Presidenta busca cerrar impasse tras bochorno en Te Deum evangélico
“No podemos permitir que las creencias personales, políticas, religiosas o valóricas nos hagan perder el respeto por la convivencia cívica”. Tal fue uno de los mensajes que expresó la Presidenta Michelle Bachelet ayer, durante la conmemoración del golpe militar, en la que también aludió al episodio vivido el domingo durante el Te Deum Evangélico.
Ese día, la Mandataria fue abucheada y agredida verbalmente por manifestantes que cuestionaban la aprobación del proyecto de despenalización del aborto por tres causales.
No obstante, ayer la jefa de Estado habría optado por no escalar el conflicto desencadenado por el incidente, después de que recibió en La Moneda el desagravio de dos obispos, el capellán evangélico de La Moneda, Eduardo Cid, y el obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas.
Desde el Ejecutivo aseguraron que se mantendrán las actividades de cara a una nueva celebración del Día de la Iglesias, el próximo 31 de octubre en el Palacio de Gobierno.
No obstante, ayer representantes de la Catedral Evangélica de Santiago, donde se realizó la ceremonia del fin de semana, insistió en la “legítima incomodidad” que experimentan frente a “la forma como se ha legislado en favor de materias que no compartimos”.
“Lo expuesto en el Te Deum no es ajeno al sentir de los millones de chilenos que tienen una opción valórica fundada en el cristianismo”, asegura la nota.