FISCALÍA ALLANA TRIBUNAL ECLESIÁSTICO
El OS-9 de Carabineros actuó por órdenes de la Fiscalía de la Región de O’Higgins que se encuentra investigando las denuncias de abusos sexuales dentro de la diócesis
El fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, dirigió ayer en la mañana allanamientos en las oficinas del Tribunal Eclesiástico y del Arzobispado de Santiago, en el marco de la investigación que realiza por abusos sexuales cometidos por el sacerdote Óscar Muñoz Toledo a cuatro jóvenes de Rancagua. Fue así como esta mañana ingresó personal del OS-9 de Carabineros para recoger dicho material.
El propósito de dicha acción sería recabar expedientes canónicos, investigacio- nes previas y antecedentes que tengan relación con las denuncias contra un grupo de sacerdotes de la región, acusados de comportamiento impropio y en algunos casos de abusos de menores. Se incautaron documentos y también computadores.
Según consignó el diario La Tercera, la fiscalía solicitó todas las investigaciones realizadas desde el año 2007 por parte de la Iglesia, en las que se indagaran abusos sexuales u otros ilícitos por parte de sacerdotes de Rancagua o de otra repartición en contra de menores de edad.
La orden incluye las acusaciones que llegaron a la Congregación para la Doctrina de la Fe, tanto las que recibieron sanciones canónicas como las están en poder de los promotores de justicia asignados. Por el caso de la Región de O`Higgins, ya 14 sacerdotes han sido suspendidos.
En Santiago, el fiscal regional de Rancagua ya había iniciado una investigación en contra del imputado Óscar Muñoz Toledo, quien fue canciller del Arzobispado de Santiago y párroco de la Iglesia Jesús de Nazareth en Estación Central.
“Es importante establecer la verdad de lo sucedido”
Durante la mañana de ayer, el enviado papal, arzobispo Charles Scicluna, expresó durante una actividad que “es importante establecer la verdad de lo sucedido en el pasado, tomar todas las medidas necesarias para evitar que se repita en el futuro, asegurar que los principios de justicia sean plenamente respetados y, sobre todo, sanar a las víctimas y a todos los afectados por estos crímenes atroces”. “Reconocer y admitir la verdad completa, con todas sus dolorosas repercusiones y consecuencias, es el punto de partida para una curación auténtica, tanto de la víctima como del autor de los abusos”, agregó.