El drama de la lucha contra el fuego
Miguel Castillo, investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la U. de Chile
«Enfrentamos el mayor desastre forestal de nuestra historia, con un área afectada veinte veces mayor que en 2016», expresó la Presidenta Michelle Bachelet sobre la catástrofe que afecta a la zona central. Se mantienen 23 incendios de «extrema gravedad». Revisa nuestra cobertura especial.
Desde hace cuatro años que el profesor Miguel Castillo, investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile, asegura que viene advirtiendo a la autoridad la necesidad de endurecer la legislación vigente e invertir en prevención de estos siniestros. Sin embargo, sus palabras cobraron fuerza este último mes luego de la ocurrencia de los megaincendios en la zona central de nuestro país, con más de 100 mil hectáreas consumidas.
“El viernes me reuní con Meteorología para ver justamente el tema del aumento en la intensidad de los incendios forestales. Lamentablemente, no es un tema que se va a calmar, sino que se va a incrementar en febrero. Estamos ante una condición meteorológica muy extrema y la situación va a ser aún más grave. La condición de peligro va a aumentar”, aclaró Castillo a Publimetro.
Según el profesor, los incendios forestales, desde una mirada histórica, no han sido abordados como prioridad país, pero no se puede acusar a las autoridades por no prever la actual catástrofe. “Ha habido esfuerzos en dotar infraestructura, pero claramente faltan más recursos. En la situación actual no se puede acusar al Gobierno, porque lo que ha ocurrido es que estamos frente a una condición más extrema que hace 15 años: el pasto está muy seco y disponible para el encendido”, explicó el investigador.
Según Castillo, lo normal en un incendio forestal es que el avance de las llamas se produzca en 3,2 hectáreas por hora. Sin embargo, en los últimos megaincendios, debido, a las condiciones climáticas extremas de humedad baja, calor extremo y vientos, se ha registrado un avance de las llamas superior a las 500 hectáreas por hora.
“Ante esta situación, los tiempos de respuesta son claves. En estos casos se requiere un mayor tiempo de respuesta, como la posibilidad de contar con una ataque inicial con aeronaves de combate de las llamas en forma simultánea en los focos de incendio. Sin embargo, no tenemos esa capacidad. Eso evitaría una propagación como lo ocurrido primero en Valparaíso y luego en Pumanque”, aseguró.