EL TRAGO MORTAL DE UN CRIMINAL DE GUERRA
El ex teniente general Slobodan Praljak clamó por su inocencia e ingirió un veneno que portaba en una botella pequeña, luego de que el Tribunal Penal Internacional confirmara su condena
El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (Tpiy) de La Haya vivió un momento caótico ayer cuando uno de los acusados croatas de Bosnia ingirió “veneno” llevándose a la boca un pequeño frasco al conocer su veredicto, lo que obligó a la corte a suspender la audiencia.
El ex comandante Slobodan Praljak había sido sentenciado en 2013 a 20 años de prisión por crímenes cometidos en la ciudad de Mostar durante la guerra de Bosnia.
Praljak estaba acusado de asesinato, deportación, maltrato de civiles, violaciones y apropiación de bienes, entre otros cargos, cometidos por sus tropas en la guerra, y específicamente de ordenar la destrucción de un puente del siglo 16 en la ciudad de Mostar en 1993, lo que causó un “daño desproporcionado a la población musulmana”, se- gún explicó el periódico británico The Guardian.
Fue comandante del Estado mayor de las fuerzas de Defensa croatas de Bosnia (HVO) y “número dos” del Ministerio de Defensa.
La Corte consideró que ignoró todas las peticiones de ayuda cuando, en verano de 1993, los soldados serbiocroatas persiguieron a los musulmanes en Mostar.
Los bosnio croatas fueron en un principio aliados de los bosnios musulmanes o bosniaks en la lucha contra su enemigo común, los serbo bosnios.
Pero croatas y musulmanes se enfrentaron en 1993 y 1994, cuando la ciudad de Mostar fue escenario de algunos de los combates más sangrientos.
Incidente inédito
Este incidente inédito ocurrió durante una audiencia en apelación a seis exdirigentes y jefes militares de los bosniocroatas, acusados de crímenes de guerra en el conflicto entre croatas y musulmanes (19931994) que estalló durante la guerra en Bosnia (1992-1995).
Se produjo justo después de que los jueces confirmaran la condena a 25 años de prisión contra el exdirigente de los croatas de Bosnia, Jadranko Prlic, por el traslado de poblaciones musulmanas y por el recurso a asesinatos, violaciones y destrucciones de bienes civiles con el objetivo de crear una “gran Croacia”.
Unos actos calificados por la acusación de crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos durante la contienda bélica en Bosnia que causó más de 100 mil muertos y 2,2 millones de desplazados.
El veredicto de este miércoles debía ser el último del Tpiy antes de echar el cierre en diciembre, después de casi un cuarto de siglo dedicado a juzgar a los autores de las peores atrocidades en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El primer ministro croata Andrej Plenkovic denunció la “injusticia” cometida por el Tpiy con Praljak.
“Su acto, que desgraciadamente todos pudimos presenciar hoy, demuestra la profunda injusticia moral cometida con seis croatas de Bosnia y el pueblo croata”, declaró.
“Su acto demuestra la profunda injusticia moral cometida con seis croatas de Bosnia y el pueblo croata” Primer ministro croata