde forma parte de la red Nuestra América Verde, un proyecto que quiere promover una recuperación verde de la crisis económica, medioambiental y de salud a las que se enfrenta Latinoamérica.
“Los retos de Las Condes son enormes. El distrito ni siquiera está certificado bajo el esquema medioambiental municipal de Chile, y tampoco es parte de la red nacional de municipios contra el cambio climático, lo que lo sitúa muy atrás en términos de gestión medioambiental. Las Condes es uno de los distritos más ricos del país, y sin embargo solo tiene 4,87m2 de espacios verdes por habitante, muy por debajo de los ideales 10m2, y es una de las 12 áreas con el
tal management. Las Condes is one of the richest districts in the country yet has just 4.87m2 of green spaces per person – well below the optimum 10m2, and it is one of the 12 areas with the highest energy consumption in Chile. We need sustainable alternatives and incentives to lower consumption.
“However, on the campaign trail I saw that the environment is one of the priorities for people in Las Condes, and interest in environmental matters grows every day in Chile. The problem is that there is not enough political will among certain sectors to make a commitment to change, preferring to mislabel projects with the word “green” rather than tackle the root cause, which is Chile’s development model.
“I put myself forward for councillor because I think that local management is key in this process. We can’t ask people to recycle if we don’t have accessible facilities and efficient systems for waste management; nor can we talk about sustainable consumption if we maintain the culture of disposables and planned obsolescence. We can’t tackle pollution and traffic congestion, either, if we don’t incentivize non-contaminating infrastructure.
“The elections opened up a new path for a generation that has been working for years on a new way of doing politics. This change began in congress and will now be strengthened at the local level and will be key for the creation of sustainable policies and to make future governments commit to a fair and sustainable future. The constitutional process will also be key, and one of the most important conversations has been around enshrining water as a national good for public use. This will be a priority in the next constitution.
“To mitigate the effects of climate change, Chile needs to prioritize its historic environmental debts by closing all its coal-fired power stations, getting rid of sacrifice zones and making progress on a new law to protect glaciers. Through Nuestra América Verde, we have been pushing for a global Green New Deal and presented an economic recovery plan for social and environmental justice containing 14 urgent proposals for 2020-2030.” consumo más alto de energía de Chile. Necesitamos alternativas sostenibles e incentivos para reducir el consumo.
“Sin embargo, durante la campaña vi que el medioambiente es una de las prioridades de la gente de Las Condes, y el interés por los problemas medioambientales crece cada día más en Chile. El problema es que no hay suficiente voluntad política en ciertos sectores de comprometerse a cambiar, optando por etiquetar erróneamente los proyectos como “verdes” en vez de atacar la raíz del problema, que es el modelo de desarrollo de Chile.
“Me presenté como concejal porque creo que la gestión local es clave en este proceso. No podemos pedirle a la gente que recicle si no tiene instalaciones accesibles y sistemas eficientes para la gestión de basuras; tampoco podemos hablar de un consumo sostenible si mantenemos la cultura de los desechables y la obsolescencia programada. Tampoco podemos atacar el problema de la contaminación y la congestión del tráfico si no incentivamos las infraestructuras que no contaminan.
“Las elecciones abrieron un nuevo camino para una generación que lleva años trabajando en una forma nueva de hacer política. Este cambio comenzó en el congreso y ahora se verá reforzado a nivel local y será esencial para la creación de políticas sostenibles y para hacer que los gobiernos del futuro se comprometan a un futuro justo y sostenible. El proceso constitucional también será clave y una de las conversaciones más importantes ha sido en torno a la consagración del agua como un bien nacional de uso público. Esto será una prioridad en la siguiente constitución.
“Para mitigar los efectos del cambio climático, Chile tiene que dar prioridad a sus deudas medioambientales históricas cerrando todas las centrales eléctricas de carbón, deshaciéndose de las zonas de sacrificio y progresando en una nueva ley de protección de glaciares. A través de Nuestra América Verde, hemos estado haciendo presión para conseguir un Nuevo Acuerdo Verde global y presentamos un plan de recuperación económica por la justicia social y medioambiental que incluye 14 propuestas urgentes para 2020-2030”.