Las dudas tras el suicidio en pleno juicio
¿Cómo consiguió el ex general croata Slobodan Pralkaj el veneno con el que se suicidó en pleno juicio en el Tribunal de La Haya que le juzgaba por crímenes de guerra?
La fiscalía holandesa trataba de determinar ayer cómo el criminal de guerra bosniocroata Slobodan Praljak consiguió suicidarse ante los atónitos jueces de la ONU, en una escena que podría empañar el legado del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (Tpiy).
Un hombre de barba blanca, robusto y determinado, echa la cabeza hacia atrás y, de un trago, bebe el líquido de un pequeño frasco. Unas horas más tarde, muere en un hospital de La Haya.
Ésta será la imagen con la que se cierre el Tpiy, tras casi un cuarto de siglo dedicado a juzgar a quienes cometieron las peores atrocidades en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Cae el telón sobre una escena sombría.
Los primeros resultados de la investigación revelaron la presencia de “un producto químico dentro del frasco que puede provocar la muerte”, y que fue bebido por el ex general bosniocroata.
“La investigación se orienta hacia la cuestión del suicidio asistido” y sobre “la violación” de la reglamentación relativa a las sustancias médicas, había precisado el miércoles por la noche la fiscalía holande- sa en un comunicado.
Controles estrictos
Se desconoce de momento cómo pudo el acusado ob- tener el pequeño frasco que contenía un líquido marrón.
¿Se lo procuró en el centro de detención del tribunal internacional en La Haya, un recinto bajo fuerte vigilancia? ¿O en el edificio del tribunal?
En el reglamento interior del barrio penitenciario de Naciones Unidas se estipula que toda persona “será objeto de un control de seguridad en la entrada del complejo”, es decir, una comprobación de identidad, el paso por arcos de detección y, si es necesario, un cacheo.
Asimismo, cualquier objeto llevado o enviado al centro debe ser entregado, inspeccionado, abierto y/o examinado por rayos X, antes de autorizar su entrada.