RECORRIMOS EL SET DE “ALIEN: COVENANT” QUE SE ESTRENA HOY
Publimetro visitó el set de la película de ciencia ficción de terror dirigida por Ridley Scott, que se estrena hoy, para conversar con sus protagonistas
Estamos de pie en un embalse vacío en la sección Potts Hill de Sydney, Australia. Ante nosotros está un mar de humanos carbonizados, congelados en poses angustiosas como las víctimas de Pompeya. Más tarde estamos dentro de un almacén gigante, mirando con majestad a la llamada “sala de cabezas”, un semicírculo de caras de piedra (poliestire- no, en realidad), que mide unos 20 metros de altura. Vimos una de estas cabezas brevemente en “Prometeo”, pero parece ser que son un elemento más destacado de su nueva secuela, “Alien: Covenant”.
Luego está la “tienda de criaturas”, donde podemos ver la más reciente e increíble invención de los diseñadores: el “Neomorfo”, una amenaza albina que sale de las espaldas de sus pobres presas, no de sus pechos. Es similar, pero diferente al “Xenomorph”, el clásico alienígena, con su cuerpo baboso y negro. Llega en un saco, luego crece rápidamente. También, tiene una boca que permite disparar otra boca para matar rápidamente.
“Puedes tocarlo”, dice el supervisor de Efectos de Criatura Adam Johansen. No queremos. La cinta tiene la tarea poco envidiable de profundizar la densa mitología de una franquicia y entregar las violentas promesas. Se nos prometen mucha sangre. Cincuenta galones cúbicos, para ser exactos. Cuando hablamos con los actores, invariablemente llegan con sangre de mentira y cicatrices en sus caras.
Esto te podemos contar: “Alien: Covenant”, que llega a los cines hoy jueves, conectará “Prometeo” del 2012 –la cuasi precuela del clásico original de 1979– con las partes más familiares del universo “Alien”. Se sitúa 10 años después de la cinta estrenada en 2012, y las víctimas potenciales para los alienígenas esta vez es la tripulación de la nave epónima, que está transportando a unos 2.000 colonos a un planeta nuevo como la Tierra. Después de una llamada de socorro, toman un desvío a un planeta muy diferente del inhospitalario en “Prometeo”, un paraíso verde de colinas y bosques escénicos. (Estas escenas fueron filmadas en Milford Sound, Nueva Zelanda, aunque la mayor parte del rodaje se realizó en Sydney). Desafortunadamente para ellos
(y afortunadamente para nosotros), hay extraterrestres.
“Alien: Covenant” puede sonar de muchas maneras similar a la primera y segunda “Alien”: bestia asesina, tripulación escogida uno por uno, personaje femenino heroico. Las mentes detrás de “Covenant” saben que la película anterior, a pesar de que fue financieramente exitosa, enfureció a los fans que querían algo más que sólo un vislumbre de último minuto de un extraterrestre.
“Lo que estaba claro era que la audiencia de ‘Alien’ hardcore quería un poco más de acción”, dice Mark Huffam, un productor de “Prometeo” y “Covenant”.
Entregar lo prometido es un tema común entre el elenco y el equipo. Michael Fassbender, co-estrella que regresa, agregó: “Una vez que se pone en marcha, no para”.
Cuando vimos por última vez a Fassbender en “Prometeo”, su androide, llamado David, no era más que una cabeza cortada. Él interpreta a un robot diferente esta vez, llamado Walter. También es moreno –un marcado contraste con el pelo rubio de David–. Pero eso no es lo único que es diferente. David tenía características humanas, que le hacían desafiar a sus amos humanos y salir por su cuenta. Walter fue programado con cero rasgos humanos.
“No hay vanidad en él, ni orgullo”, dice Fassbender sobre Walter. “Él no tiene sentimientos de inferioridad, o esa ambigüedad que estaba muy presente en David. Es más como un Leonard Nimoy como Spock. Opera por lógica y lo que sea necesario para mantener la tripulación y la nave a salvo. Es un súper mayordomo”.
Como sucede, David también está de vuelta, aunque el nominado al Oscar no revelará cómo ni por qué. Sin embargo, Fassbender acabó haciendo doble deber, con David compartiendo escenas con Walter a lo Hayley Mills en “The Parent Trap”.
Waterston posiblemente tuvo la tarea más dura. Ella interpreta a Daniels, una experta en terraformación que se encuentra conduciendo la carga contra la amenaza alienígena. En otras palabras, se parece mucho a Ellen Ripley, interpretada por Sigourney Weaver, de “Alien” de 1979. Son zapatos grandes para llenar, pero Waterston admite que la única vez que ella se preocupa de eso es cuando los periodistas le preguntan si está preocupada. “No puedes pensar en esas cosas cuando estás trabajando”, explica Waterston.
Una cosa nueva para aumentar la tensión de forma extra: los personajes son todas parejas. Danny McBride interpreta al piloto de la nave, que está casado con una compañera interpretada por Amy Seimetz. “Los personajes no sólo tienen que cuidarse sí mismos; hay alguien con quien están conectados”, dice McBride.
“Hay una fuerte historia por debajo”, dice el director Ridley Scott. “Cómo esta cinta termina definitivamente te llevará a la siguiente. Dejará muchas preguntas importantes”, adelanta.
Además, siempre se asegura de que sus películas sean diferentes. “Ese es mi plan cada vez”, añade. “Trato de no repetir nada”.