DANIELA KIRBERG
“Uno puede ser mamá de la forma que quiera”
Madre de tres hijos, y casada con Julián Elfenbein desde el 2002, la periodista hace dos meses comenzó el programa Mamá al Cien, de UCV TV, y ya se perfila como la revelación televisiva del año
El programa parece hecho para ella. No sólo le gustan los temas relacionados con moda y belleza, sino que se siente cómoda en las aguas de la maternidad. Cómo no, si Benjamín (12), Sarah (10) y Rafaela (5) conforman su clan.
¿En qué momento llega esta oportunidad?
-Todo llega cuando tiene que llegar. En un par de meses cumplo 40 años. Fui al casting del programa como mamá emprendedora, porque trabajo en el estudio de fotos, el maquillaje, las redes sociales y hago notas para revistas también.
¿Qué te dijo Julián?
-Me preguntó: “¡Por qué ahora! ¿Qué pasó?”. “No sé”, le respondí. Me encantó el proyecto y lo quería hacer no más.
¿Qué te pasa con la exposición?
-Tengo una vida muy tranquila: casa, deporte, niños. No he visto un gran cambio en mi vida. Antes del programa, mucha gente me preguntaba sobre distintos temas en redes sociales, sobre temáticas femeninas, y me di cuenta que las mujeres están criando muy solas. Imagínate que me preguntan a mí, que no me conocen; entonces pensé que esta era la posibilidad de aclarar dudas. Por otro lado, tampoco existía un
programa que tratara este tipo de temas.
¿Por qué crees que las mujeres estamos criando solas?
-Es que las mujeres no tienen red de apoyo, en ese sentido se sienten muy solas. No pueden salir, no tienen tiempo libre para tomarse un café con una amiga. Puede parecer súper banal, pero es súper importante.
¿Influyen las clases sociales?
-Se da de forma transversal, pero más en los estratos bajos y altos. En la clase media se da menos, porque las familias siguen más aclanadas. La abuela sigue viviendo con los niños, y ahí existe más apoyo. En las
clases más altas y en las más bajas se ve más soledad.
¿Contribuye también que nos preocupamos más de entretener a los niños?
-Las mamás estamos sobreexigidas por el deber ser. Ser mamás perfectas, estudiar con los niños, que se saquen buenas notas, que sean los mejores, armar panoramas. Esta sobreinformación provoca que nos sintamos más exigidas. Una mamá que se le corta la leche a los tres meses se frustra, porque escucha constantemente que se debiera amamantar mínimo seis meses.