¿QUÉ HACER CON LA TORRE DEL GAM?
Demolerla o transformarla en un “monumento verde”. Expertos analizan las opciones que tiene el histórico edificio declarado “inhabitable” por las autoridades.
La torre Villavicencio, ubicada al lado del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), es un edificio cargado de historia. Antiguamente perteneció al Ministerio de Defensa, acogió las reuniones de la junta militar bajo la dictadura de Augusto Pinochet, y luego terminó abandonado. Durante el anterior gobierno de Michelle Bachelet, el edificio fue prometido como espacio para ONGs.
El ministro de Obras Publicas lo declaró inhabitable por los efectos del terremoto de 2010. Según las autoridades, recuperar el inmueble implica un gasto de 19.750 millones de pesos en un plazo de tres a cuatro años.
El ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward, dijo que el ofrecimiento realizado en la anterior administración fue apresurado. ¿Qué es recomendable hacer en este caso?
Para la arquitecta y urbanista Isabel Matas, lo que no se debe hacer es demolerlo. “Primero, porque se trata de un edificio con un pasado histórico, ubicado en una zona cultural y, segundo, porque de todas maneras es una estructura que se puede rescatar”, señaló la especialista.
Para Matas, el tema del presupuesto podría solucionarse haciendo un trabajo público-privado. “Una opción sería que los primeros pisos sean utilizados por el mismo GAM como una extensión, luego una parte para las ONG que estarían allí por la promesa del gobierno anterior y, finalmente, oficinas privadas, que aporten para la remodelación del edificio”, explicó la académica de la Universidad Mayor.
Para Julio Nazar, urbanista y académico de la Universidad del Desarrollo, la recuperación del edificio debería realizarse de forma secuencial y como compromiso del Estado, no del Gobierno. “Sin duda se requiere de un monto alto para rescatar este edificio. Su recuperación debería realizarse con plazos fijos y por pisos”, argumentó.
Sobre qué hacer con ese espacio, el especialista considera que como prioridad debería constituir un espacio cultural. “Podría ser utilizado perfectamente para oficinas del Ministerio de Cultura o incluso de Bienes Nacionales, que fueron los que pusieron el tema en agenda. Sería ideal como espacio complementario para talleres del GAM. Podría destinarse por pisos: uno para música, otro para danza, y así”, propuso Nazar.
No conviene transformarlo en “verde”
Respecto a la opción de transformarlo en un edificio “verde”, siguiendo una tendencia que de a poco se ha ido masificando en el Gran Santiago, Nazar cree que sería una perdida de capital. “Realizar un buen muro verde es caro. Además, la estructura exterior de la torre, de acero es también parte de la historia de la arquitectura nacional”, precisó.
La Torre Villavicencio fue inaugurada en 1972 para recibir la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad). Su demolición no es opción para el Ministerio de Bienes Nacionales, que hoy está a cargo del recinto.
Desde la cartera afirman que lo esencial es recuperar el inmueble y su sentido público, aunque reconocen el alto costo que tiene esta posibilidad.
Por lo mismo, desde ese mi- nisterio abrieron una consulta pública, a través de su página web, para recibir ideas que ayuden a definir el futuro de la torre. Si bien cualquier persona puede aportar, el ministro Ward señaló en su momento que la encuesta apunta también a los estudiantes de arquitectura y diseño, ya que ellos “tienen más insumos para dar una opinión técnica y fundada”.