Deportistas chilenas venciendo obstáculos
y las estudiantes ya habían instalado la consigna “por una educación no sexista”. ¿Algo tiene que ver eso con el deporte? Desde los estudios feministas, se ha nombrado como “currículum oculto”, a lo que alberga prácticas sexistas que afirman los estereotipos de género. “Todo parte en el colegio. Además, entre los 12 y 13 años, cuando el cuerpo empieza a tener cambios, los adultos y tus propios compañeros te hacen sentir que no puedes hacer ciertas cosas”, cuenta Jennifer Gónzalez, ganadora de los 10k en el Maratón de Santiago.
La ministra Pauline Kantor, al ser consultada sobre si cree que la educación sexista puede afectar el desempeño de las mujeres dentro del deporte, responde que “¡por supuesto!”. No sólo eso, sino que revela una difícil situación: cuando tenía 15 años y practicaba esquí, le prohibieron sumarse a un viaje de su equipo a EEUU. “¿Qué van a pensar de ti?”, le dijo su papá al enterarse de que eran sólo dos mujeres en el viaje. No la dejaron viajar. Desde ese instante, se prometió que jamás replicaría esa situación con sus hijos.
“¿Cuántas veces nos han mandado a la cocina? A mí me han dicho mucho que me dedique a un deporte más femenino, que no me corresponde ni comentar, ni jugar ni ver”, cuenta Iona Rothfeld, ex seleccionada nacional de fútbol, a quien un médico le dijo que se lesionaba seguido por practicar un deporte de hombres. Cuando era chica, eso le dolía y la hacía llorar. Con los años, lo transformó en convicción. Por eso, fundó la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino, organizándose con sus compañeras, muchas de las cuales son parte de la selección femenina que clasificó a la Copa Mundial Femenina Francia 2019.
Cómo olvidar a Francisca Crovetto, la primera chilena que clasificó a un Juego Olímpico en tiro al vuelo, disciplina que practica desde los 13 años. Ningún hombre lo había hecho y más de una vez, mezclado con las felicitaciones, le tocó escuchar un “para ti es más fácil, porque eres mujer”. En el club donde entrenaba simplemente no existía un baño de mujeres, obligándola a encerrarse con pestillo en el de hombres, poniéndose de acuerdo con sus compañeros cada vez que tenía que usarlo. Para ella, ahora presidenta de la Comisión de Deportistas del Comité Olímpico de Chile, en este mundo de hombres, la organización es clave.
“Las mujeres tienen que pe- lear por los recursos mostrando por qué es importante que se lleve una selección femenina a un campeonato”, señala Pauline Kantor, refiriéndose a la realidad que viven las mujeres que ahora la acompañan y que con la promesa de comenzar una mesa de trabajo, buscan abordar. Los estereotipos de género son nefastos para el desarrollo de las niñas. Así lo han observado tanto las estudiantes que protestan, ONU Mujeres y las deportistas aquí reunidas.
Para ellas, el trato que la prensa da a las deportistas no contribuye a reforzar ideas positivas que acerquen a las niñas al deporte. Es que, generalmente, en la cobertura se le da importancia al físico, invisibilizando logros y reforzando inseguridades.
“Nuestro cuerpo lo miran como algo sexual, lo cosifican y se pierde el foco. Es una lástima, porque con eso en la mente las niñas empiezan a cuestionarse por qué están haciendo deporte si les van a crecer los brazos, las piernas. Se sienten feas, masculinizadas. Hay que entender que la feminidad no va con los cánones de belleza que se reproducen socialmente, va en cómo una se siente con su cuerpo y, si tu cuerpo te ayuda a hacer lo que te gusta, es hermoso”, explica Rothfeld.
“Cuando una es chica escucha a los hombres decir que no somos capaces de meternos al mar, surfear bien una ola, remar o nadar”, cuenta Patricia Albornoz, ganadora SUP Race Damas 2017. Para ella, lo más importante es apoyarse entre compañeras, y nos cuenta que integrar la Federación de Surf, presidida por una mujer, ha sido una gran experiencia.
En un país donde el índice de sedentarismo en las mujeres se eleva por sobre el 80%, tanto para la ministra como para las deportistas, acercar el deporte es urgente y, basándose en la experiencia, todas coinciden con Patricia: debemos buscar en quiénes apoyarnos.